La administración de Joe Biden llega a la primera reunión de la Comisión de Libre Comercio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) con una apretada agenda de temas pendientes con México, que incluyen asuntos laborales, agrícolas y energéticos, así como un litigio sobre las cuotas de importación de lácteos con Canadá, entre otros.
La Representante Comercial de la Casa Blanca, Katherine Tai, será la anfitriona del encuentro virtual que reunirá por primera vez a tres mujeres a la cabeza, junto con la secretaria mexicana de Economía, Tatiana Clouthier y la ministra canadiense de pequeños negocios, promoción de exportaciones y comercial internacional, Mary Ng.
“Los ministros recibirán actualizaciones sobre el trabajo en marcha para avanzar la cooperación bajo el acuerdo y llevarán a cabo discusiones robustas sobre las principales obligaciones bajo el T-MEC, que fijarán un estándar para acuerdos comerciales futuros”, sostuvo la oficina comercial de EU (USTR, por sus siglas en inglés).
Tai se comprometió a ventilar durante el encuentro el primer caso presentado por Estados Unidos bajo el Mecanismo de Respuesta Rápida del T-MEC, para investigar violaciones laborales serias contra los derechos de asociación sindical y contratación colectiva de trabajadores mexicanos de una planta de General Motors en Silao.
A petición de senadores republicanos, la representante comercial de la Casa Blanca se comprometió asimismo a comentar el caso de la queja presentada por sindicatos estadounidenses contra la empresa Tridonex en Matamoros, a la que acusaron de negar el derecho de los trabajadores a organizarse sindicalmente, y negociar un contrato colectivo. Tai ha elogiado la cooperación con México en el caso de General Motors y ha dejado en claro que buscará colaborar con su contraparte mexicana para evitar una “carrera hacia el fondo” en materia de derechos laborales.
La reunión tripartita que se llevará a cabo entre hoy y mañana servirá como un espacio para trazar los objetivos a largo plazo de cada uno de los países de la región, así como para establecer un plan de trabajo e ir quitando de la mesa los “irritantes” que han surgido durante los últimos diez meses, señaló Kenneth Smith, negociador en Jefe del TLCAN, en entrevista con La Silla Roja.
“Esta reunión es para que se conozcan los secretarios, para que se discuta la visión que tienen del T-MEC a largo plazo (…), sobre cómo ven, no solo la parte técnica y los aspectos irritantes, sino también para (conocer) la visión que cada país tiene sobre la región de Norteamérica”, dijo a El Financiero-Bloomberg.
Smith resaltó que esta reunión se realizará en un momento idóneo, debido a que ya se estrenó el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del T-MEC y comenzaron a discutirse otros temas álgidos, con ‘contraataque’ incluido por parte de México.
“No creo que haya sido coincidencia la carta del embajador Esteban Moctezuma denunciando al sector agrícola estadounidense, es un mensaje político que indica que el capítulo laboral aplica por igual para ambos países, hubiera sido más efectivo que México denunciara un caso específico, ya que tiene mayor contundencia”, explicó.
Como aspecto positivo, resaltó que a 10 meses de haber entrado en vigor el acuerdo, apenas se están vislumbrando los primeros casos.
“No es fácil armar un caso, y que pase ‘la prueba de la risa’, como solemos decir en el argot del comercio exterior, ya que los casos deben tener evidencia sustantiva de que cumplan con todos los requisitos y que pueda proceder hasta establecer un panel”, puntualizó el también socio de la firma Agon.
Las claves del RCEP, el mayor tratado de libre comercio del mundo (y cómo afecta a América Latina). Tras una década en proceso, el mayor acuerdo comercial del mundo es un hecho.
Las claves del RCEP, el mayor tratado de libre comercio del mundo (y cómo afecta a América Latina)
Líderes de Asia firmaron este domingo en Hanoi el megatratado que incluye a los diez miembros de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (Asean) además de China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda.
Entre todos los miembros suman casi un tercio de la población mundial y el 29% del Producto Interno Bruto del planeta.
El acuerdo, que lleva el nombre de RCEP (siglas en inglés de Regional Comprehensive Economic Partnership, Alianza Integradora Económica Regional), será mayor que el de T-MEC (Estados Unidos, México y Canadá) y que la Unión Europea.
India también formó parte de las negociaciones, pero se retiró el año pasado por su preocupación de que la reducción de aranceles perjudicaran a sus productores.
¿Qué significa? El RCEP eliminará aranceles a las importaciones por los próximos 20 años e incluye provisiones respecto a propiedad intelectual, telecomunicaciones, servicios financieros, comercio electrónico y servicios profesionales.
El nuevo bloque comercial está formado por 15 países.
Muchos de los países miembros ya tienen tratados de libre comercio entre sí, pero con limitaciones.
“Los tratados de libre comercio existentes pueden resultar muy complejos en comparación con el RCEP”, dice Deborah Elms, de la organización Asian Trade Centre, a Tim McDonald, corresponsal de la BBC en Singapur.
Negocios que se basan en cadenas globales de suministro podían verse afectados por los aranceles, pese a que existiera un tratado de libre comercio, porque sus productos tenían componentes hechos en otro lugar.
Un producto hecho en Indonesia que contiene partes fabricadas en Australia, por ejemplo, podía ser gravado con aranceles.
Bajo el RCEP, sin embargo, los componentes de cualquier país miembro serán tratados igual, lo que podría dar a las compañías de los países RCEP un incentivo para asociarse con proveedores de la nueva alianza regional.
¿Cuál es su importancia geopolítica? La idea del RCEP nació en 2012 y fue vista como una forma de China, el mayor importador y exportador de la región, de contrarrestar la influencia que Estados Unidos estaba tomando en Asia-Pacífico bajo el gobierno de Barack Obama.
El primer ministro de Vietnam, Xuan Phuc; y el ministro de Industria y Comercio, Tran Tuan Anh, fueron anfitriones de la cumbre virtual en la que se firmó el acuerdo.
Obama había promovido el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (Trans-Pacific Partnership o TPP), del que formaban parte México, Chile y Perú, y no China.
El interés en el RCEP creció cuando Trump retiró del TPP en 2017 a su país, que era el arquitecto del acuerdo y cuya economía abarcaba dos terceras partes de la del bloque.
De hecho, la guerra comercial entre Estados Unidos y China y que Trump haya privilegiado el “Estados Unidos primero” y acabado con la idea de Obama de mirar más hacia Asia ha servido para impulsar y completar RCEP, que es visto como la oportunidad de Pekín de establecer la agenda comercial regional en ausencia de Washington.
Como fuente clave de importaciones y principal destino de exportaciones para la mayoría de miembros del RCEP, China parece ser el principal beneficiado y está bien posicionado para influir en las normas comerciales y expandir su influencia en Asia-Pacífico, algo que Obama quería prevenir.
¿Cambiará algo la presidencia de Biden? El comercio internacional estuvo mucho menos en la agenda en esta campaña presidencial y Biden ha dicho relativamente poco sobre si su política comercial cambiará significativamente ni sobre si reconsiderará entrar en el TPP.
Biden apuesta por el multilateralismo pero no se sabe si reconsiderará el regreso de EE.UU: al TPP.
Biden apuesta por regresar a una política de multilateralismo, como Obama, pero es prematuro hablar de acuerdos comerciales dados los enormes retos que enfrenta a nivel interno.
Y se arriesga a que sea percibido como algo que perjudica a los sindicatos que le ayudaron a conseguir el triunfo en los estados del cinturón industrial.
Se espera que sus prioridades comerciales se centren en trabajar con aliados para presionar a China y forzar cambios en la Organización Mundial de Comercio.
Regresar a lo que era el TPP podría no ocurrir a corto plazo.
Los sindicatos y progresistas que respaldaron la elección de Biden se han mostrado escépticos sobre los acuerdos de libre comercio y representantes de estos grupos están presentes en su equipo de transición. Es posible que defiendan ciertas protecciones a industrias vulnerables como el acero y el aluminio.
Si Biden decide volver a reconectar con Asia-Pacífico, podría actuar como contrabalance de China.
¿Cómo afecta a América Latina? El comercio bilateral entre Asia y América Latina ha crecido de forma continua en las últimas décadas, pero la integración entre ambas regiones tiene mucho margen de mejora.
“A corto plazo, el RCEP puede causar algún desvío comercial, limitar el crecimiento en el comercio entre América Latina y Asia”, dice a BBC Mundo Jack Caporal, experto en comercio del Center for Strategic & International Studies (CSIS), con sede en Washington.
“Sin embargo las normas comunes harán más fácil para las compañías de América Latina con presencia en Asia hacer negocios allí”, afirma Caporal.
“Una cuestión importante para los países de América Latina es si persiguen la integración con Asia individualmente o de forma conjunta como a través de la alianza del Pacífico (TPP) o Mercosur”, agrega.
“Desde que el comercio entre América Latina y China explotó en los años 2000, liderado casi en exclusiva por el rápido crecimiento de China y su necesidad de materias primas, los países de la región han buscado una mayor integración con Asia en general, no sólo con China sino en particular con Japón Corea del Sur e India”, dice a BBC Mundo Cynthia Arnson, experta del Wilson Center en las relaciones entre ambas regiones.
Desde inicios de este siglo, América Latina ha aumentado su integración con Asia y, en especial, con China.
Arnson afirma que ese era el espíritu del TPP, ahora diezmado sin Estados Unidos.
“A menos que el gobierno de Biden regrese al TPP, los países de América Latina se verán atraídos a la mayor cuota de mercado en Asia que ahora está representada por el RCEP”, agrega.
Nicolás Albertoni, profesor de la Universidad Católica del Uruguay e investigador asociado del Laboratorio de Política Internacional y Seguridad de University of Southern California, cree que es una “desventaja” para los países que no forman parte de este tipo de megaacuerdos.
“Es clave que los países de América Latina (principalmente del Cono Sur) que no son parte vayan a tocar la puerta y pidan ser parte de estos acuerdos”, le dice a BBC Mundo.
“Poco ambicioso” Aunque el RCEP fue una iniciativa de los diez países de la Asean, muchos la consideran una alternativa respaldada por China al TPP, una propuesta de acuerdo que excluye a China pero incluye a muchos países asiáticos.
Doce naciones, entre ellas Chile, México y Perú, firmaron el TPP en 2016 antes de que Trump retirara a su país del acuerdo en 2017.
Sin Estados Unidos, el resto de países firmó el CPTPP.
Aunque incluye a menos países, el CPTPP reduce aún más los aranceles que el RCEP e incluye provisiones sobre empleo y medio ambiente.
Los críticos dicen que es un acuerdo poco ambicioso.
El ex primer ministro de Australia Malcolm Turnbull criticó el nuevo acuerdo por anticuado.
“Habrá bombos y platillos por la firma y la entrada en vigor del RCEP, pero es un acuerdo comercial poco ambicioso, no deberíamos engañarnos”, dijo Turnbull, que firmó en nombre de su país el TPP.
Activistas temen la falta de provisiones para proteger a los trabajadores y el medio ambiente y que perjudique a granjeros y negocios pequeños en un momento en el que ya están sufriendo por la pandemia.
Diferencias a un lado En lo positivo, el RCEP une a países que a menudo han mantenido relaciones espinosas, como es el caso de China y Japón.
Tanto Australia como China se suman al acuerdo a pesar de los reportes de que China podría boicotear algunas importaciones de Australia por diferencias políticas.
“Uno puede cooperar con alguien o simplemente odiarlo, como pasa con las personas. El RCEP ha hecho un trabajo impresionante en separarse de otras disputas”, dice Elms. (I)
De acuerdo con la Asociación Latinoamericana del Acero, ALACERO, la industria latinoamericana enfrenta el reto del bajo consumo, pero hay signos de reactivación de la producción, aunque para que la región salga fortalecida de la crisis, es necesario el esfuerzo conjunto de los gobiernos y las industrias.
“América Latina enfrenta la mayor crisis de su historia moderna y se encuentra en un momento de transición con señales de reactivación económica, pero a la vez con dificultades para controlar la pandemia. El impacto de la crisis derivada del COVID-19 se refleja principalmente en el consumo de acero, que disminuyó un 30% en abril con respecto al mismo mes del año pasado y el 11% en el acumulado del año. La caída más grande se dio en Argentina, la misma fue del 83% con respecto a abril de 2019”, indicó Alacero en un comunicado.
Sin embargo, uno de los indicadores de la recuperación es la producción de acero crudo de mayo, que, si bien cayó el 29% en comparación con mayo del año pasado, subió el 8% en comparación con abril de este año, básicamente gracias a Brasil. En mayo, la producción de acero crudo cayó un 17% en el acumulado del año.
Comparativamente la industria siderúrgica mundial redujo su producción de acero crudo en 5.2% hasta mayo de 2020, con relación al mismo periodo de 2019, mientras que en China subió el 1.8%. Con respecto al mes pasado, el mundo registró un incremento del 9.1%, impulsado por China, que tuvo un aumento del 8.5%.
Estamos entrando a una etapa de transición, en la cual todavía no está clara la dirección para el corto plazo, ya que observamos algunos signos positivos, pero se mantienen los negativos. Debido a la contracción económica, la demanda mundial de acero se estima que podría disminuir un 6.4% en 2020 y recuperarse un 3.8% durante 2021. Esta reducción se debe principalmente a la caída generalizada en todos los países, con excepción de China, que crecerá el 1% en 2020.
Durante el primer trimestre las importaciones como porcentaje del consumo alcanzaron el 35%, mientras que en abril se incrementaron hasta el 41%. La producción local en el primer trimestre, por su parte, representó el 81% del consumo, pero en abril fue solo del 74%.
Esta sustitución de producción por importaciones en las condiciones actuales de crisis debe ser un llamado de atención a los gobiernos para enfrentar esta problemática.
“Tenemos que advertir que ahora, más que nunca, es necesario evitar las importaciones desleales, como las que provienen de China, y fomentar el consumo interno.
“Es momento de que gobiernos e industria trabajen para crear condiciones con el fin de poder salir fortalecidos luego de este periodo, en términos de fomento a la infraestructura, cadenas de valor y fortalecimiento del tejido industrial que es el generador de empleo”, dijo Francisco Leal, Director General de Alacero.
América Latina está en dificultades porque no tiene una capacidad económica suficiente para enfrentar la crisis de salud pública y algunos gobiernos no han aplicado todas las acciones necesarias para atenuar la difícil situación.
Hay ejemplos de países, como Singapur, que se pueden considerar modelos a seguir, ya que además de usar la tecnología y de dedicar recursos (20% de su PBI), se han implementado medidas fiscales como la suspensión temporal de impuestos (IVA, personas físicas y jurídicas), apoyo a la nómina de las empresas para prevenir despidos, cambios a los estatutos de incapacidad por salud con una mayor contribución por parte del gobierno, ayuda directa a microempresas y economía informal sin obligación de devolver préstamos, entre otros. En estos países las economías presentaron señales más rápidas de recuperación.
El pasado 1° de julio se inició la vigencia del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que puede ser una oportunidad para atraer inversiones y ayudar a la reactivación económica de México. Sin embargo, esto debe acompañarse con una política económica gubernamental que estimule el ambiente de negocios e inversión.
La reformulación de los términos del tratado, que incluyen sueldos, cuestiones laborales y ambientales, debe ser bien analizada para evitar que se convierta en una oportunidad perdida de reemplazar a China o Asia en las cadenas de valor de América del Norte. Para que el nuevo tratado comercial sea un instrumento que promueva el desarrollo económico y social, debe estar acompañado por un gobierno que brinde seguridad jurídica y respeto por el estado de derecho.
Amenaza de EU de imponer aranceles a aluminio y acero de Canadá enfría a Trudeau.
Ottawa, Canadá.- El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo ayer que analiza la conveniencia de asistir a Washington la semana próxima para la cumbre que marcará la entrada en vigor del nuevo tratado comercial de América del Norte, debido a nuevas amenazas estadunidenses de imponer aranceles al aluminio y el acero de Canadá.
Todavía estamos en conversaciones con los estadunidenses sobre si habrá cumbre trilateral la próxima semana, manifestó Trudeau durante una conferencia de prensa.
Obviamente estamos preocupados por el tema de las tarifas del aluminio y el acero que los estadunidenses plantearon recientemente, subrayó el canadiense.
Las declaraciones se dan en la misma semana en que Estados Unidos hizo la convocatoria para la reunión en Washington.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que acudirá para reunirse con su homólogo estadunidense, Donald Trump, y ha expresado que le gustaría que Trudeau asistiera.
El nuevo Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que vincula a los tres países de América del Norte, entró en vigor el miércoles pasado, en momentos en que las fronteras entre las tres naciones están parcialmente cerradas, debido a la pandemia de Covid-19.
El convenio remplaza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual estuvo vigente desde el primero de enero de 1994 y tuvo que ser revisado por exigencias de Trump, quien desde su campaña presidencial prometió acabar con el pacto, que consideró obsoleto y el peor tratado comercial para Estados Unidos.
En junio de 2018, durante la renegociación del tratado, Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio tanto de China como de sus socios comerciales, incluidos México y Canadá, causando molestia y asombro de este último, su histórico aliado. Ambos países interpusieron quejas ante la Organización Mundial de Comercio.
Los aranceles, argumentados por razones de seguridad nacional, fueron un tema álgido durante la revisión del acuerdo comercial entre los tres países, que Estados Unidos levantó el 17 de mayo de 2019 para destrabar las negociaciones del T-MEC.
A comienzos de esta semana, Trudeau dio cuenta de rumores de que Trump podría volver a imponer aranceles al aluminio canadiense.
El 17 de junio el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, advirtió al Congreso que la administración Trump estaba preparada para tomar medidas con la frecuencia necesaria para calmar posibles incumplimientos del nuevo acuerdo.
Agregó que estaba evaluando la solicitud de los productores locales de restablecer el 10 por ciento de derechos sobre el aluminio canadiense para combatir un aumento de las importaciones.
Trudeau explicó ayer que Estados Unidos no tiene suficiente capacidad de producción y que, por tanto, necesita el aluminio canadiense para sus industrias automotriz y de alta tecnología. (Afp/Reuters).
Representantes de 57 multinacionales que operan en México advirtieron a legisladores que cada vez es más difícil y complicado convencer a sus matrices de que vale la pena invertir en nuestro país, debido al incumplimiento de contratos, de tratados internacionales y los cambios de reglas del juego, en materia energética.
Durante un encuentro con integrantes de la Junta de Coordinación Política del Senado, la presidenta del Consejo Consultivo de Empresas Globales, Claudia Jañez, explicó que no es casualidad que México haya caído en el índice de inversión extranjera directa convocó a perder el miedo de trabajar de la mano con el empresariado y construir en conjunto condiciones para reactivar el crecimiento económico.
El presidente de la Jucopo, Ricardo Monrel, rechazó que haya desencuentros con el poder desencuentros con la iniciativa privada, y a su vez, pidió al sector empresarial internacional perder el miedo en la relación con el Estado Mexicano y coadyuvar para detonar la inversión con sentido social en el país.
En esa reunión virtual, la presidenta del Consejo Consultivo de Empresas Globales insistió en que si el gobierno mexicano quiere mantener y aumentar los niveles de inversión, hay que enviar señales claras sobre la importancia de la inversión privada para el desarrollo del país.
Jañez recalcó que para volver a ganar confianza y competitividad, el Senado debe garantizar que las modificaciones legislativas que realizará a las seis leyes para armonizar el marco legal mexicano con el Acuerdo de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canada (T-MEC), es fundamental asegurar que los cambios normativos que se harán la próxima semana, obedezcan a las necesidades del acuerdo ?y se evite a toda costa la tentación de abrir espacios que terminen generando obstáculos innecesarios al comercio y a la inversión y que pudieran contravenir el propio acuerdo?.
El senador Monreal respondió: Podemos afirmar que no hay desencuentros. Todo lo contrario, queremos lo mismo, buscamos lo mismo, deseamos potenciar el flujo comercial y potenciar el crecimiento económico para nuestro país. Sí, debemos perdernos el miedo, estoy de acuerdo con esa frase, perdámonos el miedo.», indicó.
El también coordinador de Morena sostuvo que el poder legislativo trabaja para brindar seguridad jurídica a las inversiones y renovar la confianza ya que solamente con la contribución de todos los sectores nuestro país podrá continuar dando pasos firmes hacia la dinamización, hacia el fortalecimiento de la economía nacional.
Por su parte, Mónica Aspe, integrante de ese órgano empresarial, dijo a Monreal que aprecia que haya retirado la iniciativa que desaparece tres órganos autónomos IFT. Cofece y CRE- ya que en ese Consejo Consultivo de Empresas Globales, hay una preocupación generalizada por ese propuesta.
Apreciamos que la haya retirado, dadas las reacciones de preocupación de distintos sectores de la sociedad, la academia, el comercio, la industria. Y, decir que los reguladores autónomos, técnicamente especializados, son una de las razones por las cuales se han realizado muchas de las grandes inversiones en México, que han hecho las empresas aquí presentes.
Es fundamental, agregó, contar con órganos autónomos y especializados, consistente con el T-MEC, que habla expresamente de un regulador de las telecomunicaciones.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró la aprobación del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en las cortes canadienses, el último país que faltaba por dar luz verde al acuerdo.
“Ya en Canadá se aprobó el tratado de libre comercio”, se congratuló el presidente en un video en su cuenta de Twitter, y consideró que eso garantiza las “relaciones económicas y comerciales con el mercado más importante y más fuerte del mundo”.
López Obrador destacó la aprobación en la Cámara Baja canadiense fue “por unanimidad”, mientras que en el Senado la ley pasó también “sin ninguna enmienda”, según la web oficial de la institución.
El embajador de México en Canadá, Juan José Ignacio Gómez Camacho, también informó del acuerdo en las redes sociales.
No obstante ese formalismo restante, el jefe negociador de ese acuerdo comercial en México, Jesús Seade, celebró el acuerdo tras el trámite parlamentario.
“Finalmente, después de intensas negociaciones, el tratado será una realidad que fortalecerá la competitividad en Norteamérica. ¡Enhorabuena!”, escribió Seade en su cuenta de Twitter.
En esa línea, la secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, dijo en esa misma red social que la aprobación “impulsará a México como una economía confiable, dinámica y moderna” y que demuestra que el país “se transforma y sigue adelante”.
No obstante ese formalismo restante, el jefe negociador de ese acuerdo comercial en México, Jesús Seade, celebró el acuerdo tras el trámite parlamentario
México y Estados Unidos ya habían ratificado el T-MEC, que permitirá reemplazar el actual Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994.
El 30 de noviembre de 2018, los mandatarios de México, Enrique Peña Nieto (2012-2018); de Estados Unidos, Donald Trump, y de Canadá, Justin Trudeau, firmaron el T-MEC tras un año de tensas negociaciones para actualizar el TLCAN.
Pero durante 2019, la oposición demócrata estadounidense bloqueó el proceso de ratificación en la Cámara Baja por la desconfianza en el cumplimiento de los estándares laborales en México.
El pasado 10 de diciembre, representantes de los tres gobiernos firmaron en Ciudad de México el texto definitivo, que incluía algunas exigencias de los demócratas sobre asuntos laborales y la procedencia del acero en el sector automotor.
El Senado de Estados Unidos aprobó el jueves una renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que incluye normas más estrictas sobre el contenido laboral y automotriz pero deja casi sin cambios los flujos comerciales anuales entre ese país, México y Canadá por 1,2 billones de dólares.
La legislación para el tratado entre los vecinos (conocido como TMEC), fue aprobada por 89 votos contra 10, y envió la medida al presidente Donald Trump para que la promulgue.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que los esfuerzos de Trump para reequilibrar los lazos comerciales de Estados Unidos con sus principales socios estaban dando frutos e impulsando el crecimiento económico del país.
“Este acuerdo histórico no solo moderniza y reequilibra nuestra relación comercial con Canadá y México, sino que promueve el crecimiento económico, crea empleos y proporciona una certeza crucial para los agricultores, trabajadores y fabricantes”, señaló el funcionario en un comunicado.
La Cámara de Representantes, donde los demócratas tienen la mayoría, aprobó la legislación el 19 de diciembre tras insistir en cambios para mejorar la aplicación de los nuevos derechos laborales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el nuevo tratado comercial aumentará la confianza y atraerá nuevas inversiones al país y sostuvo que espera que su ratificación no sea “un problema” en Canadá.
Ottawa debe aprobar el acuerdo antes de que pueda entrar en vigencia y reemplazar el TLCAN. Trump culpó a ese pacto por la pérdida de miles de empleos en las fábricas estadounidenses hacia México, donde los salarios son más bajos.
El Parlamento de Canadá volverá a sesionar el 27 de enero, por lo que no está claro el momento en que se realizará una votación. Se espera que el TMEC tenga poca resistencia en ese país, ya que los conservadores han dicho que respaldarán el acuerdo negociado por el Gobierno del primer ministro Justin Trudeau.
La votación en el Senado estadounidense se produjo un día después de que Trump firmara un acuerdo comercial de Fase 1 con China.
Trump hizo de la renegociación del TLCAN una pieza central de su campaña electoral de 2016, calificando al pacto como “el peor acuerdo comercial que jamás se ha hecho”. El mandatario había amenazado con cancelar el TLCAN a menos que el Congreso actuara para aprobar un nuevo tratado, lo que generó incertidumbre y puso un freno a nuevas inversiones.
El déficit comercial de bienes de Estados Unidos con México fue de 80.700 millones de dólares en 2018 frente a un superávit de 1.700 millones en 1993. Pero el TLCAN también cuadruplicó el comercio entre Estados Unidos, Canadá y México hasta 1,2 billones de dólares al año en 2017.
Para que los autos estén libres de aranceles entre los tres países, el TMEC impone un requisito de contenido regional del 75%, por encima del 62,5% del TLCAN, además de nuevas órdenes para usar acero y aluminio de América del Norte.
La reescritura de las reglas comerciales en América del Norte le costará a los fabricantes de automóviles casi 3.000 millones de dólares en aranceles durante la próxima década por los vehículos y autopartes que no cumplirán con los requisitos sobre contenido regional, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) de Estados Unidos. La proyección es parte de una estimación de costos hecha por la agencia de arbitraje presupuestario, una entidad no partidista, ante la implementación de la ley sobre el nuevo pacto comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, que será analizado por la Cámara de Representantes el jueves.
Se espera que el TMEC, que reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que estuvo vigente por 26 años, sea aprobado en la Cámara baja de Estados Unidos con un amplio apoyo de republicanos y demócratas.
Para que los autos estén libres de aranceles entre los tres países, el TMEC impone un requisito de contenido regional del 75%, por encima del 62,5% del TLCAN, además de nuevas órdenes para usar acero y aluminio de América del Norte.
Además, entre un 40% y un 45% del contenido de los vehículos debe provenir de zonas que paguen salarios altos de más de 16 dólares por hora, específicamente Estados Unidos y Canadá. Algunos vehículos producidos en México principalmente con componentes de ese país y fuera de la región podrían no calificar al acceso libre de aranceles de Estados Unidos.
La CBO dijo que su estimación supone que algunos vehículos y piezas no podrían optar al mercado libre de aranceles del TMEC.
“Debido a ese cambio en los criterios, la CBO proyecta que disminuirán las importaciones libres de impuestos de vehículos y autopartes a Estados Unidos desde los países socios del TMEC”, según la agencia.
Si bien el organismo dijo que una parte de esos vehículos y piezas serían reemplazados por producción estadounidense, algunas importaciones de vehículos y autopartes que no cumplen con el TMEC continuarían recibiendo un trato menos favorable.
La industria automotriz reconoció que existe una presión para cumplir con el contenido de acero de 70 por ciento en Norteamérica en siete años, de acuerdo con el protocolo modificatorio del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ya que implicará inversiones de la industria siderúrgica en el país, advirtió Eduardo Solís, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). Recién terminaron las negociaciones adicionales del T-MEC y explicó que aún hoy se están dando a conocer los textos, para la industria automotriz el cambio esencial es que en las reglas de origen el planchón (placas) de acero tiene que ser de la región en siete años.
Actualmente, el planchón puede venir de Brasil, México, Estados Unidos o de cualquier otro país, de acuerdo con la versión original del Tratado de Libre Comercio (TLC), pero con la nueva regla de origen 70 por ciento del contenido de acero debe de venir solo de la región del T-MEC y se debe cumplir con la regla en siete años.
“Implicará unas importantes inversiones de las acereras en México y Norteamérica” refirió Eduardo Solís. En el caso de que no se alcance con el contenido de 70 por ciento en acero regional de acuerdo con lo establecido en el nuevo acuerdo comercial, la industria automotriz llevará este tema a revisión tal como está previsto en el T-MEC.
El acuerdo comercial de “fase uno” entre Estados Unidos y China alcanzado el viernes está “totalmente cerrado”, a pesar de la necesidad de traducirlo a ambas lenguas y revisar su texto, dijo el domingo el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer.
En declaraciones al programa “Face the Nation” de la cadena de televisión CBS, Lighthizer dijo que habría algunos “retoques” ordinarios en el texto, pero que el acuerdo “está totalmente cerrado, absolutamente”.
El representante comercial dijo que aún no se deciden la fecha y el lugar para que autoridades estadounidenses y chinas de alto rango firmen formalmente el acuerdo.
El pacto, anunciado el viernes después de más de dos años y medio de negociaciones intermitentes entre Washington y Pekín, reducirá algunos aranceles de Estados Unidos sobre bienes chinos a cambio de que el gigante asiático compre unos 200.000 millones de dólares en productos agrícolas, manufacturados y de energía a la mayor economía mundial en los próximos dos años.
China también se comprometió en el acuerdo a proteger de mejor forma la propiedad intelectual de compañías de Estados Unidos, frenar la transferencia forzada de tecnología estadounidense a firmas chinas y abrir su mercado de servicios financieros a empresas estadounidenses para evitar la manipulación de su moneda.
Las compras de bienes agrícolas por parte de China subirían a entre 40.000 millones a 50.000 millones de dólares al año durante los próximos dos años, dijo Lighthizer. Estados Unidos exportó unos 24.000 millones de dólares a China en 2017, el último año completo antes de que las dos economías más grandes del mundo iniciaran su guerra arancelaria en julio de 2018.
Lighthizer, sin embargo, dijo que el éxito del acuerdo anunciado el viernes dependerá de las decisiones de las autoridades de Pekín.
“En última instancia, que este acuerdo funcione dependerá de quién tome las decisiones en China, no en Estados Unidos”, dijo Lighthizer. “Si las autoridades de línea dura toman las decisiones, obtendremos un resultado, si los reformistas toman las decisiones, que es lo que esperamos, entonces obtendremos otro resultado”.
Dijo que el acuerdo no resolvería todos los problemas entre Estados Unidos y China, porque llevará años integrar el sistema económico de China controlado por el estado con el sistema dominado por el sector privado de Estados Unidos.
Lighthizer calificó el viernes como el “día más trascendental en la historia del comercio” debido al acuerdo con China y porque la Casa Blanca envió un tratado revisado entre Estados Unidos, México y Canadá al Congreso para su aprobación. Los dos pactos comerciales juntos cubren alrededor de 2 billones de dólares en comercio, sostuvo.
Pero el TMEC, que reemplazaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ha encontrado con algunos inconvenientes de última hora, ya que el principal negociador de México, Jesús Seade, ha objetado el lenguaje del Congreso sobre la implementación del pacto, que requiere la designación de hasta cinco expertos estadounidenses para observar el cumplimiento de las reformas laborales por parte de México.
Seade viajará a Washington el domingo para plantear sus objeciones a Lighthizer.