El Gobierno hace gran inversión en obras urbanas, al destinar más de 7mil mdp a proyectos como la Línea 3 del Cablebús, el Circuito Interior, entre otros. Conoce las cifras que se proponen para los gastos de estos proyectos.
El Gobierno capitalino, a través del Paquete Económico 2023, destinará siete mil 258 millones 919 mil 906 pesos a la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) capitalina para el mejoramiento y rehabilitación del Circuito Interior, la construcción de la Línea 3 del Cablebús, y la rehabilitación de parques, corredores, senderos, bosques urbanos y zoológicos.
Ayer, la Secretaría de Administración y Finanzas entregó al Congreso local el Paquete Económico 2023, que propone un gasto total de 248 mil 415 millones de pesos, cifra que representa un aumento del 6.2% respecto al presupuesto aprobado para 2022.
De acuerdo con las Acciones por Programa Presupuestario en cada Unidad Responsable, la Sobse recibirá una partida presupuestal de siete mil 258 millones 919 mil 906 pesos, de los cuales dos mil 199 millones 62 mil 906 pesos se utilizarán para el mejoramiento y mantenimiento del Circuito Interior, que incluye implementación de soluciones y adecuaciones viales.
CDMX es la entidad con mayor participación en sector constructor al tener el mayor valor total de la producción en la industria. Conoce los datos proporcionados por la Encuesta Anual de Empresas Constructoras.
Durante el 2021, la Ciudad de México se afianzó como la entidad que más participación tiene en el valor total de la producción en la industria de la construcción, de acuerdo con la Encuesta Anual de Empresas Constructoras (EAEC) del año anterior.
Este lunes 5 de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó la EAEC 2021, donde informó que el valor de la producción de las empresas constructoras alcanzó un total de 465,000 millones de pesos, es decir 11.2% en términos corrientes superior a lo registrado en el 2020.
“La oferta estadística de la EAEC se conforma por valores absolutos de personal ocupado, remuneraciones, gastos por consumo de bienes y servicios, ingresos por suministro de bienes y servicios, valor de producción, existencias y activos fijos”, se puede leer en el documento del INEGI.
De acuerdo con el documento, la EAEC registró movimientos positivos en los cinco rubros que componen la encuesta.
Respecto al valor de la producción, el subsector de edificación fue el de mayo participación, con un aporte de 46.7%, seguido de la construcción de obras de ingeniería civil que aportó 44.1% y los trabajos especializados para la construcción, con un aporte de 9.2 por ciento.
En este contexto, la Ciudad de México se posicionó como la entidad que mayor aporta al valor de la producción nacional, con una participación de 21.9%, seguido del Estado de México (12.3%), Nuevo León (10.1%) y Jalisco (6.6%).
Aporte empleo
Respecto al personal ocupado en la construcción, durante el 2021 se registraron 554,000 personas empleadas en esta industria, es decir un aumento de 1.8% en comparación con el 2020.
Dentro de este escenario, el subsector de construcción de obras y de ingeniería civil fue el único que tuvo un crecimiento, de 6.9%, al ocupar 195,000 personas, mientras que la edificación decreció 0.6% anual con 285,000 personas ocupadas y los trabajos especializados para la construcción registró 74,000 empleados, un retroceso de 1.5 por ciento.
“Edificación es el subsector que mayor participación tuvo en el total del personal ocupado del sector: representó 51.5 % en (el) 2021. El segundo lugar lo ocupó construcción de obras de ingeniería civil, con una aportación de 35.1%”, apuntó el INEGI.
Por entidad, la Ciudad de México fue la que mayores empleos aportó a la industria de la construcción durante el 2021, con una participación de 14.9%, seguido de Nuevo León con 9.6%, Jalisco con 8.3% y Guanajuato, con 4.9 por ciento.
Inflación aumenta gasto
Durante el 2021, los gastos por consumo de bienes y servicios de la industria de la construcción fueron del orden de los 324,000 millones de pesos, es decir, un aumento de 10.3% respecto al 2020.
Dentro de este subsector, el gasto de materiales para la construcción consumidos como contratista principal representaron el rubro más relevante del consumo de bienes y servicios, con una aportación de 53.2% del total del sector; seguido de pagos a subcontratistas (21.5%); resto de consumos 19.1% y materiales para la construcción consumidos como subcontratista (6.2%).
En materia de ingresos por suministro de bienes y servicios, durante el 2021 el sector registró un total de 624,812 millones de pesos, donde la edificación tuvo el mayor aporte, con 48.4%, seguido de la construcción de obras de ingeniería civil (39.4%) y los trabajos especializados para la construcción (12.2%).
GIA, constructora mexicana, pronostica perduración de la inflación en el sector de la construcción. Se espera que tomen 4 años para que la situación se estabilice.
Casi 800 proyectos en América Latina ha levantado la constructora mexicana GIA, firma que se dedica a desarrollos integrales para los sectores de la construcción, desarrollo y operación de infraestructura pública, inmobiliario y energía.
La firma, que nació en México como respuesta a las necesidades del boom de los dealers automotrices hace 25 años y que en 2021 tuvo ventas por unos US$ 380 millones, cuenta que actualmente está desarrollando una cartera de cuatro iniciativas en México, dos en Chile y una en Honduras. Además, está a la espera de los resultados de licitaciones en Panamá y Colombia, cuenta a DFSUD.com el director general de la compañía, Jorge Iturbe.
En Panamá desarrollan contratos de obra pública, pero dice que están abiertos a las concesiones. “Siempre estamos atentos a la búsqueda de nuevas oportunidades. Estamos viendo algunas cosas en Costa Rica, Colombia y Perú”, recalca.
El efecto contra la inflación
El alza de los precios ha sido transversal en los países y ha desafiado a todas las industrias, para intentar contener sus costos. A ojos de Iturbe, el 2022 ha sido un año “sumamente complejo” en todos los lugares donde operan, porque dice que en su sector la inflación ha estado por sobre lo que dicen los promedios de los países. “Este año fue alrededor del 20%, cuando la inflación del país fue de alrededor del 8%”, explica.
Dice que esto se debe a que la industria de la construcción es mucho más dependiente de factores internacionales, como el alza de los commodities, en sus costos, lo que supera los factores internos de cada país. Factores adicionales como la apreciación del dólar, el alza del costo de la mano de obra y los problemas de las cadenas de suministro en el mundo, solo empeoran el panorama.
“Hemos tenido afectaciones de tiempos y de costos importantes en prácticamente todos los proyectos, es por esto que estamos calculando que este año la inflación particular de la construcción va a rebasar el 12%”, explica.
Su perspectiva es que para 2023 esto continuará. “Va a ser un año con impactos menos fuertes, ya que el sector -y lo que está pasando en el mundo- está encontrando la estabilidad, la estabilidad pre pandemia. Sin embargo, va a tardar todavía 3 o 4 años en que la construcción se equipare o tenga paridad con la inflación actual de los países”, recalca.
Ante este contexto de crisis, el ejecutivo planteó que “los proyectos de los gobiernos tienen que seguir porque son necesarios. Las asociaciones público-privadas o concesiones son un brazo muy importante para todos los gobiernos de poder financiar y apalancarse en estos proyectos”.
Respecto de Chile, donde el sector construcción ha estado golpeado, en particular por prolemas que han tenido algunas compañías con el Estado, valora la disposición del gobierno de apoyar al sector.
“Es importante porque de lo contrario se paraliza la economía del país. Yo creo que de la industria de la construcción dependen muchísimas industrias: el acero, el cobre, el vidrio, la madera… entonces, si quiebra la industria de la construcción, quiebran muchas industrias. En Chile hay mucha conciencia del efecto que eso tendría”, recalcó.
Asimismo, destacó que en todos los otros países donde opera están haciendo un esfuerzo para sostener la industria. En el caso de México la iniciativa privada ha reconocido que era un riesgo “no asumible” y los han compartido.
La cartera de proyectos
En Chile, GIA obtuvo la licitación de la construcción del Hospital El Salvador en Santiago en 2014 y es su obra más emblemática, porque implica recursos por US$ 250 millones para un recinto de 614 camas. Su desarrollo no estuvo exento de problemas los primeros años, pero la firma avanza a ritmo constante y está llegando a un 85% de avance, con miras a estar entregándola durante 2023.
A fines de 2021, la compañía se adjudicó un segundo contrato en ese país, para la construcción y posterior operación durante 15 años de una red hospitalaria en dos regiones del sur, que implica US$ 297 millones para cuatro recintos con 495 camas en total.
Iturbe cuenta que están iniciando las obras preliminares, con labores de movimiento de tierras e instalación de faenas. “Ya se está gestionando el término y aprobación de los proyectos por parte de la Inspección Fiscal. Para el primer semestre del próximo año tienen que estar ejecutándose todos los trabajos de construcción de los cuatro hospitales”, para lo cual tendrán cuatro años para ponerlos en marcha, explica.
En Honduras, la firma está desarrollando el centro cívico gubernamental de 170.000 metros cuadrados, el que tiene el propósito de albergar todas las oficinas del Gobierno Federal del país.
En Panamá, la firma mexicana está iniciando la construcción del nuevo campus del tradicional Instituto Gorgas, una institución nacida en 1921 y que tiene gran significancia local en ese país. El contrato es por US$ 68 millones y permitirá levantar un nuevo edificio con laboratorios de investigación científica.
Competencia y barreras
Entre los países que mira con atención, Iturbe señala que están atentos a la industria de obras públicas en Uruguay, mercados que resulta atractivo “por las condiciones sociopolíticas y económicas, adecuadas para el perfil de riesgo que nosotros estamos dispuestos a asumir cuando vamos a un país”.
Pero acceder a algunos mercados no ha sido fácil para la firma mexicana, por los niveles de competencia que hay en el segmento.
“Chile, por ejemplo, es un país muy abierto a nuestra industria de concesiones y construcción, al exterior”, resume y compara con lo que pasa en países como Perú y Colombia, donde dice que “las barreras de entrada son mucho más fuertes… inclusive exploramos en algún momento Brasil y es prácticamente imposible entrar como extranjeros a competir en ese sector”.
La inversión en construcción continua estancada al obtener una caída de 5.8% a comparación con el año pasado, dificultando la recuperación de los niveles prepandemia. Conoce la información completa proporcionada por el INEGI.
La Inversión Fija Bruta en México arrojó señales de recuperación, ya que en agosto del 2022 aumentó 4.6% a tasa anual, según cifras desestacionalizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); sin embargo, en el segmento de la construcción, el indicador presentó un estancamiento respecto al mes anterior y una caída anual de 5.8% en comparación con el mismo mes del 2021.
De acuerdo con los resultados del indicador mensual de la Inversión Fija Bruta, correspondiente a agosto del presente año, el sector de la construcción continúa sin recuperar la inversión que se tenía en los niveles antes de la pandemia y, al parecer, se ha estancado entre séptimo y octavo mes del año.
Y es que, según los indicadores, gran parte del crecimiento en inversión se dio en el rubro de maquinaria y equipo de origen nacional e importado, cuya inversión incrementó 2.6% a tasa mensual; mientras que la construcción apenas avanzó en 0.3% respecto a un mes previo.
“De manera acumulada, la diferencia es mucho más marcada, pues mientras que el primer rubro suma un alza de 18.2% en los últimos 12 meses, la construcción registra una caída de 5.8%, denotando una crisis sectorial de difícil alivio”, afirmó Marcos Daniel Arias Novelo, analista de Monex.
Por segmentos
De acuerdo con la información del Inegi, por segmentos, la inversión en construcción residencial fue la más golpeada, pues a tasa anual retrocedió 4.1% de enero a agosto del presente año, mientras que la no residencial creció 5.2% de forma anual.
El Inegi precisó que la medición de la inversión en construcción es resultado de agregar los resultados de los siguientes subsectores:
Edificación.
Construcción de obras de ingeniería civil.
Trabajos especializados para la construcción.
Estos resultados se suman a los de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), de agosto pasado, los cuales indican que el valor de la producción generado por las empresas constructoras descendió 1.2% en términos reales respecto a julio de este mismo año, mientras que a tasa anual el descenso fue de 0.1 por ciento.
La industria de la construcción espera un crecimiento estable durante el segundo semestre del año. Tras un periodo difícil, ahora se ve a la industria como pieza clave para la recuperación económica del país.
Aunque el pasado año, el PIB mexicano sufrió un importante descenso del 17,2%, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apunta a un crecimiento en 2022 del 3,3%, gracias al impuso del sector de la construcción.
Se espera que el sector de la construcción mantenga un crecimiento estable de aproximadamente el 5% durante este año; frente a las cifras negativas de los dos años anteriores.
Sarens, líder mundial en levantamiento de cargas pesadas, transportes especiales y alquiler de grúas, ha colaborado recientemente en proyectos estratégicos de obra pública como los de construcción de los accesos al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIAFA), a las del Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México, o a las obras de ampliación del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.
El sector de la construcción en México continúa confirmándose como uno de los grandes puntos de apoyo sobre los que se sustentará la recuperación económica del país después de la pandemia por Covid-19. Así, el crecimiento sostenido de este sector que, de acuerdo a la Cámara Mexicana de Industria de la Construcción (CMIC); se estabilizará durante este año alrededor del 5%, contribuirá directamente al crecimiento del Producto Interior Bruto hasta el 3,3% a finales de año.
El sector de la construcción fue uno de los más afectados por las consecuencias de la pandemia, con miles de proyectos paralizados.
Esto supuso una importante ralentización de la economía mexicana, que incluso en 2021 continuaba mostrando una contracción del 17,2% en el PIB nacional. Ya en 2022, la reactivación de miles de proyectos y el impulso a otros nuevos hasta los 5.110 proyectos identificados como activos; ya supone una inversión de aproximadamente un billón de pesos en el país.
Sarens, se ha convertido, en una de las empresas referentes en el sector de la construcción mexicana, al participar en proyectos de relevancia estratégica para el país; como el Tren Maya, el Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México, o las obras de ampliación del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. En todas ellas, su capacidad de respuesta; al facilitar en cada proyecto la maquinaria necesaria reduciendo los tiempos necesarios para su finalización, ahorrando costos y aumentando la seguridad tanto del personal como de los usuarios que utilizarán las infraestructuras construidas una vez finalizadas.
Además de la iniciativa privada, la obra pública está contribuyendo directamente a este impulso en el sector.
Obras como la construcción de los accesos viales al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) -en las que tuvo participación directa Sarens- que ha aportado al crecimiento económico nacional la creación de más de 2.500 empleos directos y otros 7.500 indirectos; contribuyen directamente al crecimiento económico de las regiones en las que se llevan a cabo, al generar empleo y revitalizar el comercio local.
Según Jose Aceves, Country Manager de Sarens en México; “en Sarens estamos siendo testigos de cómo el sector de la construcción se revitaliza después de un importante parón por la pandemia. Este importante impulso nos ha permitido colaborar directamente con grandes actores de industrias de todo tipo; en sectores como la energía eólica, la obra pública o la construcción de infraestructuras. Sarens aporta a todos los proyectos en los que trabaja su amplio parque de grúas, distribuidas por todo el mundo, de tal forma que podemos hacer frente a cualquier necesidad que puedan encontrar nuestros clientes, independientemente del tamaño o la complejidad del proyecto”.
En los últimos años, Sarens se ha posicionado como un actor estratégico para el sector de la construcción y la obra pública en México. Entre otros proyectos; recientemente ha participado en las obras de construcción de la nueva estación de Santa Fe; que forma parte del Tren Interurbano de Pasajeros Toluca-Valle de México, aunque anteriormente había participado también en la construcción de 36 km de sección de vía en el estado de Zinacantepec, en los trabajos de construcción del Tren Maya; en las obras de los accesos al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), o en las obras de ampliación del Aeropuerto Internacional de México.
Se ha registrado una gran demanda para parques industriales en México, al requerir mayores espacios, sobre todo en la zona norponiente del país. Lo que ha provocado falta de disponibilidad en los mercados del norte.
Durante el 3T2022, se registró un importante inició de nuevas obras de construcción en Parques Industriales de México, debido a la creciente demanda de espacio tras la pandemia en todo el país.
De acuerdo con un informe de Datoz, a nivel nacional se inventariaron cerca de 3.9 millones de metros cuadrados(m2) de nuevas construcciones. Sin embargo, del total de nuevos metros cuadrados, un 66% corresponde a espacios especulativos.
La zona norponiente del país acumuló 32% del total de construcciones en México al cierre del 3T2022. Por su parte, el noreste representó el 28% del inicio de nuevos metros cuadrados.
Las ciudades más destacadas durante Reynosa y Ciudad Juárez añadieron en 2022 un total de 138 mil 007 m2 y 649 mil 931 m2, respectivamente.
Debido a esto, una gran parte de los mercados del norte no tienen disponibilidad al cierre del tercer trimestre.
Urge desarrollar parques para satisfacer la demanda
Durante el 3T2022, Ciudad Juárez, y Tijuana presentaron una absorción neta acumulada en números negativos, al igual que Guadalajara y la CDMX.
Esto, debido a la desaceleración en el ritmo de construcción en los respectivos mercados, el cual no abastece la demanda que presencian las ciudades.
Las cifras obtenidas por la consultora mostraron que los precios de salida en 19 de los 21 mercados continúan en aumento, esto como resultado del alza en los precios de materiales para la construcción.
Por un lado, el alza en los precios de tierra para la construcción continúa, lo que afecta de igual forma al valor de salida de los nuevos metros cuadrados.
En este sentido, los precios promedio de salida en Cd. Juárez crecieron 38% de forma anual. Mientras que en Mexicali presentó 18 por ciento.
En cuanto a los precios promedio de cierre en las ciudades del norte, estos también presenciaron aumentos significativos. Tijuana cerró el 3T2022 con el precio promedio de salida más alto del mercado, 6.90 dólares m2 mensual.
Finalmente, Datoz compartió que la mayor disponibilidad de espacio industrial se encontró en la zona del Bajío con 28 por ciento. La zona centro presentó un 22%, bajo un panorama de 4 millones 215,100 m2 disponibles en todo México.
Abastecimiento eléctrico es clave para la construcción industrial
Para Sergio Mireles, director general de Datoz, el tema del abastecimiento eléctrico es un factor importante para el desarrollo de los parques industriales, especialmente para las empresas inquilinas de parques industriales.
Sin embargo, para el empresario, este es un tema en el que las políticas públicas siguen pendientes.
“Percibimos que el Gobierno está desalineado, poniendo trabas, especialmente en materia de disponibilidad de energía. Este es un gran obstáculo para que México capitalice estos temas”, comentó el directivo.
Si bien, se está generando la electricidad necesaria para la industria, Mireles complementó que falta crear infraestructura de distribución para los polos de desarrollo, donde el sector privado deberá asumir el costo.
Por: Juan Rangel Texto recuperado el 26 de octubre del 2022 de inmobiliare.com
Conoce las alternativas ecológicas que existen para el cemento en la construcción. De acuerdo con expertos, es complicado reemplazar su uso por completo, sin embargo se han creado versiones más sustentables.
El cemento es el principal material para una construcción y aunque situaciones como el cuidado del medio ambiente han orillado a las empresas y desarrolladoras a utilizar otros productos para las obras, es difícil reemplazarlo completamente.
De acuerdo con el informe del Senado de la República en 2021 el 50 % de las emisiones contaminantes pertenecen a este sector, mientras que el 7% son emisiones que se emiten durante el proceso de creación del concreto, pero a pesar de su efecto en el medioambiente las alternativas para dejar de usarlo son escasas, por lo que grandes empresas como Cemex y Holcim han optado por crear versiones más ecológicas.
Bertín Cortés, director general de Concreto Sólido, explica que por el momento no hay material, a excepción del acero, que pueda sustituir completamente al cemento.
“El acero puede ser el único material en sustituir al cemento en cuestión de estructuras y construcciones grandes. Normalmente este se utiliza cuando los límites de tiempo de la entrega del proyecto ya se acercan y los avances son muy lentos. También otro material que lo puede sustituir son los adoquines, pero son hechos de concreto”.
Explica que si bien no se puede reemplazar completamente, se puede modificar o incorporar materiales al cemento, “ya sea por cuestiones ambientales o económicas se puede hacer esta fusión, pero como tal no existe un reemplazo”, agrega Bertín Cortés.
La economía o medio ambiente
Utilizar ya sea acero, adoquines o materiales alternativos como el chukum o poliestireno para las construcciones siempre va a depender no solo de la demografía en la que se encuentra el proyecto, si no también en el presupuesto y sobre todo el interés por el impacto al medio ambiente.
El poliestireno, se ha convertido en una opción en la construcción debido a su bajo costo y por ser liviano, permitiendo cambiar antiguos patrones rígidos y pesados por elementos sencillos, este material se emplea en la construcción en la áreas de elementos de concreto reforzado para aligerar la estructura optimizando el uso del acero de refuerzo y el mismo concreto.
El Chukum se caracteriza de igual forma por ser económico, pero sobre todo por ser un producto natural, que lo destaca como un material sustentable, este se emplea para disminuir los agrietamientos y como impermeabilizante.
“El acero es más caro que el cemento, la placa de acero especializado ronda los 103 pesos aproximadamente, mientras que el precio de cemento por saco o bulto se encuentra entre los 70 y 100 pesos”, detalla el experto.
Mientras que el chukum y el poliestireno se encuentran en un precio de 300 pesos y 223 por metro cuadrado respectivamente.
El hempcrete, se ha convertido en una alternativa que de igual forma es sustentable y económica, sumando a la construcción una especie de concreto formado por cáñamo y otras fibras que ofrece termicidad, resistencia a bajo costo y poco impacto en el medioambiente.
Construcciones sustentables
“Si se trata de construcciones grandes lo recomendable es utilizar el cemento como material principal, para asegurarse de la estructura y resistencia, el chukum y el poliestireno se pueden emplear en construcciones chicas como viviendas y que estas sean de un solo piso”, agrega.
Para las construcciones grandes ya sea que el cliente desee una obra más sustentable, esta se puede lograr con alternativas pensadas para ello, como las diferentes opciones en cemento, “además de que los procesos se vuelven más prácticos y económicos los nuevos cementos proporcionan también esta seguridad del cuidado del medio ambiente”, explica Pedro Arjona Alison, presidente de la Constructora Antar.
Alguno de ellos son:
Concretos bajos en carbono. Estos se fabrican utilizando desechos o materiales residuales de diferentes industrias y requieren una menor cantidad de energía y, por lo tanto, de CO2 para su producción. Además, pueden resultar más duraderos. El objetivo de utilizarlos es reducir la carga sobre los recursos naturales y aumentar la dependencia en los materiales reciclables. “Permite una fusión de materiales con el cemento, por ejemplo, el cemento se puede reemplazar con cenizas volantes, humo de sílice y cenizas de madera, etc”, explica Pedro Arjona.
Concreto con Ceniza Volante. La ceniza volante es un subproducto de la combustión del carbón que anteriormente se desechaba, pero que ahora se usa para fabricar concreto. “El concreto con ceniza volante sustituye al concreto tradicional utilizando en gran medida cenizas volantes recicladas. La ceniza volante se mezcla con cal y agua para hacerlo fuerte y duradero, similar al cemento convencional”, agrega el experto.
Escoria de Alto Horno. Al igual que las cenizas volantes, la escoria de alto horno es un subproducto que se puede reciclar y utilizar para hacer una alternativa ecológica de concreto. Este material granular vítreo se produce apagando la escoria de hierro fundido del alto horno en agua o vapor. “Puede reemplazar alrededor del 70% al 80% del cemento y mejora la durabilidad del concreto”, agrega el presidente de Constructora Antar.
Humo de Sílice. El humo de sílice es un polvo que es un subproducto de la aleación de ferrosilicio y la producción de silicio, a partir de la condensación del dióxido de silicio. “Puede desplazar alrededor del 7% al 12% del cemento en la producción del concreto. El humo de sílice mejora la durabilidad del hormigón haciéndolo menos permeable y aumentando su resistencia a la compresión”, comenta.
Reemplazo de Agregados. El reemplazo de agregados con materiales reciclables y reutilizables minimiza las emisiones de efecto invernadero causadas por el concreto tradicional. “Algunas alternativas de agregados incluyen el escombro de concreto, vidrio post consumidor, y en el caso de concretos que no requieren de alta resistencia, papel/fibra, y plásticos de desecho”, comenta el director.
Concretos poliméricos. “Los componentes esenciales del concreto polimérico son los agregados minerales que se unen con un polímero sintético como material aglutinante. Tiene ventajas de propiedades más altas, bajos requerimientos de energía”, puntualiza el experto.
¿Por qué las constructoras utilizan otros materiales?
De acuerdo con el presidente Pedro Arjona Alison de Constructora Antar, esto no depende de las constructoras sino del cliente, porque si busca tener edificaciones sustentables, como constructoras debemos realizar la obra con materiales que sean amigables al medio ambiente, por otra parte, si solo se busca resistencia y durabilidad la mejor opción es el cemento.
De acuerdo a un informe del IMSS, la industria de la construcción rompe récord en creación de empleos al posicionarse en el tercer puesto, sólo detrás del sector de transportes y comunicaciones.
Luego de meses difíciles causados por la pandemia, la recuperación del sector de la construcción en México ha sido lenta, pero firme. De acuerdo con un informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el sector de la construcción se ubicó como el tercer generador de empleos en el país al cierre de agosto, con un 5.3%, detrás de las industrias de transportes y comunicaciones, que en conjunto sumaron el 8.6% en creación de fuentes laborales en el país.
El IMSS detalló que en agosto se registró un aumento mensual de 157 mil 432 puestos, que equivalen a una tasa mensual de 0.7%. Con lo anterior, la creación de empleos de enero a agosto es de 616 mil 718 puestos, de los cuales, el 76.2% corresponde a empleos permanentes.
Aunado al informe del organismo federal, la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) que realiza el INEGI, informó que al mes de junio de este 2022, a tasa anual y con cifras desestacionalizadas, el valor real de la producción de las empresas constructoras creció un 6.8%; el personal ocupado total aumentó 1.5%; las horas trabajadas, 1.1%; y las remuneraciones medias reales se incrementaron 2.8 por ciento.
En la recuperación de la industria participa la constructora Mezcla Brava; mediante innovaciones ha mejorado los procesos de edificación y muestra una mayor productividad en los trabajadores.
Y gracias a la implementación del ‘Sistema Constructivo en México’, con una técnica que incluye asesoramiento en toda la obra, maquinaria de última generación y materiales avanzados, es posible concluir las obras antes de lo proyectado (hasta un 30%), disminuyendo de esta manera los costos.
Lo anterior permite que las empresas constructoras puedan contar con procesos eficientes en sus obras y, por tanto, puedan contratar a un mayor número de trabajadores en beneficio de las economías locales.
Al encontrarse el país en una zona sísmica, es importante conocer cómo prevenir daños estructurales tras sismos. Por lo cual hoy te presentamos las acciones a implementar en la construcción para evitar pérdidas ante estos fenómenos.
En el marco del mes de septiembre, época en la que se recuerdan algunos sismos que han marcado a México, el experto de la UNAM explica la importancia de cumplir con los reglamentos de construcción y evitar menos derrumbes.
Sismos en México
Los sismos del 19 de septiembre de 1985 y de 2017 existen grandes diferencias, el primero resultó 30 veces más destructor con una magnitud de 8.1, por su ocurrencia en ambientes tectónicos distintos.
El sismo de 2017 fue distinto debido a que se ha avanzado en los reglamentos de construcción.
De esta manera, el investigador del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, Raúl Valenzuela Wong, explica que las acciones a implementar en materia social, académica y de política pública deben estar más enfocadas “a la prevención que a la predicción, es imperativo saber cómo podemos garantizar que nuestras viviendas y construcciones estén bien hechas”.
Es así como señala que se ha avanzado en los reglamentos de construcción, por lo tanto, debemos cumplir con ello para estar mejor preparados en la ocurrencia de un próximo fenómeno de esta naturaleza.
Valenzuela Wong menciona también que para algunos investigadores la referencia había sido el de 1985, “pero desde hace cinco años continúan las lecciones y las enseñanzas, aun cuando estamos mejor preparados en ciertos aspectos, pero claramente nos muestra que nos queda camino por andar”.
Lo ideal es que en 2017 no se nos hubiera venido abajo ningún inmueble, lo cual nos indica, quizá, que había o existen edificios viejos que no han sido reforzados, o que no dan cumplimiento con los estándares más actuales de construcción, alerta.
Se busca combatir brecha de vivienda en México al evidenciar los resultados del estudio realizado por el MIT y la firma La Haus. Conoce las causas y las soluciones que se proponen ante esta problemática.
México requiere construir al menos 800,000 viviendas anuales y combatir la informalidad en el sector, para atender un déficit de 2.2 millones de hogares que cada año va aumentando, de acuerdo con el estudio “Enfrentar el desafío de la vivienda en América Latina”, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés) y la firma La Haus.
El documento, elaborado por el Laboratorio de Economía del MIT, describe que para resolver la brecha de vivienda en México, se necesita la construcción de 800,000 unidades nuevas al año, aumentar la inversión en construcción en 1 % del PIB y enfrentar el fenómeno de la vivienda informal.
El estudio explica que en Latinoamérica hay 100 millones de personas que habitan viviendas precarias “y uno de los retos es combatir la informalidad al construirlas”.
En México, relata el documento, durante septiembre se registraron temblores que pusieron en evidencia casos de inmuebles con “vicios de construcción” que ponen en riesgo la integridad de los mismos “y sobre todo de sus habitantes”.
“México está construyendo las casas necesarias, pero mucha construcción ocurre informalmente, sin un permiso oficial, sin infraestructura adecuada, y a veces sin los parámetros mínimos de seguridad en tipo de vivienda, materiales y servicios. El sector formal de construcción de vivienda debería expandirse en un 30 %, a costa de reducir la autoconstrucción. Es un número grande, pero no imposible”, describió Albert Saiz, profesor de Planeación Urbana en el MIT.
La Haus detalla que entre los problemas del sector vivienda que enfrentan países como Colombia y México, están el crecimiento económico lento, la alta desigualdad de ingresos y el acceso insuficiente al financiamiento hipotecario, que dificultan la adquisición de una vivienda formal de calidad.
Jerónimo Uribe, CEO y cofundador de La Haus, concretó que en el estudio se establece que uno de los retos es el de la tierra, en el que las densidades promedio nacionales actuales (0,5 Coeficiente de Ocupación de Suelo -COS-), se necesitarían más de 120,000 hectáreas de tierra parcelada en los próximos 20 años en sólo ocho de las ciudades más grandes de México, “un área equivalente al 6 % de El Salvador”.
“Estas magnitudes son probablemente inviables, con lo cual el desarrollo urbano y la política pública deben recurrir a densidades más altas, y utilizar terrenos no aprovechados”, detalló el experto.
El estudio muestra que pueden “producir una cantidad sustancial de viviendas de manera sostenible en edificios de 3 a 6 pisos de altura. Esta tipología se puede diseñar de manera estéticamente agradable, lo que ayuda a obtener el apoyo popular para la reurbanización”, añadió.
“Estamos apoyando este estudio, en primer lugar porque justamente la falta de datos y de información es una de las grandes barreras para resolver el problema de vivienda. Evidenciar la brecha y sus causas, es el primer paso para establecer planes para cerrarla, y eso tiene como objetivo último mejorar la calidad de vida de la población”, concluyó Uribe.