La industria automotriz reconoció que existe una presión para cumplir con el contenido de acero de 70 por ciento en Norteamérica en siete años, de acuerdo con el protocolo modificatorio del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que implicará inversiones de la industria siderúrgica en el país, advirtió Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Recién terminaron las negociaciones adicionales del T-MEC y explicó que aún hoy se están dando a conocer los textos, para la industria automotriz el cambio esencial es que en las reglas de origen el planchón (placas) de acero tiene que ser de la región en siete años.
Actualmente, el planchón puede venir de Brasil, México, Estados Unidos o de cualquier otro país, de acuerdo con la versión original del Tratado de Libre Comercio (TLC), pero con la nueva regla de origen 70 por ciento del contenido de acero debe de venir solo de la región del T-MEC y se debe cumplir con la regla en siete años.
“Implicará unas importantes inversiones de las acereras en México y Norteamérica” refirió Eduardo Solís. En el caso de que no se alcance con el contenido de 70 por ciento en acero regional de acuerdo con lo establecido en el nuevo acuerdo comercial, la industria automotriz llevará este tema a revisión tal como está previsto en el T-MEC.
El acuerdo comercial de “fase uno” entre Estados Unidos y China alcanzado el viernes está “totalmente cerrado”, a pesar de la necesidad de traducirlo a ambas lenguas y revisar su texto, dijo el domingo el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer.
En declaraciones al programa “Face the Nation” de la cadena de televisión CBS, Lighthizer dijo que habría algunos “retoques” ordinarios en el texto, pero que el acuerdo “está totalmente cerrado, absolutamente”.
El representante comercial dijo que aún no se deciden la fecha y el lugar para que autoridades estadounidenses y chinas de alto rango firmen formalmente el acuerdo.
El pacto, anunciado el viernes después de más de dos años y medio de negociaciones intermitentes entre Washington y Pekín, reducirá algunos aranceles de Estados Unidos sobre bienes chinos a cambio de que el gigante asiático compre unos 200.000 millones de dólares en productos agrícolas, manufacturados y de energía a la mayor economía mundial en los próximos dos años.
China también se comprometió en el acuerdo a proteger de mejor forma la propiedad intelectual de compañías de Estados Unidos, frenar la transferencia forzada de tecnología estadounidense a firmas chinas y abrir su mercado de servicios financieros a empresas estadounidenses para evitar la manipulación de su moneda.
Las compras de bienes agrícolas por parte de China subirían a entre 40.000 millones a 50.000 millones de dólares al año durante los próximos dos años, dijo Lighthizer. Estados Unidos exportó unos 24.000 millones de dólares a China en 2017, el último año completo antes de que las dos economías más grandes del mundo iniciaran su guerra arancelaria en julio de 2018.
Lighthizer, sin embargo, dijo que el éxito del acuerdo anunciado el viernes dependerá de las decisiones de las autoridades de Pekín.
“En última instancia, que este acuerdo funcione dependerá de quién tome las decisiones en China, no en Estados Unidos”, dijo Lighthizer. “Si las autoridades de línea dura toman las decisiones, obtendremos un resultado, si los reformistas toman las decisiones, que es lo que esperamos, entonces obtendremos otro resultado”.
Dijo que el acuerdo no resolvería todos los problemas entre Estados Unidos y China, porque llevará años integrar el sistema económico de China controlado por el estado con el sistema dominado por el sector privado de Estados Unidos.
Lighthizer calificó el viernes como el “día más trascendental en la historia del comercio” debido al acuerdo con China y porque la Casa Blanca envió un tratado revisado entre Estados Unidos, México y Canadá al Congreso para su aprobación. Los dos pactos comerciales juntos cubren alrededor de 2 billones de dólares en comercio, sostuvo.
Pero el TMEC, que reemplazaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ha encontrado con algunos inconvenientes de última hora, ya que el principal negociador de México, Jesús Seade, ha objetado el lenguaje del Congreso sobre la implementación del pacto, que requiere la designación de hasta cinco expertos estadounidenses para observar el cumplimiento de las reformas laborales por parte de México.
Seade viajará a Washington el domingo para plantear sus objeciones a Lighthizer.
Las principales conclusiones del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China alcanzado el jueves incluyen compras chinas de cultivos estadounidenses y propiedad intelectual, dijo el asesor de la Administración Trump.
El pacto comercial inicial de Estados Unidos con China “parece un gran avance”, dice un experto, que marca la segunda victoria del presidente Trump esta semana en una promesa clave de campaña.
El acuerdo de la fase uno, que incluye promesas de Beijing de comprar $50,000 millones de dólares en agricultura de EUA, mayores protecciones de propiedad intelectual y el fin de la manipulación de la moneda de China, enfría aún más la guerra comercial de 21 meses entre las dos superpotencias económicas del mundo. Estados Unidos ha acordado no imponer aranceles del 15% a los bienes chinos por valor de 160,000 millones de dólares el domingo.
“Hay un asunto aquí en el que los chinos pueden haberle dado tanto que realmente no quiere avergonzarlos haciéndolo público, por lo que puede ser un acuerdo de firma de bajo nivel, no él y el presidente Xi y no algún tipo de largo contrato de 20 páginas ”, agregó Michael Pillsbury, director del Centro de Estrategia China del Instituto Hudson, en una entrevista con Lou Dobbs de FOX Business.
Uno de los principales pilares de la primera campaña de Trump fue reducir el déficit comercial de Estados Unidos con China, que ha crecido de $ 318,000 millones en 2016 a $ 378,600 millones en 2018, según el Representante de Comercio de Estados Unidos.
“Eso va a mejorar”, dijo Pillsbury.
Los beneficios también serán evidentes “en nuestro propio aumento de fabricación por delante”, agregó. “El presidente bromeó conmigo hoy, Lou, acerca de que nuestros agricultores van a tener que comprar más tractores y plantar más campos debido a que estas compras chinas bastante grandes llegarán pronto”.
Los chinos esperan que el acuerdo proporcione un impulso a su economía, que creció un 6% en el tercer trimestre, su ritmo más lento desde que comenzó el mantenimiento de registros en 1993. Beijing ha pedido que EUA reduzca todos los aranceles como parte de un acuerdo de fase uno, aunque Trump expresó renuencia.
En cuanto a la fase dos, las conversaciones continuarán, con la esperanza de una verdadera ceremonia de firma con Trump y Xi dentro de un año que cubra “todo lo demás que no está cubierto hoy”, dijo Pillsbury.
Al Salón Tesorería de Palacio Nacional acudieron el subsecretario para América del Norte, Jesús Seade; el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland, para firmar el documento en representación de los tres países.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, asistió como testigo de honor de la Firma del Protocolo Modificatorio al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), instrumento comercial que había sido firmado en Buenos Aires, Argentina, el 30 de noviembre de 2018.
Ahí, ante funcionarios y empresarios, el mandatario mexicano aseguró que el nuevo acuerdo comercial dará oportunidad para fortalecer a las tres naciones y, sobre todo, será de beneficio para los pueblos.
“Este acuerdo que, consideramos fundamental, es bueno para las tres naciones (y) los tres gobiernos. Hablamos de un acuerdo económico comercial de grandes dimensiones”, sostuvo ante Jared Kushner, asesor y yerno del presidente Donald Trump.
“Nos ayudará a impulsar el crecimiento económico de nuestras naciones y, sin duda, significa mayor inversión para Canadá, Estados Unidos y México”, aseguró López Obrador.
A lo largo de las negociaciones –que comenzaron a mediados de agosto de 2017– se tuvieron momentos difíciles, como la propuesta de adendum en materia laboral, pero se logró resolver de manera equitativa y respetando las leyes, apuntó.
Además de impulsar asuntos en materia de comercio exterior, indicó que este pacto comercial también fortalece la cooperación para el desarrollo y permite enfrentar de mejor manera los problemas sociales, como el fenómeno migratorio.
“Misión cumplida”, expresó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, al coincidir con el Ejecutivo federal sobre aquellos pronósticos apuntaban a no tener un Tratado de Libre Comercio (TLC) modernizado, como consecuencia del tiempo y las posiciones políticas.
Pero “aquí está la prueba” después de un año y 10 días, cuando fue firmado durante la Cumbre del G-20, y es resultado de las decisiones tomadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su compromiso para la Reforma Laboral, aseguró.
“Cuando empezamos esta negociación parecieran decir que era muy difícil, casi imposible de tener un tratado tan pronto, satisfactorio para los tres países. Sin embargo, aquí está (y) hay que confiar mucho en la política y el diálogo”.
Seade, quien tomó el mando de la negociación desde la llegada del equipo de transición, se congratuló por el avance obtenido entre los negociadores de los tres países de Norteamérica, y confirmó que atrás quedó el envío de inspectores para supervisar el cumplimiento de la reforma laboral.
Ello porque será a través de vía paneles como se corrobora el cumplimiento del T-MEC, instrumento que sustituirá al actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde hace más de 25 años.
En su oportunidad el asesor comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, aseguró que el acuerdo comercial es el mejor de la historia y cuenta con las mejores disposiciones del mundo en la materia, lo que hará más rica a Norteamérica.
Aunque “es un milagro” que los tres países hayan logrado un acuerdo, indicó que el T-MEC es una herencia para una “región vibrante” porque beneficiará al sector manufacturero, a los productores agrícolas y al comercio digital de las tres naciones, con las mejores disposiciones del mundo.
Chrystia Freeland coincidió con su homólogo estadunidense, al dejar en claro que la modernización del acuerdo comercial entre los tres países para tener un documento actualizado para el siglo XXI.
Pero acentuó que este acuerdo es positivo para las economías, las familias y, sobre todo para la clase trabajadora, porque no sólo conserva las cadenas laborales transfronterizas, sino también protege los derechos laborales en la región.
Después del avance alcanzado entre los tres países, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República, Ricardo Monreal, dijo que esta Cámara trabajará para el análisis y posible ratificación de las modificaciones hechas al T-MEC antes del 15 de diciembre.
“Saludamos este esfuerzo de los tres países (y) el Senado de la República, que en su pluralidad actuará en consecuencia”, dijo Monreal, quien minutos antes sostuvo una conversación con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“He hablado con el presidente de la República hace unos minutos y hemos conversado sobre que pueda enviarse el protocolo de enmiendas en las próximas horas”
“Si es así, los presidentes de Comisiones decidirán si iniciamos de inmediato el análisis y la ratificación en su caso que resulte de este ejercicio legislativo”, enfatizó.
En el acto también estuvieron presentes los secretarios de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de Economía (SE) y del Trabajo y Previsión Social (STPS), Arturo Herrera, Graciela Márquez y Luisa María Alcalde, además de parte de los integrantes del Cuarto de Junto, encabezados por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar.
Las importaciones de acero se han apoderado del 19% de la cuota de mercado de EUA en lo que va del año, incluido el 14% en noviembre.
Estados Unidos importó 1.8 millones de toneladas de acero en noviembre, según el más reciente Monitoreo y Análisis de Importaciones de Acero del Departamento de Comercio de EUA.
Eso es un 28.1% menos que los 2.59 millones de toneladas permitidas en octubre y una disminución del 14.4% del total de importación preliminar de octubre de 2.17 millones de toneladas.
En noviembre, las importaciones de productos de acero terminados que no requieren procesamiento adicional en los Estados Unidos, como en las más de 20 compañías de acero en el puerto de Indiana-Burns Harbor, cayeron a 1.2 millones de toneladas, un 18.8% menos que 1.47 millones de toneladas en octubre, según el American Iron and Steel Institute, AISI.
El país offshore con las mayores solicitudes de permisos de importación de acero terminado fue Corea del Sur, seguido de Japón, Países Bajos, Alemania y Taiwán.
El mes pasado, las importaciones de chapa negra aumentaron en un 353%, las placas cortadas en un 39%, las tuberías de línea en un 28%, las barras de refuerzo en un 18% y las barras laminadas en caliente en un 16%.
Durante los primeros 11 meses del año, Estados Unidos importó 26.6 millones de toneladas de acero, un 16.3% menos que el año anterior, probablemente como resultado de los aranceles de la Sección 232 del 25% sobre la mayoría del acero fabricado en el extranjero.
Las importaciones de productos de acero terminados cayeron un 18.6% a 19.5 millones de toneladas durante el período, en comparación con el mismo período del año anterior, según el American Iron and Steel Institute.
En lo que va del año, las importaciones de chapa negra han aumentado en un 90%, el apilamiento de acero en un 34% y el acero sin estaño en un 20%.
Los principales proveedores offshore, excluyendo Canadá y México en América del Norte, durante los primeros 11 meses de 2019 han incluido a Corea del Sur, Japón y Alemania, según el American Iron and Steel Institute. Las importaciones procedentes de Corea del Sur han bajado un 10%, Japón un 9% y Alemania un 21%.
Thyssenkrupp necesita invertir $1,700 millones de dólares en su negocio principal de acero después de que años de baja inversión haya dejado en desventaja competitiva, el jefe de su comité de empresa.
Los comentarios del jefe laboral llegan días después de que Union Investment, uno de los 10 principales inversores en el conglomerado alemán en crisis, presionó a la gerencia para que presentara un plan de recuperación para la unidad de acero o abandonara el negocio.
“Se trata de la existencia de acero (en ThyssenKrupp)”, dijo Tekin Nasikkol antes de un mitin planeado para el martes en la sede de la unidad de acero de Duisburg.
El negocio principal se ha visto gravemente afectado por los excesivos programas de ahorro de costos después de inversiones fallidas en las Américas y tres años de conversaciones infructuosas sobre una empresa conjunta de acero con Tata Steel, agregó
En marzo de 2018, Trump invocó la seguridad nacional para justificar aranceles de 25% a la importación de acero y del 10% a la de aluminio, si bien esa justificación podría ser válida en algunos casos, esta no era una de ellas, pues la industria del acero de EUA estaba operando a una capacidad de alrededor del 73%, y solo el 3% de la producción de acero y aluminio era necesaria para la defensa.
Además, al anunciar los aranceles, la administración Trump estipuló que las empresas que desean importar acero no disponible en el país podrían solicitar una exención, lo que significa que el gobierno tendría la facultad discrecional de otorgar “exclusiones” arancelarias a algunas empresas y negarlas a otras.
Bajo este sistema, cada aplicación de exención debe especificar el tipo y la cantidad de acero necesaria, incluyendo “composición química, dimensiones, resistencia, tenacidad, ductilidad, permeabilidad magnética, acabado de la superficie, recubrimientos y otros datos relevantes”. Se debe hacer una solicitud por separado. para cada tipo de acero, y los solicitantes deben demostrar que el tipo de acero necesario no está disponible en el país.
Dado que hay nueve criterios separados (más otros datos relevantes), el proceso de toma de decisiones para otorgar exenciones es inherentemente opaco.
Una vez que se presenta una solicitud de exención, se “publica” públicamente, dando a las empresas siderúrgicas nacionales siete días para objetar, sobre la base de que de hecho pueden proporcionar el tipo de acero en cuestión. Sus objeciones se someten a un período de revisión de siete días. Si el solicitante original refuta la objeción, el objetor tiene otros siete días para refutar la refutación.
Hasta marzo de 2019, el gobierno había recibido 51,345 solicitudes de exenciones y 19,543 objeciones. Los retrasos se habían acumulado, y los comentaristas señalaron que una parte desproporcionada de las objeciones provenía de solo tres compañías estadounidenses: US Steel, Nucor y AK Steel y aplicaron a un volumen de acero 169% por encima de su capacidad combinada.
A partir de septiembre de 2018, el número promedio de solicitudes de exención por empresa fue de 43, y una empresa presentó hasta 2,563. Después de casi un año, el Departamento de Comercio había aprobado solo el 59% de las solicitudes sin objeciones, y menos del 1% de las que tenían objeciones. Aunque la seguridad nacional había sido la justificación de los aranceles, mucho más acero importado de China recibió exenciones que el acero de Canadá o México.
No es sorprendente que este proceso haya generado múltiples quejas. Incluso el Inspector General del Departamento de Comercio (IG), por ejemplo, descubrió que el sistema se basa en “un proceso de apelaciones no oficial” y puede estar sujeto a una “influencia inadecuada”, dado que los procedimientos se han modificado después de una objeción y que Ha habido documentación inadecuada de las reuniones y llamadas telefónicas con las partes interesadas.
Quizás peor, las diferentes compañías que solicitan exenciones para el mismo tipo de acero importado han experimentado resultados diferentes.
Si las solicitudes de algunas empresas son aceptadas mientras que otras no, las personas con exenciones tendrán una ventaja de costo de facto sobre otras empresas. Claramente, el campo de juego es desigual, dado que ha habido suficientes quejas para desencadenar una investigación de IG.
Según Reuters, un fabricante estadounidense de latas ha recibido una exención para sus importaciones, mientras que otros se han enfrentado a negaciones y demoras.
La Secretaria de Economía (SE) determinó aplicar cuotas compensatorias provisionales a las importaciones de productos planos de acero inoxidable laminado en frío, incluidas las definitivas y temporales, originarias de China, y de Taipéi, independientemente del país de procedencia.
La dependencia manifestó que continúa el procedimiento de investigación en materia de prácticas desleales de comercio internacional en su modalidad de discriminación de precios de los productos planos de acero inoxidable laminados en frío, resistentes al calor y a la corrosión, de anchura superior o igual a 600 milímetros (mm) y espesor entre 0.3 mm y 1 mm, y de anchura inferior a 600 mm y espesor entre 0.3 mm y 4.0 mm.
Este producto se comercializa en forma de bobinas, rollos, flejes, cintas, hojas y chapas, entre otras.
La SE impuso la cuota de:
a. de 121.46% para Shanxi, y
b. de 88.42% para las demás empresas exportadoras de China.
Outokumpu Mexinox solicitó el pasado 31 de enero de 2019, el inicio de la investigación y el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó la resolución de inicio el 5 de abril del presente año y fijó como periodo investigado el comprendido del 1 de octubre de 2017 al 30 de septiembre de 2018, y como periodo de análisis de daño el comprendido del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2018.
A su vez, detalló que continúa el procedimiento de prácticas desleales sin la imposición de cuotas compensatorias provisionales a las importaciones de productos planos de acero inoxidable laminados en frío, incluidas las definitivas y temporales, así como las que ingresan al amparo de la Regla Octava para la aplicación de la TIGIE, originarias de Taiwán, independientemente del país de procedencia, que ingresan por las fracciones arancelarias 7219.34.01, 7219.35.01 y 7220.20.02 de la TIGIE y al amparo de la Regla Octava por las fracciones 9802.00.01, 9802.00.02, 9802.00.03, 9802.00.07, 9802.00.10, 9802.00.13 y 9802.00.19 de la TIGIE, o por cualquier otra.
Refirió que los interesados podrán garantizar el pago de la cuota compensatoria que corresponda, en alguna de las formas previstas en el CFF.
Además, detalló que de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 66 de la LCE, los importadores que conforme a esta Resolución deban pagar la cuota compensatoria provisional, no estarán obligados al pago de la misma si comprueban que el país de origen de la mercancía es distinto a China.
La comprobación del origen de la mercancía se hará conforme a lo previsto en el acuerdo por el que se establecen las normas para la determinación del país de origen de las mercancías importadas y las disposiciones para su certificación,
La SE concedió un plazo de 20 días hábiles, contados a partir de mañana, para que las partes interesadas acreditas en el procedimiento, de considerarlo conveniente, comparezcan ante la Secretaría para presentar los argumentos y pruebas complementarias que estimen pertinentes.
Este plazo concluirá a las 14:00 horas del día de su vencimiento.
Ha habido informes de varios despidos en la industria del acero de EUA este año, en contraste con las noticias del año pasado sobre reinicios de plantas y nuevas plantas. El año pasado, los aranceles de la Sección 232 elevaron los precios del acero, que actualmente rondan los mínimos de varios años y provocan el cierre de plantas y la pérdida de empleos.
La industria del acero de EUA ha permanecido en los titulares desde la elección de Donald Trump hace tres años. Su elección desencadenó una ola de compras en acciones como U.S. Steel Corporation, AK Steel y Cleveland-Cliffs.
Manteniendo su palabra, Trump impuso un arancel del 25% a las importaciones de acero el año pasado, lo que provocó que los precios del acero en EUA subieran a niveles no vistos en una década en el primer semestre del año.
La caída de las importaciones y el aumento de los precios también provocaron un aumento de la producción nacional. A medida que aumentaron el flujo de caja y la rentabilidad, las fábricas nacionales anunciaron nuevos proyectos y el reinicio de algunas fábricas inactivas.
U.S. Steel Corporation, por ejemplo, reinició dos altos hornos que estuvieron inactivos en 2015. Nuevos molinos y reinicios significaron nuevos empleos en el sector manufacturero de EUA.
Fue un avance rápido hasta este año, y la industria del acero todavía está en las noticias, pero por otras razones. Ha habido varios cierres de plantas y despidos. A principios de este año, U.S. Steel cerró dos de sus altos hornos de EUA, , AK Steel cerró permanentemente sus instalaciones de Ashland Works y ArcelorMittal detuvo sus plantas de molienda de estaño. Los precios internos del acero cayeron a mínimos de varios años a pesar de los aranceles de la Sección 232 de Trump.
Ahora estamos viendo una nueva ola de despidos en la industria del acero. La semana pasada, U.S. Steel Corporation confirmó que está despidiendo a algunos empleados.
El Pittsburg Post-Gazette informó que la compañía dijo: “Necesitamos convertirnos realmente en una organización más ágil, eficiente y rápido”. Agregó: “Como parte de este proceso, estamos dando el paso difícil de eliminar una serie de posiciones no representadas en los Estados Unidos”. Sin embargo, la compañía no ha revelado cuántos empleados serían despedidos como parte de su reestructuración.
Argus Media informa que ArcelorMittal estará inactivo en uno de sus altos hornos en el puerto de Indiana. Típicamente, tal inactividad es seguida por despidos, especialmente considerando que la demanda de acero es modesta en el mejor de los casos. Además, con la nueva capacidad que entrará en funcionamiento en la próxima década, algunos altos hornos inactivos podrían cerrarse permanentemente. La planta Ashland Works de AK Steel es un ejemplo perfecto. La compañía cerró permanentemente la planta en función de su evaluación de la situación de la oferta y la demanda a largo plazo.
Mientras tanto, los despidos en la industria del acero de EUA han puesto los aranceles de la Sección 232 de Trump en el centro de atención. Se suponía que los aranceles cambiarían las fortunas de las empresas siderúrgicas estadounidenses, pero ese no es exactamente el caso, como lo reflejan la caída de los precios y la pérdida de empleos.
Por cierto, George Bush también probó suerte con los aranceles de acero en su mandato. Finalmente, tuvo que hacerlos retroceder. ¿Podrían los aranceles de Trump enfrentar el mismo destino? Para obtener más información, lea ¿Los aranceles de acero de Trump fracasarán como los aranceles de Bush?
La planta de ArcelorMittal en Sagunto realizará dos horas de paro por turno del 14 al 30 de noviembre, convocados por la Sección Sindical Intercentros de CCOO, ante el bloqueo de las negociaciones sobre el nuevo acuerdo marco y para que la empresa respete los consensos ya alcanzados.
En el caso de Asturias las movilizaciones se iniciaron el pasado viernes, como rechazo a la “imposición de la dirección”, trasladando de esta manera el acuerdo aprobado por las Asambleas de Afiliados de “no firmar el convenio de Asturias, así como la de seguir reivindicando las mejoras laborales justas y dignas para el conjunto de trabajadores” de la empresa en España, informa CCOO.
Este sindicato defiende la unidad de acción de todos los trabajadores e insiste en seguir negociando el Acuerdo Marco, y para ello ha convocado nuevas movilizaciones este mes de noviembre en las que reivindicará que se “retome la negociación en igualdad de condiciones para todos los trabajadores independiente del centro donde trabajen”.
Estos paros se decidieron por la Sección Sindical Intercentros de CCOO que reúne al conjunto de afiliados de ArcelorMittal en España y en el que sus representantes fueron elegidos según el nivel de afiliación de cada centro.
Ahora bien, el sindicato recuerda que la convocatoria es a nivel estatal, a los trabajadores en las diferentes factorías y no solo a los afiliados de CCOO ya que asegura que “lo que esta en juego son los intereses comunes en todos los centros, no los particulares que se regulan en los convenios de cada planta”.