Aunque el país es de los más maduros digitalmente, la industria se ha quedado rezagada por la desinformación.
A pesar de que México es el país que lleva la batuta en Latinoamérica en el proceso de adopción de herramientas digitales en todas las industrias, el sector de la construcción mantiene niveles de rezago inferiores al promedio de la región.
De acuerdo con un estudio realizado por la consultora EY, el promedio de todos los países analizados es, en una escala del 1 al 100, de 58.42, mientras que en el caso particular de la República Mexicana se reporta un puntaje de 48.3.
Una de las principales razones por las que las empresas del ramo no se están digitalizando al mismo ritmo que en otros ámbitos es la desinformación, considera Procore, un software de administración de la construcción.
La compañía realizó un reporte en el que encontró que no hay un vehículo que acerque y empate a las constructoras e inmobiliarias con la oferta de tecnologías existentes para gestionar los proyectos, lo que impide que haya claridad de los beneficios y de la recompensa de las inversiones que se requieren para su implementación.
“Vemos que aún persisten procesos, como la previsión de presupuestos de proyectos o la edición de planos, que resisten este cambio. Y esto también se presenta, principalmente, por la renuncia del personal local a migrar hacia un mundo digital”, detalla el informe.
No obstante, consideran que ya hay atisbos de que las compañías siguen la tendencia del resto de las industrias, principalmente con la implementación de tecnologías como la BIM (Modelado de Información para la Construcción por sus siglas en inglés), así como alianzas con proptechs.
“De esta forma, de manera gradual pero sin pausas, las compañías tecnológicas de este sector proyectamos lograr una digitalización de la construcción en México. Que, de llevarse a cabo de manera correcta, asegurará la expansión de una de las actividades que más abonan al crecimiento nacional”, dice el reporte de Procore.
Recientemente el Banco Inmobiliario Mexicano anunció que se sumaría a esta tendencia por sus beneficios e incorporaría tecnologías en servicios digitales, incluyendo Banca Electrónica y una aplicación.
“El mercado nos ha pedido por años esta digitalización. Es adecuada. La pandemia ayudó a acelerar la digitalización de las empresas inmobiliarias, lo que apoyó a la industria de bienes raíces a tener productos y plataformas digitales, donde pueden vender sus propiedades con el apoyo de marketing y herramientas online”, dijo en un comunicado Gregorio Sánchez, director corporativo de negocios de la entidad bancaria.
Con la adopción espera que se incorporen nuevos negocios y canales, así como facilitar la experiencia del cliente e impulsar la venta de inmuebles.
Texto recuperado el 12 de abril del 2023 de https://obras.expansion.mx/
El director ejecutivo de TYASA, Óscar Chahin Sanz, explicó que el país se encamina hacia el objetivo net-zero en emisiones directas de dióxido de carbono, para cumplir con la exigencia de los clientes de generar menos toneladas de CO2 por tonelada de acero producida.
La industria del acero en México está muy bien posicionada para la llegada de todas las armadoras. En el país, el promedio de emisiones directas de dióxido de carbono son 0.9 toneladas de CO2 por tonelada de acero producido, mientras que el promedio mundial se encuentra en 1.9 toneladas de dióxido de carbono (CO2) por tonelada de acero producido.
Así lo comentó Óscar Chahin Sanz, director ejecutivo de TYASA, al término de la conferencia magistral “La industria siderúrgica mexicana ante el cambio climático y la adopción de nuevas tecnologías”, en el Congreso Conac 2023, que se realiza del 13 al 15 de marzo en Cintermex.
El reto de la industria en emisiones directas de CO2 para llegar a un objetivo net-zero, es la reducción de emisiones de 22% para 2030 y del 50% para el 2050. “En algún momento habrá una posición de cero emisiones para el país y el sector del acero necesita ir por delante de eso”.
“Nuestros clientes van a empezar a exigir que cada vez generemos menos CO2 por tonelada producida”, recalcó.
La empresa siderúrgica TYASA, logró reducir 20% sus emisiones contaminantes en los últimos diez años, para cumplir con su Responsabilidad Social Empresarial (RSE), respetando el medio ambiente y fomentando prácticas de desarrollo sostenible, comentó Óscar Chahin Sanz.
Chahin Sanz, comentó que la acerera TYASA, arrancó con líneas de transformación de la lámina hacia productos terminados, para fabricar tubería para la construcción y derivados del alambre.
“También estamos buscando expandirnos en más productos terminados partiendo de alambrón, tubería para construcción y productos derivados del alambre”, comentó.
La compañía con sede en el estado de Veracruz, en 2012 realizó inversiones que los llevaron a tener una capacidad para producir 1.8 millones de toneladas anuales, actualmente trabajan a una capacidad del 80 por ciento.
Por Lourdes Flores Texto recuperado el 27 de marzo del 2023 de https://mexicoxport.com/
El incremento del salario mínimo y la inflación impedirán que este año el sector despegue. En 2022 la industria de la construcción se quedó rezagada en su recuperación. Uno de los principales factores fue la inflación.
De acuerdo con el vicepresidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) de Yucatán y presidente de la Asociación Mexicana de Energía Renovable y Medio Ambiente, Raúl Asís Monforte González, en 2022 la inflación general cerró en 7.9%, mientras que la de la de construcción se ubicó en 8.6%, esperando que en este año la inflación llegue a niveles de 5% y para a mediados de 2024 exista una estabilidad alrededor de 3%.
“Es cierto que la inflación golpea mucho a la industria de la construcción, pero otro problema que afecta demasiado es la incertidumbre, ya que esta situación no permite planear a largo plazo, es decir nos preocupa cuando existe un crecimiento súbito muy importante, pues puede haber una caída y esas son las que nos dañan mucho más que otro problema”, explicó el vicepresidente.
¿Qué se espera para 2023?
De acuerdo con un análisis de BBVA, este año crecerá 1% el sector de la construcción, combinado con una inflación a la baja. El vicepresidente de la CMIC de Yucatán anticipó una recuperación en la actividad, ya que habrá un aumento en la contratación de personal para cumplir con la edificación de los proyectos.
Sin embargo, Enrique Maza Cotero, presidente de la CMIC del Estado de México mencionó que con las recientes reformas federales en beneficio del sector trabajador, como la ampliación de días de vacaciones y el aumento de 20% al salario mínimo, impactará en los costos de obra de manera negativa a partir de este año, ya que no lo han cuantificado y esto se verá reflejado, sobre todo, en el costo de operación.
El vicepresidente de la CMIC de Yucatán informó que en 2023 se seguirán desarrollando construcciones importantes y que uno de los estados donde más se verá reflejado es en Yucatán, “en este estado se estarán desarrollando obras tanto culturales, turísticas y de movilidad”.
Por ejemplo, el experto explicó que un proyecto de movilidad para los cuidados de Mérida y Progreso se está desarrollando con una inversión de 2 mil 820 millones de pesos y se estima que esté finalizado en los últimos meses de 2023.
Explicó que en el norte también se estarán desarrollando construcciones, pero por la parte de naves industriales, debido al interés de las empresas extranjeras para estar lo más cerca de Estados Unidos.
“Aquí, además de la demanda, la renta de las naves es en dólares, lo que conlleva a más ganancias y que el sector en esta parte del país no se vea tan afectado”, finalizó el experto.
Por Gabriela Lara Texto recuperado el 6 de marzo del 2023 de obras.expansion.mx
El 2023 será clave para el inicio de nuevos proyectos de infraestructura pública, consideró la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). Sin embargo, tanto el sector público como privado deben invertir en mejorar la infraestructura.
“Las empresas internacionales no buscan financiamiento, quieren infraestructura para operar y vivienda para su personal”, comentó Francisco Solares, director general de CMIC, durante el encuentro Líderes de la Industria.
El empresario destacó que para infraestructura se destinan menos del un por ciento. Esto representa un problema, cuando se contempla una necesidad de, al menos, 5% del PIB.
De acuerdo con Solares, se vive un momento histórico para la construcción, lo que repercutirá tanto a nivel económico como en generación de empleos. En opinión del experto, esto se debe a las obras insignia que el gobierno federal actual ha iniciado.
Por otro lado, el presidente de la Cámara señaló que la infraestructura turística se debe revisar, pues es un elemento que afecta al sector. Al respecto, pidió a la Secretaría de Turismo revisar a detalle este tema.
CMIC señala licitaciones pendientes de infraestructura en Tamaulipas
En este contexto, Gerardo Holguín López, presidente del organismo en Tamaulipas, detalló que el gobierno estatal tiene pendientes varias licitaciones de 2023 para obras en todas las regiones, incluida la zona sur.
A su vez, expuso que la Secretaría de Obras Públicas se ha enfocado en temas urbanos, es decir, pavimentación de calles y rehabilitación de vialidades.
Esto consideró, brinda confianza a los empresarios para invertir en dichas obras, tras meses complicados en los que el sector privado tuvo que sostener la base laboral y sus ingresos.
Cabe señalar que, para Tampico, Ciudad Madero y Altamira se contemplan cerca de 900 millones de pesos en el paquete de obras públicas en conjunto.
Por Juan Rangel Texto recuperado el 6 de marzo del 2023 de inmobiliare.com
Francisco Javier Solares aseguró que se necesitan proyectos que puedan dar resultados inmediatos y no obras a largo plazo, para recuperar la industria
Francisco Javier Solares, director general de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, habló sobre la actualidad de la industria de la construcción en nuestro país, luego de un largo periodo con escenarios adversos como la pandemia por Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania o la elevada inflación en los años recientes.
En entrevista con Mario Maldonado para las Noticias de la Mañana en El Heraldo Media Group, el directivo dijo que después de la pandemia por Covid-19 se han incrementado los retos para la industria de la construcción y se han vivido momentos muy complicados, con una producción que llega a alrededor del 70 por ciento, en comparación con los meses finales en 2019.
Aunque explicó que se trata de una tendencia a nivel mundial que lleva alrededor de 15 años, desde la crisis de 2008.
Sobre el panorama que existe para el año 2023, Javier Solares aseguró que “será un año muy complicado, no sólo para la industria de la construcción sino para la economía del país en general. En el 2022 no se creció, hubo estancamiento (…) pensamos que ni en el 2024 se podrá alcanzar la producción que se tenía antes de la pandemia por Covid-19”.
“No han sido políticas adecuadas para el desarrollo”
Sobre las decisiones que ha tomado el gobierno de la República en lo que se refiere a los proyectos de construcción en México, el director de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción dijo que consideran que se ha hecho una política que no es conveniente para la economía del país.
“Nosotros consideramos que es una política que no es conveniente para la economía de nuestro país”
Lamentó que al Ejército se le hayan entregado tantos proyectos y tan importantes, porque afecta a la industria de distintas maneras, por ejemplo, en los ingresos por rentas, en el aumento de costos y en la transparencia de los proyectos. “Por esto, existe opacidad en los costos que se tiene y no hay rendición de cuentas, a pesar de que se trata de dinero público”, abundó.
Francisco Javier Solares explicó que la construcción del Tren Maya comenzó en los 8 mil millones de dólares, pero el proyecto fue aumentando en el costo y parece que llegará a los 15 o 18 mil millones de dólares.
“Es un gran proyecto para el país, pero la forma en la que se está ejecutando, necesariamente elevaría los incrementos de los costos. No sólo es la inflación, sino la planeación a corto plazo, en donde no supieron anticipar los cambios y los costos de los imponderables, como la protección de los cenotes”.
Por último, aseguró que además de los proyectos como la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya, en México “se necesitan proyectos que puedan dar resultados inmediatos y no los de largo aliento”.Texto recuperado el 21 de febrero del 2023 de cmic.org
El CEO de Ternium, Máximo Vedoya, explicó que con la implementación del T-MEC y la tendencia en la cadena de valor del acero de localizar capacidad de manufactura en países cercanos, ha hecho de esta región un destino atractivo para la inversión continua, aunque no precisó si la inversión será en México o en Estados Unidos donde tiene operaciones.
Ternium espera invertir aproximadamente 2,200 millones de dólares en la construcción de una acerería basada en horno de arco eléctrico (EAF) con una capacidad anual de 2.6 millones de toneladas, así como en un módulo de hierro de reducción directa (DRI) con una capacidad anual de 2.1 millones de toneladas, en la región del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y México (T-MEC).
El programa de capacidad de producción de planchones incluirá también la construcción de una instalación portuaria para el manejo de materias primas. Ternium espera que estas plantas entren en servicio en la primera mitad de 2026.
“La implementación del acuerdo comercial T-MEC y la tendencia reciente en la cadena de valor del acero de localizar capacidad de manufactura en países cercanos, han hecho de la región del T-MEC un destino atractivo para una inversión continua”, dijo el CEO de Ternium, Máximo Vedoya.
“En un mercado que está demandando cada vez más productos y servicios diferenciados, este nuevo proyecto avanzará la integración continuada de nuestro sistema industrial y reforzará la posición de Ternium como un proveedor de acero líder en la región”.
Ahondó que la nueva acerería basada en horno de arco eléctrico (EAF), también acelerará el progreso de Ternium hacia el logro de su objetivo de descarbonización para 2030 y apoyará su conformidad continua con el requerimiento “melted and poured” (fundido y vertido) del T-MEC.
“El nuevo módulo de hierro de reducción directa (DRI) incluirá también capacidades de captura de carbono y estará preparado para reemplazar el uso de gas natural con hidrógeno. Estamos entusiasmados por comenzar la construcción de estas importantes iniciativas y ampliar nuestra posición de liderazgo”, recalcó Máximo Vedoya.
La compañía informó que el Consejo de Administración de Ternium aprobó la construcción de un nuevo proyecto de capacidad de producción de planchones que complementará y apoyará al nuevo laminador en caliente de última generación que inició operaciones a mediados de 2021.
El proyecto del proceso aguas abajo anunciado previamente por Ternium, incluye una línea de decapado push-pull con una capacidad anual de 550,000 toneladas y nuevas líneas de acabado, que entrarán en servicio a mediados de 2024, además de un laminador en frío y una línea de galvanizado en caliente con una capacidad anual de 1.6 millones de toneladas y 600,000 toneladas, respectivamente, las cuales se espera comiencen a operar a fines de 2025.
Cabe recordar que hace un año, Ternium anunció que planeaba invertir 1,000 millones de dólares en una expansión de 500,000 toneladas, en su Centro Industrial en Pesquería, Nuevo León, para laminados en frío, decapados y galvanizados, para el sector automotriz y la industria.
Texto recuperado el 21 de febrero del 2023 de cmic.org
Este año, el gobierno de la Ciudad de México continuará con su apuesta por la construcción de obras de infraestructura como estrategia para reactivar la economía del país que se vio dañada durante el primer año de la pandemia, por lo que tiene programada la edificación de 478 proyectos.
La inversión requerida para llevarlos a cabo es de 26,217 millones de pesos, ente el gobierno local y el federal. Además, se comprarán vehículos para el transporte público y se planean obras hidráulicas, por lo que la cifra durante 2022 ascenderá a más de 33,000 millones de pesos, informó Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno
La mayoría de las obras se enfocarán en infraestructura educativa, ramo en el que se contempla la conclusión de Pilares. Para febrero, se planea que se terminen 20 de ellos; dentro del primer semestre del año 38 y para finales del 2022 otros 17, es decir, 55 en el año. También se trabajará en el Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos en Milpa Alta, con la adecuación de espacios en el segundo piso y la remodelación de la Escuela de Box.
En segundo lugar, se desarrollarán 131 obras de movilidad, en el que se contemplan mantenimiento de puentes vehiculares, y la construcción de uno nuevo entre Gran Canal y Circuito Interior, que tendrá una dimensión de cinco kilómetros y ayudará a conectar al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Este 2022 también se espera que se terminen las obras del túnel de la ampliación de la Línea 12 y la conexión con la estación de Mixcoac. El resto de la rehabilitación de la ruta también continuará y deberá estar terminada en el último trimestre del año, con recursos de Carso, empresa constructora.
El Trolebús Elevado seguirá en obras. Hasta el momento tiene 90.5% de avance, por lo que se espera que esté terminado para junio, con una inversión de 736.6 millones de pesos este año, informó Jesús Antonio Esteva Medina, titular de la Secretaría de Obras y Servicios.
En materia de salud, se continúa con el Hospital General de Cuajimalpa, de la mano de la Secretaría de la Defensa Nacional, que se planea termine en mayo de este año.
En materia cultural, se continuará con las conexiones peatonales del Bosque de Chapultepec, la Bodega Nacional de Artes y Oficios y el Panteón Dolores. Así como el cablebús, que contará con cuatro estaciones que irán de Metro Constituyentes a la nueva Cineteca Nacional.
El valor de la producción de la construcción en el sector privado ha caído 28% en lo que va del sexenio, sin una recuperación clara a la vista.
La construcción en 2021 estuvo lejos de regresar al valor de producción que generó en 2019, previo a la pandemia, una situación agravada por la caída en el sector privado y ligeramente atenuada por los tres grandes proyectos de infraestructura del gobierno.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de la producción mensual del sector durante 2019 fue de 29,262 millones de pesos (MP). Hasta octubre, el último registro mensual disponible para el año pasado, el valor de la producción mensual se mantenía en 23,051 MP, 21.2% por debajo del nivel pre-pandemia y 1.35% abajo de la cifra promedio mensual del 2020.
El valor de la producción -también conocido como valor de las obras ejecutadas- se refiere al monto monetario que significó la realización total o parte de una obra, según su avance físico.
Pero aunque el valor de producción de las empresas de construcción está lejos de recuperarse, el equilibrio entre ingresos y gastos luce más estable, no solo frente al primer y segundo trimestre del 2020, sino incluso en comparación con los registros de 2019.
Inegi considera ingresos totales en el sector de la construcción al monto en dinero que obtuvo la empresa durante el mes de referencia por prestación de servicios, ejecución de obras, por el alquiler de bienes muebles e inmuebles y anticipos cobrados; sin incluir ingresos financieros, subsidios y cuotas.
Entre enero de 2019 y marzo de 2021, en solo una ocasión los ingresos mensuales del sector construcción superaron a sus gastos. Y si bien los ingresos totales mes con mes todavía no superan de forma consistente el nivel de los gastos totales mensuales, sí hay una clara tendencia hacia una brecha más pequeña entre ambas variables. Lo anterior sugiere que, a pesar de su menor producción, el sector construcción se las ha arreglado para desarrollar finanzas más estables.
Fuente: Inegi
Lo anterior parece responder a que los ingresos de las empresas de construcción han mejorado sustancialmente más rápido de lo que han incrementado sus gastos. Entre enero y octubre del 2021 la principal fuente de ingresos de las compañías de esta industria (Ingresos por la ejecución de obras como contratista principal) ha crecido en 27.15%. Y con respecto a la cifra registrada para enero del 2020, previo a la pandemia, han mejorado en 1.74%, de acuerdo a las cifras de Inegi.
Fuente: Inegi.
Del otro lado de la moneda, los principales gastos de las empresas de construcción a escala nacional (Compra de materiales como contratista principal y materiales dados a subcontratista y Consumo de materiales como contratista principal y materiales dados a subcontratistas) solo han crecido en 15.7% y 24.89% en octubre del año pasado respecto a enero del 2021. Si se comparan con enero del 2020, previo a la pandemia, estos gastos se han reducido en un 8.36% y 5.48% respectivamente. Hay que hacer notar que en el rubro de gastos totales, la cifra no incluye gastos financieros, fiscales y de inversión.
Fuente: Inegi.
Sector privado deprimido vs pocas grandes obras públicas
Este fenómeno también responde al desigual comportamiento de la construcción tanto por el tipo de obras como por el sector que las genera. La evolución más evidente es la diferencia entre el sector público y el privado.
Con datos de Inegi, el valor de la producción de la industria de la construcción para el sector privado fue de 13 mil 490 MP en octubre pasado. Si bien la cifra es mayor a los 11 mil 615 MP del sector público en ese mismo mes, representa una caída del 15.38% frente al valor de la producción a marzo del 2020 y una caída del 27.66% frente a enero del 2019.
La evolución de la industria de la construcción en el sector público ha sido muy distinta. Si bien mostraba una tendencia a la baja desde antes de la pandemia, se ha logrado mantener más o menos estable el valor de la producción desde marzo del 2020. Y a partir de mediados del 2021, muestra un rebote importante.
Fuente: Inegi.
La fortaleza del sector público es mucho más clara al observar qué tipo de obras son las que ha impulsado el rebote en el valor de producción de toda la industria. Los desarrollos de petróleo y petroquímica (Refinería Dos Bocas) presentan un fuerte avance a octubre del 2021 respecto a inicios del año pasado (del 127.33%), mientras que la obras ligadas a aeropuertos (Aeropuerto de Santa Lucía) y obras ferroviarias (Tren Maya), a pesar de un desplome en junio pasado, aún acumulaban un incremento en valor de producción del 118.94%.
Mientras estas obras, más asociadas al gasto en el sector público, presentan crecimientos en el valor de producción durante 2021, las categorías asociadas al sector privado presentan una evolución mucho más modesta. El valor de la producción en vivienda y edificios industriales, comerciales y de servicios, los rubros de mayor peso en el sector construcción en general, solo ha crecido un 7.71% y 18.69% entre enero y octubre del 2021, respectivamente.
Fuente: Inegi
Se proyecta que estas tendencias se mantengan durante 2022. De acuerdo con un análisis de BBVA el saldo de crédito a la edificación ha ido disminuyendo trimestre a trimestre desde que inició la crisis sanitaria, sin una recuperación clara a la vista.
En el otro lado de la moneda, las perspectivas hacia 2022 de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) se mantienen altas, en buena medida por los planes de inversión y construcción de infraestructura impulsados desde el Gobierno. Incluso destacaba en su análisis del Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF) 2022 la inversión física presupuestaria como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) más alta desde 2016.
Los precios de los materiales para la construcción se dispararon en diciembre hasta en un 49 por ciento para el caso de estructuras metálicas.
Castillos armados aumentaron 43 por ciento; alambre y alambrón, 35, y varilla, un 31 por ciento, revelaron cifras del Inegi.
Se trata del repunte más alto de los últimos 14 años, y es atribuido al aumento en los precios internacionales del acero, aluminio, cobre, plásticos, maderas, entre otros materiales.
“Y le va a pegar al precio de las casas nuevas y también va a hacer que rindan menos los presupuestos para obra pública y privada”, advirtió Francisco Solares Alemán, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC)
En promedio, los materiales para construcción, a nivel productor, registraron en diciembre un alza anual promedio de 17.4 por ciento.
Los derivados de acero fueron los que más incidieron en el encarecimiento de toda la canasta de materiales al presentar los mayores aumentos, en el caso de las láminas, el aumento fue de hasta 58 por ciento.
La situación derivó principalmente del alza en los precios internacionales de las materias primas industriales a causa del encarecimiento de los energéticos y la escasez de insumos por los problemas en las cadenas globales de suministro, explicaron analistas.
En línea con las alzas de doble dígito también estuvieron el triplay, con 36 por ciento; la madera para estructuras, con 31; los tubos de plástico, con 34; el cable eléctrico, con 30; las pinturas, con 20; los vidrios, con 17, y el cemento, con 7 por ciento.
El presidente de la CMIC reveló que ya en 2022, desde la primera semana, las cementeras en el País empezaron a subir los precios entre 15 y 20 por ciento. “
La inflación que estamos padeciendo en el sector de la construcción está 10 puntos por arriba de la inflación general en México”, dijo.
“Las expectativas no son buenas, las cementeras están anunciando para ya un aumento en el cemento de entre el 15 y 20 por ciento, y nos dicen que es porque los energéticos se les incrementaron 50 por ciento y por el encarecimiento de otros costos.
“En el acero, según lo que hemos analizado, es que en el mundo habrá una escasez al menos en el primer trimestre del año y eso va a provocar que vuelva a repuntar el precio de este material. Toda esta carestía que traemos le va a pegar al precio de las casas nuevas”, insistió.
Analistas coincidieron en que durante el primer trimestre de 2022 los precios de los materiales seguirán al alza, aunque no en la misma proporción que en 2021.
Si suben los precios de los insumos lógicamente el costo final de las obras de construcción se ve impactado, por lo que, las únicas salidas que quedan son: o se suspenden las licitaciones o se recortan metas: CMIC
El sector de la construcción espera que para el 2022 el precio del acero disminuya y se estabilice en los niveles que se tenían antes, pues este año este material resintió un incremento de alrededor de un 40 por ciento en su precio.
Así lo señaló el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Manuel Antonio Castanedo de Alba, quien detalló que, si el acero se vendía en aproximadamente 13 pesos por kilo, éste se disparó hasta los 24 pesos por kilo, lo cual fue un aumento brutal para los constructores, pues los productos derivados del acero como la malla, las vigas, las varillas también incrementan.
En ese sentido, dijo que, si suben los precios de los insumos lógicamente el costo final de las obras de construcción se ve impactado, por lo que, las únicas salidas que quedan son: o se suspenden las licitaciones o se recortan metas.
No obstante, afirmó que todavía hay una esperanza al final del túnel, pues afortunadamente se ha frenado el aumento al precio del acero, y ha comenzado a disminuir, aunque muy lentamente.
“Ojalá que el precio del acero ya haya llegado a su tope y comience a bajar, pues por supuesto que esto ha afectado en el costo de otros insumos”, expresó.
Finalmente, comentó que los incrementos en los precios de los materiales impactan a cada empresa en la medida en la que requieran de algún material, pues cada insumo para la construcción se costea por diferentes unidades, ya sea por kilo, por litro, por metro cúbico, hasta por tonelada, dependiendo de la magnitud de la obra.