Contracción de demanda global y subsidio extranjero al acero distorsionan mercado de EUA.- AISI
En materia de Comercio el American Iron and Steel Institute consideró dentro de sus prioridades de políticas públicas que los subsidios de gobiernos extranjeros y otras políticas que distorsionan el mercado han dado como resultado exceso de capacidad de acero y repetidos aumentos repentinos de las importaciones de acero en el mercado estadounidense, especialmente a raíz de shocks de demanda global.
Para abordar estos desafíos en curso, AISI insta a las siguientes acciones a Presidente y Congreso:
Asegurar que el remedio de la Sección 232 sobre las importaciones de acero permanezca en su lugar y sea completamente efectivo, particularmente debido a la reciente disminución de la demanda impulsada por COVID-19 en los mercados del acero en los Estados Unidos y alrededor del mundo.
En ausencia de un alivio efectivo de la Sección 232, la sobreproducción sustancial de acero en China y otros países donde existe una importante intervención gubernamental en el sector del acero probablemente resultará en nuevos aumentos repentinos de las importaciones de acero, amenazando la viabilidad de productores de acero y la seguridad nacional de Estados Unidos.
Fortalecer y hacer cumplir enérgicamente las leyes estadounidenses de derechos antidumping y compensatorios, garantizar recursos adecuados para las agencias responsables de hacer cumplir estas leyes comerciales, y trabajar para abordar el transbordo, la elusión y la evasión de las órdenes comerciales correctivas.
Apoyar la promulgación de legislación que fortalezca y actualice aún más las medidas correctivas comerciales EUA leyes para reflejar las realidades económicas actuales y continuar permitiendo que la ley de derechos compensatorios sea aplicado a la manipulación de divisas por gobiernos extranjeros.
Presionar por compromisos vinculantes de China y otros países productores de acero importantes para eliminar exceso de capacidad del acero, para poner fin a los subsidios específicos del sector del acero y otros factores que distorsionan el mercado políticas y prácticas, y abstenerse de introducir nuevos programas de subvenciones en el futuro.
Abordar las políticas y prácticas que distorsionan el comercio, incluidos los subsidios transfronterizos, que están alimentando el rápido crecimiento de la nueva capacidad de acero por parte de empresas chinas fuera de China, como en Indonesia y otras partes del sudeste asiático.
Comprometerse a defender enérgicamente y continuar la práctica de que Estados Unidos trate a China como una economía no de mercado (NME) con fines antidumping, hasta que China realice las reformas necesarias para permitir que su economía funcione verdaderamente sobre la base de los principios del mercado.
Asegurar el cumplimiento total y efectivo del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC) incentivar el uso del acero norteamericano en la fabricación y fortalecer el norte
Cadenas de suministro de fabricación estadounidense.
Proseguir las acciones de aplicación de la OMC contra las políticas y prácticas de gobiernos extranjeros que incompatibles con las obligaciones de la OMC y distorsionan el comercio de acero y materias primas siderúrgicas.
Tomar medidas significativas para reformar la OMC a fin de abordar la extralimitación de los paneles de resolución de disputas y el Órgano de Apelación, en particular con respecto a la aplicación por los Estados Unidos de su derecho a reparar dumping y subvenciones.
Las empresas buscan mitigar el impacto de la sobrecapacidad de producción china mientras fijan las metas para desarrollar cadenas de valor que hagan repuntar el negocio; la importancia de la sustentabilidad y la reducción de emisiones de CO2.
La sobrecapacidad de producción China impacta en el resto del mundo, pero lo hace más fuertemente en América Latina.
La sobrecapacidad China es quizás el centro de las dificultades de la industria del acero. Pero actualmente, en medio de la guerra comercial entre las principales potencias mundiales que afecta al resto de los países, sus economías, producción y cadenas de valor, las empresas productoras de acero de América Latina discuten cómo transformarse para mantenerse relevantes.
El comienzo de la guerra comercial liderada por el presidente estadounidense, Donald Trump , se dio con el acero como protagonista: Estados Unidos aplicó aranceles al acero, al aluminio y a paneles solares desde principios del año pasado. Desde aquel momento, se han sumado a la lista muchos productos más, tanto en China como en Estados Unidos, y a pesar de que han habido treguas, la tensión comercial continúa.
En el marco de la celebración por los 60 años de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), referentes de la industria se dieron cita la semana pasada en el hotel Hilton de la ciudad de Buenos Aires para discutir los desafíos regionales. En la apertura del congreso, Martín Berardi, presidente de la Cámara Argentina del Acero y presidente ejecutivo de Ternium Argentina, no sólo se refirió a la complejidad de la coyuntura mundial, sino también a las tensiones políticas que han venido creciendo en América Latina en las últimas semanas: “Estos son los factores exógenos que afectan a nuestros mercados, sin dudas, pero también hay un factor endógeno, y es la transformación que la industria está teniendo con el avance de la tecnología y la agenda de sustentabilidad”.
Para los empresarios no es un secreto que la actividad económica en la región está lenta y continuará ralentizándose. Los pronósticos de entidades como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización Mundial del Comercio (OMC) lo evidencian: se espera que el PBI crezca un 0,6% este año, la tasa más baja desde 2016, antes de aumentar 2,3% en 2020, según el FMI.
Y en cuanto al acero, el consumo aparente en la región en 2018 fue de 67 millones de toneladas (Mt), pero se estima una caída de 1,5%.
Los socios de Alacero producen cerca de 62 millones de toneladas anuales de acero en la región. En un informe de Alacero, Francisco Leal, director general de la asociación, destaca que “la producción de acero crudo puede sufrir una caída estimada del 5,4% en relación a 2018, si se confirman los 61,6 Mt que se esperan al cierre de 2019”.
En tanto, la producción de laminados, que cerró 2018 con 54,3 Mt, “tiene una reducción estimada del 5,6% en 2019, totalizando 51,3 Mt”, añade.
Para Paolo Rocca, presidente y CEO del grupo Techint, los últimos diez años han sido difíciles: “Después de la crisis de 2008 la demanda de acero mundial creció 44%, pero el valor de nuestras empresas cayó entre 60% y 80%. En el entretiempo, la participación de China en el mercado mundial del acero aumentó del 35% al 50%, mientras América Latina, en este contexto, creció alrededor del 10% y las empresas han tenido dificultades importantes”.
Para Rocca, “no es fácil conseguir los capitales necesarios para transformarse”, y señala que la acotada rentabilidad de la industria se da como resultado del exceso de capacidad a nivel mundial, el bajo crecimiento de América Latina y la desindustrialización de los países de la región, que dependen cada vez más de las exportaciones de commodities.
Ranking
En el ranking mundial de producción de acero crudo China está a la cabeza con 924,3 Mt en 2018, seguido de India, con 109,3 Mt, Japón (104,3 Mt), Estados Unidos (86,6 Mt) y Corea del Sur (72,5 Mt), según datos de la World Steel Association.
Por su parte, América Latina en su conjunto produjo este año 61,6 millones de toneladas, un 5,4% más en comparación con 2018. Brasil es el primer productor con 33,4 Mt, seguido de México con 18,6 Mt, Argentina (4,7 Mt), Perú (1,2 Mt) y Colombia (1,1 Mt).
“China representa el 50% de la producción mundial de acero en el mundo”, destaca Edwin Basson, director general de la World Steel Association. “Pero dejemos de lado a China por un momento y pensemos, ¿qué pasará en el mundo en términos de uso y demanda del acero? ¿qué tanto acero requiere una sociedad para generar un millón de dólares de PBI? Si observamos a los países luego de la Segunda Guerra Mundial, vemos que, por ejemplo, países como Japón, Alemania, Francia y Estados Unidos usaron en las décadas de 1950 y 1960 alrededor de 30 Mt de acero para generar un millón de dólares de PBI. Hoy, esos mismos países usan solo alrededor de 10Mt de acero para generar un millón de dólares de PBI. Eso significa que la intensidad en el uso del acero cae a medida que las economías se desarrollan, y eso ya lo comenzamos a ver en China”, añade Basson.
924 millones de toneladas fue la producción de acero crudo de China en 2018. Esa relación pone a los países en vías de desarrollo como potenciales mercados para el acero, dado su enfoque en infraestructura y desarrollo. Así, India parece tener todas las condiciones para liderar el consumo del acero, al igual que Vietnam.
“Y en la región, en cambio, cae el uso en México, a medida que sus condiciones económicas se asemejan más a las de Brasil”, señala Basson.
Acero y competitividad
Para Alacero, 2018 fue un punto de inflexión para la industria. Y 2019 inició con bajas expectativas que se mantuvieron debido a las adversidades internas y externas de los países latinoamericanos.
“Aunque la industria es uno de los pilares del desarrollo económico y social de la región, con relación entre el consumo aparente de acero y el PBI, las cifras muestran que hay un largo camino por recorrer”, indica un informe de la asociación, que nuclea a más de 60 empresas y cuya producción total es cercana a los 62Mt anuales.
“A diferencia del consumo mundial -continúa-, que se espera que crezca un 1,6%, el escenario latinoamericano muestra pérdida de competitividad y espacio en la producción de mayor valor agregado”, con un pronóstico de caída en el consumo del 2,3% en 2019.
Datos de la asociación, Cepal y la World Steel Association muestran que en la Argentina el consumo aparente de acero laminado per cápita cayó de 122 kilogramos (kg) en 2015 a 92 kg en 2019, en Brasil de 105 kg en 2015 a 103 kg en 2019, en Chile de 156kg a 140 kg y en Colombia pasó de 84 kg a 74 kg en el mismo período, lo que evidencia una tendencia homogénea a la baja en el consumo (números que preocupan y evidencian la ralentización de las economías latinoamericanas, al ser un indicador importante del desarrollo económico de la región).
En promedio, el consumo per cápita de acero laminado en América Latina pasó de 115 kg en 2015 a 105 kg en 2019.
Por otra parte, la previsión de consumo de China es de crecimiento, del 6,2%, “por encima no sólo del promedio mundial proyectado, sino también del aumento previsto del 2,1% para el consumo de América del Norte”. Asimismo, se espera que la Unión Europea experimente un aumento del 1,3% en la demanda aparente en 2019.
42 de 66 resoluciones antidumping y/o salvaguardas relacionadas con el acero vigentes en América Latina son contra China
Para Sergio Leite de Andrade, CEO de la brasileña Usiminas, este escenario tiene que ver con no haber protegido a la región. “El proceso de ‘desglobalización’ es algo que debemos vigilar, porque el comercio global está siendo reemplazado por un comercio regional y eso no es bueno para la industria”, dice.
Y añade: “También tenemos que prestarle atención al aumento del proteccionismo en todo el mundo, porque la única región que no tomó ninguna medida para proteger sus mercados, es América Latina”.
Para Rocca, el desarrollo de toda la cadena de valor industrial es esencial para que la industria regional prospere: “Hoy, en un cambio de ciclo de la globalización, creo que tenemos como industriales, como productores de acero y como promotores de nuestra cadena de valor, una oportunidad muy importante de volver a plantear dentro de nuestros países políticas económicas con foco en la promoción industrial, la creación de empleo y de un nivel de desarrollo de la cadena en nuestro continente, en un momento en que la cadena de valor con China se está interrumpiendo”.
Y Basson concluye: “En general, no tengo una imagen negativa de la industria. Hay un cierto crecimiento progresivo de la misma, así como de la demanda. El acero sigue siendo uno de los materiales más necesarios para el mundo, para la sociedad, y tiene una amplia gama de aplicaciones, además de ser reciclable y reutilizable”.
China no logró llegar a un acuerdo con otros países para promover el trabajo de un foro de tres años diseñado para resolver el exceso de capacidad de la industria mundial del acero.
Si bien la mayoría de los miembros querían extender el foro más allá del próximo mes, China dijo que la organización ha logrado su objetivo y debería expirar, dijo a periodistas en Tokio el ministro de Industria de Japón, Hiroshi Kajiyama, quien preside la reunión del Foro Global sobre Capacidad Exceso de Acero.
Los gobiernos de varias naciones discutieron el asunto en una reunión a nivel ministerial en la ciudad el sábado. El exceso de capacidad es un punto de disputa en curso y China, productora de la mitad del acero del mundo, generalmente tiene la mayor parte de la culpa por un exceso de metal barato.
El país ha dicho que está reestructurando su industria y frenando el exceso de oferta. La última reunión del foro se produce cuando las perspectivas para el consumo de acero se reducen, y se espera que la demanda fuera de China casi se detenga este año.
En el período previo a la reunión, más de una docena de grupos industriales de Europa, América del Norte y Asia pidieron que el foro se extendiera más allá de su vencimiento actual en 2019. La sobrecapacidad mundial del acero “ha disminuido lentamente en los últimos años, si solo porque China, en particular, está aumentando la producción”, dijo.
Si bien las reformas de la industria del acero en China han avanzado, la cuestión de la nueva capacidad ilegal ha surgido nuevamente, dijo en septiembre Xing Tao, subdirector del Departamento de Materias Primas, Ministerio de Industria y Tecnología de la Información. Algunas compañías han estado produciendo acero continuamente, incluso en medio de riesgos ambientales y de seguridad, y el suministro ha aumentado demasiado rápido, dijo Xing. La producción de acero crudo del país aumentó un 8.4% este año.
El presidente Kajiyama dijo el sábado que los miembros del foro compartieron ampliamente la importancia de continuar trabajando para reducir el exceso de capacidad y garantizar que los esfuerzos futuros hacia este objetivo se realicen mediante una “plataforma abierta”, donde los miembros del G-20 y la OCDE puedan unirse.
La capacidad de producción global se ha duplicado desde 2000, según un comunicado del Ministerio de Comercio, citando datos de la OCDE y la Asociación Mundial del Acero. El exceso de capacidad de acero se ha reducido de un máximo de 700 millones de toneladas en 2015, y actualmente es de 400 millones de toneladas, equivalente a cuatro veces el tamaño de la producción total de Japón, dijo el ministerio.