La calificadora Fitch Ratings recortó nuevamente la proyección de la economía de México, al señalar que espera una caída en el PIB de 4.0 por ciento, lo que significa un drástico ajuste si se considera que apenas el pasado 5 de marzo esperaba un crecimiento del país de 1.0 por ciento.
Calculó que el consumo caerá en México en el presente año 3.6 por ciento, la inversión fija descenderá 10 por ciento y la inflación remontará a 3.5 por ciento, la tasa de interés cerrará el año en 5.50 por ciento y el tipo de cambio se recuperará de los actuales niveles para terminar diciembre en 21.50 pesos por dólar.
Fitch Ratings prevé una recuperación de la economía mexicana en 2021 con un crecimiento del PIB de 2.1 por ciento, un avance del consumo de 2.5 por ciento y de la inversión fija de 2.7 por ciento, la inflación se ubicará en 3.5 por ciento, la tasa de interés bajará a 5.25 por ciento y el tipo de cambio se apreciará aún más para concluir el año en 20.50 pesos por dólar.
En su Global Economic Outlook del 2 abril de 2020, la agencia expone que la velocidad con la que evoluciona la pandemia de coronavirus ha requerido otra ronda de recortes enormes en las previsiones del PIB mundial.
“Ahora esperamos que la actividad económica mundial disminuirá 1.9 por ciento en 2020, con el PIB de Estados Unidos cayendo 3.3 por ciento, la zona euro con una contracción de 4.2 por ciento y el Reino Unido con una contracción de 3.9 por ciento».
Por otra parte, expone que la recuperación prevista para China será severamente restringida por la recesión mundial, por lo que su crecimiento será inferior al 2.0 por ciento.
“Estos números son mucho peores que el escenario pesimista de las perspectivas globales de publicadas el 19 de marzo, cuando se esperaba un crecimiento global de más de 1.0 por ciento”.
Expone que el pronóstico de la caída del PIB mundial para todo el año está a la par con la crisis financiera, pero el impacto inmediato en la actividad y el empleo en la primera mitad de 2020 será peor.
Las acerías italianas tendrán que cerrar la mayoría de las operaciones en virtud de un decreto gubernamental emitido el domingo por restricciones más estrictas para combatir la propagación del coronavirus, informó la agencia Platts.
El gobierno ordenó la suspensión de actividades industriales y comerciales que no son esenciales para el 25 de marzo.
Fuentes del mercado dijeron que aunque a la mayoría de las fábricas no se les permitiría continuar la producción, algunas están tratando de obtener el permiso requerido de los prefectos locales para continuar. Los sindicatos han prometido luchar contra tales movimientos y dicen que están listos para convocar una gran huelga para evitar que las plantas permanezcan abiertas.
Según el decreto del gobierno, las actividades de las plantas de ciclo de producción continuo están permitidas “a partir de las cuales la interrupción resulta en daños serios a la planta misma”, pero nuevamente esto está sujeto a la luz verde del prefecto local.
La planta de ArcelorMittal Italia en Taranto, el mayor productor italiano de acero plano, tiene una producción de ciclo continuo en su planta que debería poder seguir funcionando.
El sábado cerró el alto horno No.2 en Taranto, así como el taller de fusión No.1 de la instalación. La producción de acero crudo será de alrededor de 8,500 tm / día, con solo dos altos hornos, N ° 1 y 4, que continuarán funcionando, dijeron fuentes de sindicatos a Platts.
“AM Italia ha cerrado algunos de los extremos calientes; Entendemos que BF1 y BF4 tienen que seguir siendo operativos, pero solicitamos cerrar todas las demás actividades de la parte final fría que todavía están funcionando en Taranto, así como en los sitios de la empresa con sede en el norte de Italia, como Génova y Novi Liguri ”, dijo una fuente sindical.
“Instamos al gobierno y a los prefectos a que nos escuchen y detengan todas las actividades; no es necesario que las partes frías funcionen por el momento, también teniendo en cuenta que la mayoría de los compradores de productores de acero italianos son nacionales y no nacionales”. – han detenido las producciones, en particular los sectores automotrices ”, agregó.
Los sindicatos debían reunirse con representantes de la compañía el lunes por la tarde. La compañía declinó hacer comentarios.
La planta Servola de Arvedi en el área de Trieste también estaría potencialmente exenta, pero de todos modos debía cerrar permanentemente a fines de marzo.
Alimentos y manufacturas más caras, menos probabilidad de que bajen los intereses y la gasolina, son parte de los efectos que veremos por un dólar más caro.
“Al final del día esto impactará indiscutiblemente en el costo del abasto y suministro de los productos, encareciendo sus precios, ya que muchos de ellos los tenemos que importar para poder satisfacer la demanda de nuestro mercado”, aseguró por su parte Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
El viernes pasado el peso mexicano acumuló una depreciación semanal de 9.10%, su mayor caída en cinco días desde noviembre de 2016, cuando Trump ganó las elecciones en Estados Unidos. Mientras que en las últimas cuatro semanas, el peso se depreció 18.45%, algo no visto desde octubre 2008, refiere Banco Base.
Alimentos al alza
El incremento en los precios de bienes importados, es uno de los principales efectos que veremos, a raíz de un dólar por arriba de los 20 pesos, lo que a su vez generaría presiones inflacionarias, explicó Siller.
De acuerdo con la ANPEC, los precios de los alimentos que importamos serían de los primeros en subir.
Maíz amarillo, para alimentar ganado y preparar frituras. Trigo, para preparar pan y galletas, soya, leche en polvo, carne de pollo y de cerdo son los productos agroalimentarios que más importa México del exterior, principalmente de Estados Unidos, refiere información de la Secretaría de Economía.
“Definitivamente creemos que los bienes importados van a subir su precio y que esto puede generar mayores presiones inflacionarias, (previo al jueves 12 de marzo) teníamos una estimación para finales de año de 3.4% para la inflación, ahora la tenemos en 4.3%”, dijo Siller.
… Y bienes duraderos
Las alzas no terminan ahí. Aunque se prevé que disminuya la compra de bienes duraderos como automóviles, lavadoras o refrigeradores, estos también subirán de precio debido a que los insumos para fabricarlos son en su mayoría de importación y se pagan en dólares.
Se prevé que sea en un periodo corto el que afecte al sector manufacturero de exportación, previó Luis Aguirre Lang, presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
“Se dice que al exportador le conviene, pero es una información un poco irreal, nosotros exportamos y vendemos en dólares, pero tenemos mucha proveeduría que debemos pagar en dólares, el tipo de cambio se establece para poder tener nuestras operaciones corriendo en México, a través de las transferencias que recibimos de nuestros corporativos, a las empresas en México para la operación diaria”, explicó Aguirre Lang.
Menos oportunidad para bajar tasa de interés
Con un precio más alto del dólar también la decisión de política monetaria de Banco de México (Banxico) de bajar la tasa de interés de referencia se vuelve más difícil, consideró Siller.
Las depreciaciones rápidas del peso hacen más difícil la decisión de política monetaria, agregó
¿Y la gasolina?
A la par de que subió el dólar, la semana, pasada el precio del petróleo a nivel mundial cayó por conflictos entre Arabia Saudita y Rusia, y una menor demanda de crudo a causa del coronavirus.
El jueves 12 de marzo, la mezcla mexicana llegó a los 23.58 dólares por barril, 2.35 dólares menos que la sesión del miércoles, de acuerdo a Petróleos Mexicanos (Pemex). Cabe destacar que la perspectiva de Hacienda para el precio del crudo para 2020 fue de 49 dólares.
Y aunque esto signifique menores precios para la gasolina que México importa de Estados Unidos (en promedio el 80% de la que se consume en el país), no se verán bajas, el precio solo se mantendrá en sus niveles, explicó Arturo Herrera, secretario de Hacienda, el martes 10 de marzo a periodistas.
“Hay una política muy clara de estabilizar el precio de los combustibles, en específico la gasolina, de tal forma que cuando suben los precios, nosotros tenemos que dar un estímulo al IEPS, que se convierte en un tipo de subsidio. Cuando los precios de las gasolinas bajan, ese estímulo desaparece y entonces se recauda más del IEPS”, explicó Herrera.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró la aprobación del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en las cortes canadienses, el último país que faltaba por dar luz verde al acuerdo.
“Ya en Canadá se aprobó el tratado de libre comercio”, se congratuló el presidente en un video en su cuenta de Twitter, y consideró que eso garantiza las “relaciones económicas y comerciales con el mercado más importante y más fuerte del mundo”.
López Obrador destacó la aprobación en la Cámara Baja canadiense fue “por unanimidad”, mientras que en el Senado la ley pasó también “sin ninguna enmienda”, según la web oficial de la institución.
El embajador de México en Canadá, Juan José Ignacio Gómez Camacho, también informó del acuerdo en las redes sociales.
No obstante ese formalismo restante, el jefe negociador de ese acuerdo comercial en México, Jesús Seade, celebró el acuerdo tras el trámite parlamentario.
“Finalmente, después de intensas negociaciones, el tratado será una realidad que fortalecerá la competitividad en Norteamérica. ¡Enhorabuena!”, escribió Seade en su cuenta de Twitter.
En esa línea, la secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, dijo en esa misma red social que la aprobación “impulsará a México como una economía confiable, dinámica y moderna” y que demuestra que el país “se transforma y sigue adelante”.
No obstante ese formalismo restante, el jefe negociador de ese acuerdo comercial en México, Jesús Seade, celebró el acuerdo tras el trámite parlamentario
México y Estados Unidos ya habían ratificado el T-MEC, que permitirá reemplazar el actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.
El 30 de noviembre de 2018, los mandatarios de México, Enrique Peña Nieto (2012-2018); de Estados Unidos, Donald Trump, y de Canadá, Justin Trudeau, firmaron el T-MEC tras un año de tensas negociaciones para actualizar el TLCAN.
Pero durante 2019, la oposición demócrata estadounidense bloqueó el proceso de ratificación en la Cámara Baja por la desconfianza en el cumplimiento de los estándares laborales en México.
El pasado 10 de diciembre, representantes de los tres gobiernos firmaron en Ciudad de México el texto definitivo, que incluía algunas exigencias de los demócratas sobre asuntos laborales y la procedencia del acero en el sector automotor.
La crisis sanitaria por el Covid-19 ha impactado a la industria de la transformación con pérdidas por 213 millones de dólares a nivel nacional, estimó este jueves la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) de Nuevo León.
La cámara empresarial estimó que las perspectivas de daños que dieron a conocer hace apenas seis días, están siendo sobrepasadas.
Originalmente se había calculado que al interrumpirse las cadenas productivas de materias primas e insumos provenientes de Asia el daño potencial era de cuatro millones de dólares diarios, sin embargo, como ahora se está frenando también todo lo proveniente de Europa, esta expectativa sube a 5.2 millones.
“Con la expansión del brote del coronavirus a otras latitudes, la Cámara actualiza la estimación que mostró hace algunas semanas en torno de las afectaciones en la cadena de valor de México y el estado”, indicó la Caintra en un comunicado.
Con ello, agregó que la afectación total en los últimos 42 días asciende a 213 millones de dólares.
Tan solo para Nuevo León, la estimación es de alrededor de 27 millones de dólares en afectaciones a las exportaciones del estado en el periodo, es decir, casi el doble de lo que se previó originalmente que eran 15 millones de dólares.
La Caintra señaló que seguirá de cerca la evolución de estas afectaciones y continuará informando a la industria sobre lo sucedido.
La Asociación Latinoamericana del Acero, ALACERO, informó que en 2019 cayó 5% el consumo de acero de América Latina.
Explicó que el menor consumo de acero refleja una contracción económica significativa e indica un 2020 desafiante para la industria de acero de la región.
“El desempeño del consumo de acero en América Latina en 2019 registró una disminución del 5%, totalizando 64 millones de toneladas. Este resultado indica un nuevo año de desafíos para la economía de la región y viene a agravar el proceso de desindustrialización, que está presente hace décadas y que puede impactar la estabilidad de 260,000 empleos directos en el sector”, indicó en un comunicado.
El menor consumo de acero en la región refleja una contracción económica significativa de los países latinoamericanos, particularmente de las tres economías principales de la región: México, Argentina y Brasil, que explican el 87% de la reducción.
Entre las principales razones de esta situación se encuentran la desaceleración económica mundial, menores precios de los commodities, las disputas comerciales de Estados Unidos con sus socios, la reducción del comercio mundial y las incertidumbres políticas y su efecto sobre la inversión que enfrentan estos países y sus vecinos de América Latina.
Al comparar la tendencia de consumo en años anteriores, observamos una caída gradual desde 2014, momento en el cual el consumo alcanzó su nivel más alto (72.1 millones de toneladas). Esta caída representa un retroceso con relación a lo proyectado inicialmente de casi 5 millones de toneladas.
“Observamos con preocupación que un resultado de este tipo hace más grave la situación reflejada en estudios de la asociación que se refieren al proceso de desindustrialización que hemos sufrido. Incluso, estamos en proceso de actualización de este estudio para toda América Latina” comentó Francisco Leal, director de Alacero.
De acuerdo con el Profr. Germano Mendes de Paula – coordinador de los estudios de Alacero, profesor de economía de la Universidad Federal de Uberlândia (Minas Gerais, Brasil), y especialista en la industria del acero, «el desempleo es un efecto del proceso gradual que ha entrado en nuestra región desde mediados de la primera década del siglo, lo que llamamos desindustrialización», dice.
De acuerdo con él, la industria representaba el 30% del PBI de América Latina en 2000, pero actualmente solo corresponde al 15%.
“El consumo de acero es un reflejo del dinamismo industrial. Todas las industrias consumen acero: construcción, automotriz, maquinaria y equipo, empaque, agricultura etc. La caída o el bajo crecimiento en el consumo de acero son más graves en los países emergentes, ya que todavía necesitan importar más bienes de capital que los países industrializados».
En 2020 la expectativa inicial en América Latina es un crecimiento del 2.8% en el consumo de acero, que se espera alcance los 66 millones de toneladas. La proyección está influenciada por Brasil, principal economía de la region, que tiene una perspectiva favorable para este año, por las reformas económicas que están implementando.
Esta estimación podrá cambiar dependiendo de los efectos económicos que está teniendo el problema de salud pública generado por el coronavirus que se originó en China a principios de año y que ha causado volatilidad financiera y económica; lo que se ha traducido en revisiones a la baja de los pronósticos económicos que se tenían a principios de año.
“Todas las fases del ciclo de producción continúan de manera normal, incluida la carga y descarga de mercancías, en pleno cumplimiento de todas las [medidas] preventivas y precautorias ya implementadas por el grupo en las últimas semanas”, dijo el productor de acero largo Acciaierie Venete.
La reciente extensión del área de cuarentena sanitaria en el norte de Italia no afectará la producción o las entregas de acero, dijeron fuentes a la agencia Metal Bulletin (MB) el lunes 9 de marzo.
El 8 de marzo, las autoridades italianas ordenaron un bloqueo en toda Lombardía y en 14 provincias de las regiones de Veneto, Emilia Romagna, Piamonte y Las Marcas en un intento por controlar el brote del coronavirus 2019-nCoV.
Un gran número de productores de acero, incluido el productor de acero plano Arvedi y la fábrica de alambrón del Grupo Pittini, se encuentran en la región ahora bajo cuarentena.
Si bien el bloqueo no tendrá ningún efecto sobre la producción o las entregas de productos de acero, puede provocar una desaceleración de la actividad comercial debido a las preocupaciones individuales de algunos compradores, dijeron fuentes del mercado.
El decreto emitido por el gobierno italiano el 8 de marzo dijo que los bienes pueden entrar o salir de las áreas bajo llave por carretera siempre que los conductores sigan las medidas de precaución.
Arvedi no tiene problemas con las entregas o la producción debido al bloqueo, dijeron los participantes del mercado.
Las siderúrgicas italianas han estado comercializando bobinas laminadas en caliente a € 435-450 ($ 491-508) por tonelada de fábrica, pero estaban buscando aumentos de precios a € 460-470 por tonelada de fábrica.
“La circulación de bienes en Italia está libre de restricciones”, dijo una fuente comercial en Lombardía.
Pittini Group, uno de los principales productores de acero largo de Italia, confirmó que todas sus plantas funcionaban normalmente.
“Hay algunas restricciones, pero no se refieren a los envíos de mercancías”, dijo una fuente cercana a Pittini. “Tenemos que trabajar normalmente y hacer todo lo posible para mantenernos a salvo”.
La evaluación semanal de precios de MB para alambrón de acero (calidad de malla), doméstico, entregado en el sur de Europa, fue de € 455-470 ($ 514-531) por tonelada el 4 de marzo, ampliando a la baja en € 5 por tonelada semana a semana debido a la dura competencia entre los productores.
Aunque el bloqueo no ha tenido consecuencias directas en los envíos, algunos compradores, tanto en Italia como en Alemania, han sido cautelosos al hacer tratos debido a las incertidumbres relacionadas con el brote de coronavirus, por lo que la actividad del mercado se ha desacelerado ligeramente, dijeron fuentes del mercado.
Los compradores de aceros largos en Polonia también notaron que hubo retrasos menores de un par de días en las entregas de acero desde Italia debido al brote de coronavirus, pero la situación no es crítica.
“Todas las fases del ciclo de producción continúan de manera normal, incluida la carga y descarga de mercancías, en pleno cumplimiento de todas las [medidas] preventivas y precautorias ya implementadas por el grupo en las últimas semanas”, dijo el productor de acero largo Acciaierie Venete.
“Algunos compradores están preocupados por la perspectiva incierta”, dijo una fuente italiana separada. “Hay muchos rumores en el mercado, pero hasta ahora el mayor efecto ha sido el resultado del pánico de algunas personas y no de problemas de producción reales”.
MB ha compilado una lista de los principales productores de acero ubicados en el área bajo cierre. Ellos son: Arvedi, en Cremona; Acciaierie di Verona de Pittini, en Verona; ls plantas de AFV Beltrame en Vicenza, Venecia y San Didero; Alfa Acciai en Brescia; las plantas de Acciaierie Venete en Padua y Sarezzo; las plantas de Marcegaglia en Boltiere, Lomagna, Lecco y Ravenna; NLMK, en Verona; Duferdofin-Nucor, en San Zeno Naviglio; y Ferriera Valsabbia, en Odolo.
México enfrenta el mayor desafío de los últimos 10 años con el coronavirus, la depreciación del peso y la baja del precio del petróleo, y lo peor “es que aún no se ve el fondo”.
El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz, señaló lo anterior y consideró que la emergencia sanitaria “toma a México en un momento de debilidad económica y por lo tanto urge que el gobierno tome acciones extraordinarias”.
“Un pacto, entre el gobierno y el sector privado, un llamado a la unidad que reactive a la industria mexicana y frene la caída de los sectores productivos” expuso en entrevista con Notimex.
De la Cruz reconoció que “se observa un horizonte complejo para México, frente al coronavirus y sobre todo por el bajo crecimiento con el que encuentra al país y el primer reflejo es la salida de capitales”.
Además, apuntó, dada la dependencia que México tiene del petróleo y el retroceso en la cotización del barril, a unos 30 dólares, muy lejos de los 49 dólares estimados en el presupuesto, esto causó “mucho nerviosismo”, pues además, hay una caída de la producción de 249 mil barriles por debajo de lo estimado en el presupuesto.
Un tercer factor en contra de la crisis por el coronavirus es el impacto a la economía mexicana por la desaceleración global en las manufacturas, pues México es un gran país exportador, pero que depende mucho de las cadenas globales de valor y de la producción e insumos de China y Estados Unidos.
Entonces en conjunto “esto ha propiciado la salida de capitales”, y aun cuando no se puede conocer el monto total de los recursos que han salido del país, el impacto se observa en el tipo de cambio, que en los últimos 15 días pasó de 19 pesos a superar los 21 pesos por dólar, esto es una depreciación del más de 10 por ciento, e incluso podría sobrepasar los 22 pesos por billete verde.
Mientras todo lo anterior ocurre, explicó José Luis de la Cruz, y la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos recorta su tasa de interes medio punto, el Banco de México (Banxico) se mantiene sin intervenir, “no dice nada porque creo que tiene temor de que si reduce la tasa, a pesar de que eso están haciendo en otros países, en México se incremente la salida de capitales”.
Entonces se requiere la acción del gobierno y el sector privado, porque las empresas por sí solas no van a poder enfrentar los riesgos, ni enfrentar un entorno económico que se debilita, sobre todo cuando “en la industria estamos viendo que una parte enfrenta problemas legales por el etiquetado, otra parte de la industria ve presiones tributarias, otra más enfrenta bloqueos en carreteras”.
Es decir, “la actividad productiva en el país está enfrentando restricciones por diversos motivos, ajenos al coronavirus, pero que los ponen en una situación crítica frente a la emergencia económica”.
El especialista refirió que además de los problemas internos de la industria productiva nacional, “este es un momento delicado, pues México compra 80 mil millones de dólares de China, de insumos intermedios, maquinaria y bienes de consumo y esos materiales están enfrentando problemas para llegar y esas partes se requieren para fabricar otros bienes”.
Ante la emergencia económica, advirtió, se requiere de un pacto urgente entre el gobierno de México y el sector privado, “porque ninguno de los dos va poder solo.
«Porque justamente el gobierno enfrentará restricciones de ingreso y el sector privado enfrentará restricciones para realizar sus actividades. Entonces, se requiere de la unidad a la que llamó el propio presidente Andrés Manuel López Obrador el sábado pasado, pero con acciones concretas”, añadió.
Los mercados de acciones y el petróleo rebotaban con fuerza el martes luego del desplome de la jornada anterior, en medio de señales de acciones coordinadas de las mayores economías del mundo para mitigar el impacto de la epidemia del coronavirus, que ha hecho entrar en pánico a los inversores.
La mayoría de rendimientos de los bonos gubernamentales también se alejaba de los mínimos históricos de la víspera, ya que la expectativa de más estímulos para apoyar el crecimiento global de los efectos de la epidemia impulsaba modestamente el apetito por el riesgo.
Las acciones europeas recuperaron rápidamente un 3% tras el desplome del 7% del lunes, uno de sus peores días en registro. Los sectores de minería, petróleo y gas lideraban las ganancias y los precios del Brent repuntaban tras el derrumbe de 25% generado por el colapso de un pacto global para recortar sus suministros de crudo.
Los rendimientos de la deuda del Tesoro estadounidense a 10 años más que se duplicaban, al 0,70%, y los retornos de los Bunds alemanes saltaban unos 20 puntos básicos, puesto que los inversores se desprendían de algunos de sus activos de refugio.
En un hecho que mejoró la moral del mercado, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo el lunes que tomaría “importantes medidas” para proteger la economía y sugirió la idea de impulsar un recorte del impuesto a la renta entre los republicanos del Congreso.
En tanto, Japón dijo que emitiría un gasto adicional de 430.800 millones de yenes (4.100 millones de dólares) para suavizar los efectos del brote de coronavirus, mientras que el viceministro de Economía de Italia anunció que los pagos de hipotecas serían suspendidos en todo el país, que sufre la mayor cantidad de casos de la infección fuera de China.
Algunos de los mayores bancos de inversión del mundo, incluyendo JP Morgan, Citi y Barclays, ahora esperan que la Reserva Federal recorte las tasas de interés a cero en los próximos meses, como parte de una iniciativa global para proveer un colchón financiero y garantizar liquidez en el sistema.
“Al menos hoy creemos que los mercados pasaron de ser demasiado complacientes a extremadamente pesimistas”, dijeron ejecutivos del principal gestor de activos de Europa, Amundi, en una nota enviada a clientes.
“Nuestro escenario base, en cambio, es de un revés temporal, aunque más prolongado si lo comparamos con lo que esperábamos un mes atrás, seguido por una recuperación”, añadieron.
El petróleo sufrió su mayor descenso diario desde la Guerra del Golfo de 1991 y las acciones mundiales se hundieron el lunes, después de que Arabia Saudita lanzó una guerra de precios del crudo con Rusia, elevando la ansiedad de los inversores, ya asustados por el coronavirus.
Se espera que los mercados estadounidenses sigan la tendencia de las acciones de Europa y Asia, ya que los futuros de Wall Street cotizaban por encima del 5%. El índice Nikkei de Japón cerró con un alza del 0,85%, luego de tocar previamente su menor nivel desde abril de 2017.
El índice referencial de Shanghái en China finalizó la jornada con avance de 2,1%, después de que los nuevos casos de coronavirus en el país se desplomaron y tras una visita del presidente Xi Jinping a Wuhan -donde se originó la epidemia- que elevó la confianza de los inversores.
El pronóstico para 2020 tiene mucha incertidumbre, particularmente con respecto al gasto / inversión en construcción en México y por el brote de coronavirus.
De acuerdo con Stephen Simpson, analista investigación de Seeking Alpha, Ternium fue golpeada por la aversión al riesgo y la incertidumbre económica.
Ternium no cumplió con las expectativas del cuarto trimestre de mayores costos, lo que llevó al peor EBITDA de acero / tonelada en aproximadamente cinco años.
El pronóstico para 2020 tiene mucha incertidumbre, particularmente con respecto al gasto / inversión en construcción en México, y el brote de coronavirus no está ayudando.
«No intentaré tocar fondo, pero creo que Ternium está operando demasiado barato a menos que espere que el coronavirus realmente perjudique el crecimiento económico global».
El rendimiento de Ternium (TX) desde mi última actualización, dijo, no ha sido bueno, con un porcentaje de participación de aproximadamente el 17%. Eso es mejor que el rendimiento de pares de acero como ArcelorMittal (MT), Nucor (NUE) y Steel Dynamics (STLD), pero «menos malo» solo vale mucho. «Honestamente, encontré que la reacción a la falla del cuarto trimestre de la compañía fue relativamente moderada, pero ahora hay muchas preocupaciones sobre lo que el coronavirus puede significar para varias economías, y eso es además de lo que ya era una gran incertidumbre sobre las perspectivas. para México en 2020».
«Todavía me gusta la propuesta de valor a largo plazo aquí, pero comprar en fuertes caídas del mercado a menudo se siente como jugar pollo con un tren de carga. Ternium sigue siendo una empresa siderúrgica bien administrada con una rentabilidad superior a la media y exposición a mercados atractivos, pero esta no es una buena acción para los inversores nerviosos», indicó.