El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de las Manufacturas mantuvo su tendencia negativa, al sumar siete meses de caídas consecutivas, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este instrumento se estableció en 48.8 puntos en enero de 2020, lo que representó un nivel inferior en 4.1 puntos con respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo con datos desestacionalizados, apuntó.
Con este dato se situó por cuarto mes consecutivo por debajo del umbral de los 50 puntos, detalló en su reporte mensual elaborado con los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE).
El Indicador de Confianza Empresarial del Comercio se ubicó en 49.3 puntos, al registrar una caída anual de 3.6 puntos, y sumó tres meses consecutivos por debajo del umbral de los 50 puntos, refirió.
Mientras que el Indicador de Confianza Empresarial de la Construcción se colocó en 47.7 puntos, al mostrar un descenso de 1.2 puntos en enero frente al mismo mes de 2019, y ligó 15 meses consecutivos por debajo del umbral de los 50 puntos, apuntó.
En su comparativo mensual, indicó que los Indicadores de Confianza Empresarial de las Manufacturas, Construcción y Comercio disminuyeron 0.5, 1.0 y 0.4 puntos en comparación con el mes anterior inmediato.
Solo el primer indicador sumó cuatro meses continuos con una “racha negativa”, pues desde octubre ha mostrado esa tendencia.
Dichos indicadores se elaboran con los resultados de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial (EMOE), los cuales permiten conocer la opinión de los directivos empresariales sobre la situación económica del país y sus empresas.
El mercado del acero mejorará ligeramente en la segunda mitad de 2020, aunque no será hasta 2021 cuando el alivio sea significativo. Al menos, así lo prevé Eurofer, la patronal que aglutina a las empresas siderúrgicas europeas –Arcelor y Thyssen, entre ellas-, en el informe que acaba de publicar sobre las perspectivas del sector. En 2019, el consumo cayó un 1,1% en términos interanuales, lo que supone «el primer crecimiento negativo en el acero de la Unión Europea (UE)» desde 2013. Este año le seguirá otra caída, aunque más moderada, del entorno del 0,4%. La patronal del acero solo espera que el consumo se recupere en 2021, cuando calcula que podría incrementarse un 1,4%.
Las compañías siderúrgicas basan esta previsión, en parte, en las expectativas positivas del mercado para los sectores consumidores de acero, que fijan cierta recuperación a lo largo del presente ejercicio. «La construcción demostrará ser resistente y continuará registrando un crecimiento de la producción, mientras que otros sectores que utilizan acero, el de la automoción en particular, continuará experimentando un descenso en la producción a principios de 2020, pero a tasas más bajas, seguido de una modesta recuperación desde el segundo trimestre en adelante», señala el informe de Eurofer. De cumplirse este pronóstico, la organización espera que 2019 haya cerrado con un consumo real de acero de 161,5 millones de toneladas y registre alrededor de 160,9 millones en 2020 y 163,2 millones en 2021.
No obstante, las compañías siderúrgicas advierten de «el sector manufacturero en la UE todavía está experimentando una grave recesión, dada su gran exposición al comercio global». De modo que los riesgos externos continuarán siendo una amenaza durante los próximos meses. Un ‘Brexit’ sin acuerdo para fines de 2020, que «en teoría todavía es posible y una nueva escalada en las medidas comerciales proteccionistas -la incertidumbre en la UE seguirá estando alimentada por la falta de claridad sobre la evolución de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China-, junto con posibles tensiones geopolíticas en Oriente Próximo (Irán, Irak, Libia), contribuirían aún más a frenar la confianza empresarial y la actividad en las industrias que usan acero».
A esto se suman las políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero incluidas en el Pacto Verde. Sobre el gran acuerdo impulsado por la Comisión Europea para completar la descarbonización de la economía, Eurofer alerta de que puede afectar «a las decisiones financieras y de inversión de los sectores industriales intensivos en energía». La volatilidad de las importaciones es un problema añadido para el sector siderúrgico europeo. En 2019 -a falta de computar los datos de diciembre- los productos procedentes de países extracomunitarios cayeron un 11%.
Mecanismo de salvaguarda
Pero esta tendencia no es homogénea, ya que, desde enero del año pasado, los datos mensuales revelaron un incremento de la inestababilidad. Tanto es así que, en julio, las importaciones se dispararon un 37% en la comparación interanual, aunque luego disminuyeron durante los siguientes meses a niveles más habituales. Para intentar controlar la masiva llegada de acero ‘sucio’, procedente de países con legislaciones ambientales más laxas que la europea y, por tanto, más barato, la patronal ve la necesidad de mejorar el mecanismo de salvaguarda.
En concreto, reclama que se alinee «el nivel de cuota con la nueva realidad de estancamiento de la demanda de acero de la UE» derivado de «la concentración y especulación de importaciones que perturban el mercado». Así, Eurofer insiste en la urgencia de «revisar inmediatamente la lista de países en desarrollo» a los que afecta esta medida, al tiempo que critica que dicho mecanismo haya permitido maximizar las cuotas trimestrales de exportadores claves como Turquía y China, que están entre los que más perjudican al sector.
El consumo de acero acabado de China aumentará un 2% en el año a 889.8 millones de toneladas en 2020, impulsado por la demanda del sector de la construcción, según las estimaciones de la Asociación de Hierro y Acero de China publicadas la semana pasada, informó la agencia Platts.
El consumo total de acero aumentó un 6% en el año en 2019 a 875.3 millones de toneladas, según CISA.
Fuentes del mercado del acero consideraron un aumento adicional del 2% en la demanda de acero en 2020 como un crecimiento decente, considerando que la demanda interna de acero en 2019 había sido lo suficientemente fuerte como para absorber la mayor parte de la producción incremental de acero de China.
CISA advirtió que es probable que la producción de acero de China también aumente aún más en 2020. Se espera que la producción de acero crudo de China en 2020 aumente levemente en un 2% interanual, manteniendo la oferta y la demanda en gran medida en equilibrio, según Platts.
El sector de la construcción, propiedad e infraestructura combinadas, seguirá siendo el mayor impulsor de la demanda de acero en 2020, consumiendo 498 millones de toneladas de acero acabado, un aumento del 2% interanual, según CISA. El consumo de acero del sector de la construcción aumentó un 8% en el año en 2019 a 486 millones de toneladas.
La asociación dijo que el crecimiento en nuevas propiedades comenzará a desacelerarse en 2020, pero la construcción de infraestructura acelerará y compensará la presión a la baja sobre la demanda de acero de una construcción de propiedades más débil.
CISA espera una tasa de crecimiento de la demanda de acero saludable en el sector de la maquinaria, debido al crecimiento constante de la demanda de la industria petroquímica y de la construcción.
Sin embargo, CISA dijo que la demanda de acero de la fabricación de vehículos, barcos y contenedores disminuirá en 2020.
La asociación pronosticó que la producción y las ventas de automóviles de pasajeros en China disminuirán un 2% en 2020.
Una fuente de una importante fábrica de acero china dijo que el exceso de capacidad era el principal problema para el mercado de automóviles de pasajeros, que probablemente demoraría entre dos y tres años en resolverse.
Las materias primas mantendrán la moderación de precios en 2020 El mercado del acero está experimentando una evolución estructural.
De acuerdo con el último informe de Crédito y Caución, la debilidad de la demanda mundial dejará su huella en la evolución de los precios de los productos básicos en 2020. El análisis de la aseguradora recalca que China ha alcanzado ya el nivel de consumo de metales per cápita de las economías avanzadas. Durante los últimos 20 años, su participación en el consumo mundial de metales ha aumentado del 10% al 50%, con un crecimiento del consumo muy por encima del crecimiento del PIB. Para mantener el crecimiento de la demanda mundial, otras economías emergentes deberían tomar el relevo. “No vemos que eso suceda. Un país de rápido crecimiento como la India tiene un crecimiento del consumo de metales igual al crecimiento del PIB per cápita. La demanda mundial subyacente de productos básicos está ahora más en consonancia con el crecimiento del PIB”, dice el informe.
La debilidad de los precios caracteriza el panorama general de las materias primas, pero hay algunas excepciones. Una de ellas es el níquel, con una subida de precios de casi el 70% desde principios de año. Este mineral se utiliza en baterías para coches eléctricos, cuya demanda se espera que se estimule a medida que avance la transición energética. Además, Indonesia ha prohibido las exportaciones a partir de 2020, lo que ha contribuido a la explosión de su precio.
Los precios de otros productos básicos están bajo presión. El aluminio o el cobre, que se utiliza en productos cada vez más populares y sostenibles como los coches eléctricos da a los precios un cierto apoyo. Aun así, el precio ha bajado en 2019 debido a la amplia disponibilidad de la materia prima. Los precios del zinc están aún bajo más presión: han caído un 12% en 2019, debido a la debilidad del sector de la construcción y la automoción. Las inversiones recientes también han aumentado la capacidad de producción, lo que ha dado lugar a un cierto exceso de oferta.
El mercado del acero está experimentando una evolución estructural. Los precios han bajado más de un 13% en todo el mundo ya que la producción mundial está creciendo (5%), impulsada por China (9%) y Estados Unidos (6%), sin que exista una clara correspondencia con la demanda. En la actualidad, el exceso de capacidad en el mercado del acero, según las estimaciones más fiables, es del 24%.
CMC optimista sobre la demanda de construcción en EE.UU. y recuperación de la chatarra.
El fabricante estadounidense de acero y reciclador de metales Commercial Metals Company (CMC) espera un fuerte trimestre próximo en demanda estable de construcción, precios de chatarra más altos, retrasos en el inventario a precios rentables y cortes de mantenimiento programados, infrormó la agencia Argus.
El productor de acero largo con sede en Texas, que opera en los EE. UU. y Polonia, espera que la mayor demanda de los mercados de construcción de infraestructura y no residenciales de EE. UU. respalde la fijación del precio del acero hasta febrero de 2020, compensando la menor demanda estacional.
Los envíos de varillas corrugadas estadounidenses de CMC en su último trimestre finalizado el 30 de noviembre aumentaron en un 66 por ciento a 881,000 del período del año anterior, lo que fue menor porque precedió a la adquisición por parte de CMC de varias fábricas Gerdau.
El precio de venta promedio de los productos de acero de CMC en los EE. UU. cayó en $ 71 por tonelada corta ($ 78.26/tm) a $ 611/tc ($ 673.51/tm) en el año, lo que fue compensado por los costos de chatarra ferrosa que cayeron en $ 81/tc ($ 89.28/tm) a $ 226/tc ($ 249.12/tm) respecto el año anterior, aumentando el margen de metal en $ 10/tc a $ 385/tc ($ 424.39/tm)
CMC anticipa un margen de beneficio de rango de $ 40/tc durante el resto de su año fiscal 2020, con una variación de $ 10-15/tc en el segundo trimestre en función de las interrupciones programadas de la fábrica.
La compañía cerró el taller de fundición en su fábrica de barras de refuerzo de California a mediados de octubre, lo que permitió reducir los costos de producción de barras de refuerzo en las instalaciones y respaldar la capacidad de utilización de la fábrica en otras ubicaciones de fusión de CMC.
CMC es optimista sobre el aumento de los precios de la chatarra ferrosa a corto plazo que refuerza su segmento de reciclaje. En noviembre y diciembre de 2019, las evaluaciones de Argus para los precios promedio de la chatarra ferrosa en los EE. UU. aumentaron en $ 52 / gt para el HMS n. ° 1 y en $ 54 / gt para el busheling n. ° 1.
La producción de acero en México en el mes de octubre fue de 1 millón 515 mil toneladas un 3.6 por ciento menor a la registrada en octubre del año pasado, mientras que en forma acumulada en los primeros 10 meses del año alcanzó 15 millones 727 mil toneladas un 7.8 por ciento menor que las 17 millones 54 mil toneladas del año pasado. Según datos de la Asociación Mundial del Acero (worldsteel), la producción mundial de acero crudo para los 64 países que la conforman fue de 151.5 millones de toneladas (Mt) en octubre de 2019, una disminución del 2.8 por ciento en comparación con octubre de 2018.
La producción de acero en México se ha visto frenada por la caída en el sector de la construcción así como en la producción de automóviles y el estancamiento de la economía.
Monterrey destaca como una de las principales ciudades sede de importantes corporativos del sector acerero en el país, tales como Ternium, Villacero, Deacero, ArcelorMittal México, Tubacero, entre otros.
La producción de acero bruto de China para octubre de 2019 fue de 81.5 Mt, una disminución del 0.6 por ciento en comparación con octubre de 2018. India produjo 9.1 Mt de acero bruto en octubre de 2019, un 3.4 por ciento menos que en octubre de 2018. Japón produjo 8.2 Mt de acero bruto en octubre de 2019, bajó un 4.9 por ciento en octubre de 2018. La producción de acero crudo de Corea del Sur fue de 6.0 Mt en octubre de 2019, una disminución del 3.5 por ciento en octubre de 2018.
En la UE, Alemania produjo 3.3 Mt de acero bruto en octubre de 2019, un 6.8 por ciento menos que en octubre de 2018. Italia produjo 2.2 Mt de acero bruto en octubre de 2019, un 3.7 por ciento menos en octubre de 2018. Francia produjo 1.2 Mt de acero bruto en Octubre de 2019, una disminución del 10.6 por ciento en comparación con octubre de 2018. España produjo 1.2 Mt de acero bruto en octubre de 2019, un 7.6 por ciento menos que en octubre de 2018.
Estados Unidos produjo 7.4 Mt de acero bruto en octubre de 2019, una disminución del 2 por ciento en comparación con octubre de 2018.
La producción de acero bruto de Brasil para octubre de 2019 fue de 2.6 Mt, un 19.4 por ciento menos que en octubre de 2018.
La producción de acero crudo de Turquía para octubre de 2019 fue de 2.7 Mt, un 15 por ciento menos que en octubre de 2018.
“Tenemos que enfrentar la innovación y la transformación digital”, destacó Sergio Leite de Andrade, CEO de la empresa brasileña Usiminas, durante el primer panel del Congreso Alacero 60. “No podemos ignorar las bases del futuro”, continuó, y se refirió a la sustentabilidad -más específicamente a la reducción de CO2 en las plantas siderúrgicas-, para enfrentar el cambio climático.
Y es que el evento tuvo paneles en los que se habló específicamente de estos desafíos que, durante mucho tiempo, no han sido enfrentados correctamente, y que ahora no se pueden evitar. Lo mencionó Paolo Rocca, presidente y CEO del Grupo Techint, al mencionar la necesidad de volver a interesar a los jóvenes en la industria, “porque nos miran como dinosaurios”, bromeó.
En América Latina el acero es utilizado en Construcción (51%), Productos metálicos (18%), Maquinaria mecánica (15%), Automotriz (12%), Equipamientos eléctricos (2%) y Electrodomésticos (1%)
“Para que nuestra industria retome toda su capacidad de atracción, de inversiones, de talentos, y de consenso de toda la comunidad en la cual estamos arraigados, necesitamos encarar con otra fuerza todos los componentes claves del tema ambiental”, dijo, y enumeró los desafíos grandes: el primero, asociado al cambio climático. “En este aspecto América Latina tiene una oportunidad importante, porque puede desarrollar una ventaja competitiva. Hace 20 años, después del acuerdo de Kioto, la World Steel Association analizó todo esto y emitió un documento extraordinario, muy importante, en el cual planteó todos los temas y cómo la industria del acero podía reducir la emisión de CO2 a lo largo de un período de tiempo. Veinte años después la intensidad de CO2 por tonelada no cambió en lo más mínimo”, sentenció. “La participación del acero eléctrico sigue siendo del 30%.”
En ese sentido, Rocca destacó el potencial renovable de la región, “con una matriz primaria más favorable, con un rol del gas que puede crecer muchísimo y asegurar una matriz energética mucho más limpia de lo que es la matriz total del mundo, o la matriz de países como India, que tiene una basada en el carbón”, dijo, a la vez que destacó la importancia de las comunidades cercanas a donde se encuentran las empresas, “que tienen la posibilidad de trabajar juntos por el progreso social”.
Tras aranceles al acero en EUA, hoy los precios del acero están debajo del nivel inicial.
Cuando el presidente Trump impuso aranceles del 25% al acero extranjero en marzo de 2018, los compradores de Estados Unidos, aterrorizados, se apresuraron a hacer nuevos pedidos antes de las temidas interrupciones de suministro, lo que hizo que los precios subieran drásticamente.
Fue una bonanza instantánea para los productores nacionales de acero. Con mucha fanfarria, algunos anunciaron ambiciosos planes de expansión. United States Steel Corp. incluso encendió un par de altos hornos inactivos en Granite City, Illinois, y Trump aprovechó la ocasión para pronunciar un discurso conmovedor en la planta sobre el resurgimiento de la industria.
Qué diferencia ha hecho un año. Los precios del acero de referencia han caído muy por debajo de su nivel antes de que los aranceles entraran en vigor y ahora son aproximadamente la mitad de su pico en julio de 2018. La industria ha respondido con recortes de producción.
Y mientras que la fundición Granite City todavía está operando, United States Steel, con sede en Pittsburgh, ha comenzado a despedir a decenas de trabajadores en otros dos altos hornos, cerca de Detroit y en el este de Chicago, Ind. Varios otros fabricantes de acero están cerrando fábricas, inactivos empleados o cortando horas de trabajo de regreso, en Louisiana, Kentucky, West Virginia y Pennsylvania. El empleo general en las acerías ha cambiado poco desde hace dos años.
Es un problema político potencial, así como para Trump, quien ganó el cargo en 2016 con la promesa de ayudar a revivir la manufactura estadounidense y sus trabajadores de cuello azul.
La raíz del problema del acero es una tormenta perfecta que los líderes de la industria estadounidense, producidos por las políticas de Trump, crearon para ellos, sus empresas y sus empleados.
Envalentonados por los aranceles, la retórica pro-empresarial del presidente y los recortes de impuestos que invirtieron dinero en las arcas corporativas, las compañías siderúrgicas realizaron una ola de gastos que agregó capacidad de producción a un mercado interno que no lo necesitaba. Históricamente, las bajas tasas de interés se sumaron al entusiasmo de la industria del acero por invertir en plantas y equipos nuevos y mejorados.
Al mismo tiempo, la inclinación de Trump por una guerra comercial intermitente, intermitente, contribuyó a una desaceleración general de la economía global. La fabricación estadounidense, que junto con el sector de la construcción es el principal consumidor de acero estadounidense, se encuentra actualmente en recesión.
“Es absolutamente impactante que estemos agregando capacidad”, dijo Timna Tanners, analista de la industria del acero en BofA Merrill Lynch Global Research. La caída de la demanda y la mayor capacidad son una “combinación tóxica”, dijo, y agregó que la industria enfrenta un doloroso ajuste de cuentas: un “magneto de acero”.
Según las estimaciones de los analistas, más de 50 reinicios anunciados, expansiones y nuevos proyectos, la mayoría de los cuales ya están en marcha, aumentarán la capacidad de producción nacional de acero en aproximadamente un 20% en los próximos dos o tres años.
Los funcionarios de la administración Trump y el Instituto Americano del Hierro y el Acero, que representa a muchos productores nacionales de acero, argumentan que los aranceles han funcionado al frenar las importaciones y aumentar la participación de la producción estadounidense.
Es cierto que las importaciones de acero han caído como una parte del mercado interno total de acero, de aproximadamente el 30% de todas las compras de los Estados Unidos a un 20%. Pero incluso si las importaciones cayeran a cero, todavía habría más capacidad de producción en los Estados Unidos de lo necesario, en función de todos los nuevos proyectos en curso.
Además, cuando la mayor parte de la nueva capacidad comience más adelante el próximo año, dijo Tanners, la demanda de acero podría disminuir aún más. Los fabricantes de automóviles utilizan cada vez más aluminio y menos acero, y la construcción no residencial ya ha alcanzado su punto máximo.
Eso significa que los precios del acero podrían caer aún más. Los precios ya han caído para el punto de referencia de la bobina laminada en caliente de más de $ 900 por tonelada en julio del año pasado a alrededor de $ 470 hoy, dijo Timothy Triplett, editor senior de Steel Market Update.
“No ha resultado ser lo que pretendía”, dijo sobre los aranceles de Trump.
Cuando Trump impuso los aranceles metálicos en todo el mundo, tomó la medida alegando que las importaciones amenazaban la seguridad nacional estadounidense, aunque pocos estuvieron de acuerdo con esa idea, incluso el propio Departamento de Defensa de Trump. Además, la medida ofendió a los grandes países exportadores de acero, especialmente a los aliados, incluidos Canadá y la Unión Europea, que tomaron represalias con aranceles sobre las importaciones estadounidenses.
Trump eliminó recientemente los aranceles al acero en Canadá y México después de que dos países acordaron revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pero el daño ya estaba hecho.
Tres fabricantes de acero estadounidenses adicionales aumentaron los precios de las láminas en $ 40 pr tonelada corta el viernes 25 de octubre, reflejando un aumento adoptado la víspera por ArcelorMittal.
El grupo de laminadores de Nucor elevó los precios del acero laminado en caliente (BLC), el laminado en frío y el acero galvanizado, y US Steel aumentó los precios base de los productos laminados planos en $ 40/tc. Las operaciones estadounidenses de NLMK, con sede en Rusia, aumentaron los precios de todos los pedidos al contado de todos los productos de acero.
ArcelorMittal aumentó sus precios el jueves en productos laminados planos en $ 40/tc, los primeros aumentos desde julio.
El índice semanal Argus de bobinas laminadas en caliente (BLC) de EE. UU. cayó a $ 488 / st de fábrica el 22 de octubre, un mínimo de 3.5 años.
El precio promedio de BLC evaluado por la agencia Platts se deslizó ayer jueves 24 de octubre a $ 471/tc ($ 519.19/tm) desde $ 475,50/tc ($ 524.15/tm) del miércoles y desde $ 534,25/tc ($ 588.91/tm) del 30 de septiembre, acumulando desde entonces un descenso de $ 62,75/tc ($ 69.17/tm).
Los precios de los productos laminados planos en los EE. UU. han disminuido en un 18.5% desde agosto y en un 34% desde principios de año.
Aunque los productores han marcado algunos de los primeros aumentos de precios en varios meses, los participantes se muestran escépticos sobre si la demanda podría sostener las ganancias. Los participantes en el mercado de chatarra ferrosa también han buscado un piso, ya que los recicladores ven flujos más lentos y los importadores turcos aumentan los precios.
Durante agosto, el valor de la producción de las empresas constructoras registró una caída de 10.2 por ciento, un nivel nunca antes visto desde que en 2007 el Inegi comenzó a levantar una encuesta nacional entre las compañías del sector.
El valor de las obras contratadas tanto por el sector público como el privado acumula ya 14 meses consecutivos de caídas anuales, mientras se define el Plan Nacional de Infraestructura que se espera detone las inversiones en un sector que aporta entre ocho y nueve por ciento del PIB nacional.
La encuesta del Inegi publicada la víspera da cuenta de una contracción en el subsector de la edificación de 8.9 por ciento en agosto, mientras que el valor de los trabajos especializados se desplomó 30.8 por ciento.
Estos resultados reflejan una disminución en el presupuesto para obra pública que se arrastra desde la administración pasada, apuntó José Antonio González, director de Bimsa Reports, empresa especializada en la generación de información para la industria.
Con los recortes y subejercicios en el presupuesto para infraestructura desde el inicio de esta administración, las constructoras en 18 entidades federativas reportaron números rojos en la primera mitad del año, según un reporte de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), publicado por El Sol de México a principios del mes.
Fuente: Inegi / Gráfico: Rodolfo Gómez
El documento reveló que el valor de las obras construidas se desplomó entre 10 y 50 por ciento en diversos estados. En la primera mitad del año, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ejerció unos 23 mil 600 millones de pesos, 16 por ciento menos de lo previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para este 2019.
La incertidumbre en el sector ante la falta de un Plan Nacional de Infraestructura y el retraso en las licitaciones y obras de los grandes proyectos del nuevo gobierno, como el Tren Maya y el proyecto ferroviario del Istmo han sumado a este declive, dijo José Antonio González.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y el Presidente de la República anunciaron el mes pasado que antes de que termine el año se tendrá listo el plan de infraestructura que incluye mil 600 proyectos.
El analista concluyó que una vez que se detalle cuáles son esos proyectos y comiencen las licitaciones del gobierno federal, habrá certidumbre para el sector.