Se presentó al Congreso del Estado de Puebla una iniciativa para impulsar el desarrollo inmobiliario con materiales sustentables.
Dicha propuesta pertenece al diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Oswaldo Jiménez López.
Su objetivo es impulsar programas de construcción de viviendas que mejoren la calidad de vida de los poblanos.
Para reducir el impacto ecológico en la entidad, se reformarán los artículos 4 y 7 de la Ley de Vivienda del estado.
En el primero se adicionará la fracción XVIII y en el segundo la fracción XIX que establecen criterios de sostenibilidad en las viviendas.
En caso de aprobarse, el gobierno promoverá eco-tecnologías para garantizar la realización de las viviendas sostenibles.
Características de los materiales sustentables
De acuerdo con Oswaldo Jiménez, se requiere estimular la producción y distribución de materiales para la construcción, por lo tanto estos deben:
Ser innovadores
Reducir costos
Fomentar la calidad de los espacios habitables
“Los nuevos asentamientos humanos deben potenciar el cambio social, siendo menos nocivas para el medio ambiente”, puntualizó el diputado.
Además, las tecnologías sustentables deben seguir los siguientes criterios:
Ser accesibles, en particular para los sectores más pobres de la sociedad
Estar enfocadas a las necesidades y contextos locales
Ser amigables con el ambiente
Promover el uso eficiente de recursos
Fomentar el reciclado y la reutilización de los productos
Implicar el uso de recursos locales y su control
Generar empleo en las economías regionales
FOVISSSTE promueve la vivienda sustentable
El FOVISSSTE estableció desde 2012 en sus reglas para el otorgamiento de créditos, que las viviendas deben contar con criterios de sustentabilidad.
Además, estas deben contar con elementos que permitan un uso eficiente de los recursos, particularmente del agua y la energía eléctrica.
Se trata del Paquete Básico de Ecotecnologías, las cuales son requisitos obligatorios para las viviendas nuevas originadas con subsidios de la CONAVI.
El paquete contempla la instalación de inodoros con descarga máxima de cinco litros, regaderas con grado ecológico y válvulas de seccionamiento para el ahorro de agua.
También impulsa el uso de calentadores de paso instantáneo o de paso de rápida recuperación para hacer más eficiente el uso del gas.
En México es necesario que el gobierno aplique políticas que tengan como fin incentivar la construcción para que la economía tenga una recuperación más acelerada, afirmó Ximena Rico Salazar, presidenta de BTG México y directora de asuntos públicos para América Latina de Autodesk.
En entrevista con La Jornada, expresó que los proyectos de sustentabilidad y de transparencia son necesarios que se adopten en este momento, puesto que funcionan como fuentes de empleo, detonadores de proyectos y del consumo.
La directiva forma parte de un grupo llamado BIM, empresarios que se enfocan en el desarrollo de métodos de diseño y construcción virtual. Los costos de una construcción con esta empresa pueden reducirse hasta 33 por ciento y los plazos de obra hasta 50 por ciento.
“El gobierno debe ser mucho más exigente en los proyectos y en la obra pública, debe acelerar la inversión en infraestructura y adoptar los nuevos modelos en la construcción, las empresas cambian”, refirió.
Propuso que toda obra pública debe ser licitada de forma más transparente y que contenga beneficios reales a la población, puesto que este tipo de hechos pueden incentivar la economía, ya que al hacer obras más transparentes y con fines sustentables, el empleo se detona, así como el consumo de las personas que trabajan en una obra.
“Si el gobierno licita, pero hay 300 empresas que también están involucradas, necesitan adoptar todas las tecnologías y las herramientas que están sobre la mesa hoy en día. México puede desarrollar todas las habilidades necesarias para detonar la economía”, expuso.
Texto recuperado el 3 de octubre de la jornada.com.mx Por: Julio Gutiérrez
Se reproduce a continuación la declaración del Director General de Worldsteel, Edwin Basson, en la Reunión Ministerial del Foro Global sobre Exceso de Capacidad de Acero (GFSEC).
Nuestra sociedad enfrenta presiones sobre la sostenibilidad a largo plazo de muchas fuentes. Una población mundial en rápido crecimiento, la expansión de las necesidades de muchos bienes y servicios y la distribución de la riqueza que estimula una mayor demanda, todo ello contribuye a presionar la sostenibilidad de la sociedad moderna.
La presión sobre los recursos está aumentando (el agua, la tierra cultivable, los recursos minerales están mostrando signos de explotación significativa) y está obligando a una parte cada vez mayor de la sociedad a hacer preguntas sobre la sostenibilidad a largo plazo de nuestra forma de vida actual.
Las emisiones de CO2 de todas las fuentes se han convertido en un foco clave para la sostenibilidad futura y dieron como resultado el acuerdo de París de 2015 con el objetivo de restringir el aumento de temperatura por debajo del 2% de los niveles históricos.
Una sociedad futura sostenible requerirá acero. La propia naturaleza del desarrollo urbano, los requisitos modernos de agua y saneamiento, el transporte de recursos, personas y productos entre ubicaciones en un mundo cada vez más interdependiente, los requisitos médicos y el creciente deseo de artículos domésticos requerirán acero.
Muy pocos productos son tan resistentes, ligeros, versátiles en diferentes aplicaciones, tan reutilizables y asequibles como el acero.
En worldsteel, estamos convencidos de que la sociedad moderna no puede ser sostenible sin un suministro adecuado de acero. Después de todo, a nivel mundial utilizamos más de 1700 Mt de este material cada año y reciclamos y reutilizamos más del 85% al final de cada ciclo de vida, un atributo clave de la economía circular.
El papel y el impacto de la industria del acero en la economía
La industria del acero es ante todo una industria facilitadora. Los estudios realizados por Oxford Economics, en nombre de worldsteel, han demostrado que la industria del acero contribuye con aproximadamente un 3,8% del PIB mundial.
Claramente, esto no se distribuye por igual entre todos los países, pero dado que más del 25% de la producción de la industria del acero cruza regularmente las fronteras intercontinentales, el impacto de la industria del acero no solo se limita a los países productores de acero, sino que apoya a las economías de todo el mundo. .
Además, la mayor parte de la contribución al PIB global ocurre fuera de la industria del acero – del 3.8% del PIB global, menos del 20% se genera en la propia industria del acero – el 80% restante se genera en industrias que abastecen al acero. industria, o industrias que dependen del acero como un insumo clave para su producción de bienes y servicios.
Encontramos la misma distribución cuando miramos el empleo. A nivel mundial, estimamos que la industria del acero genera 96 millones de puestos de trabajo, aproximadamente el 3% de todas las personas empleadas a nivel mundial según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De ellos, solo 6 millones trabajan directamente en la industria del acero. El resto trabaja en industrias que abastecen a la siderurgia o utilizan el acero como insumo.
Sin duda, la industria del acero permite una actividad económica significativa fuera de los límites de la industria del acero, además de proporcionar el material que en muchas aplicaciones respalda una sociedad moderna sostenible.
Requisitos para la sostenibilidad a largo plazo en la industria del acero
Para que la industria del acero continúe apoyando el desarrollo necesario de la sociedad futura, la industria debe seguir siendo sostenible tanto ambiental como financieramente.
En una industria global con importantes necesidades de capital a largo plazo, un equilibrio adecuado entre la oferta y la demanda sigue siendo importante.
El Foro Global sobre Exceso de Capacidad de Acero (GFSEC) ha hecho mucho durante los últimos tres años para crear un entendimiento y acción comunes para reducir el exceso de capacidad de producción de acero sobre la demanda.
El equilibrio entre la oferta y la demanda mundiales es también un primer requisito para mantener la igualdad de condiciones entre todos los productores, independientemente de dónde se encuentren. Para una industria global y competitiva como la del acero, los principios de igualdad continua, respaldados por un enfoque basado en reglas para los flujos de materiales, sustentan la sostenibilidad a largo plazo.
La industria está agradecida por el trabajo y el progreso de los últimos años. Sin embargo, queda mucho por hacer y la industria está dispuesta a seguir apoyando este esfuerzo.
Para alcanzar la sostenibilidad medioambiental, el enfoque se ha desplazado a la reducción de las emisiones de CO2 durante la producción de acero. Dadas las realidades químicas que son parte integral del proceso de fabricación de acero, reducir las emisiones de CO2 en la industria del acero no es una tarea fácil.
Sin embargo, se están haciendo progresos y la industria del acero se vuelve cada vez más optimista de que enfrentará los desafíos de reducir las emisiones de CO2 de la fabricación de acero.
Estoy seguro de que la industria del acero seguirá siendo sostenible en todos los niveles y suministrará acero para apoyar una sociedad moderna sostenible. Nuestra industria valora la capacidad de construir alineación a través de empresas como el Comité de Acero de la OCDE y el Foro Global sobre Exceso de Capacidad de Acero. Le damos las gracias por su apoyo.
Le deseo éxito en el resto de sus discusiones.
Edwin Basson Director General Asociación Mundial del Acero
Participan, junto al centro tecnológico Azterlan, en un programa europeo que también aspira a lograr un uso más eficiente y sostenible de las materias primas.
La factura energética es muy elevada en la industria siderúrgica./L. A. Gómez
El gasto energético es un factor crítico en la industria siderúrgica. Obligadas a pelear en un mercado hipercompetitivo, golpeado además por la crisis del coronavirus, las empresas españolas que trabajan el acero y otros metales se quejan con frecuencia de pagar una factura energética más cara que la de buena parte de sus competidores mundiales. Un grupo de firmas vascas, con la colaboración del centro tecnológico Azterlan, ha unido sus fuerzas en un programa europeo que busca mejorar la eficiencia en la producción de acero, el refinado de aluminio y el reciclado de plomo, al tiempo que se abaratan los costes de energía y se reducen las emisiones de gases contaminantes.
El proyecto, bautizado como REVaMP, congrega a 16 socios europeos en pos de ese objetivo. Además de Azterlan -miembro de Basque Research&Technology Alliance (BRTA)-, participan las firmas vascas Sidenor, GHI Hornos Industriales y Refinería de Aluminio (Refial, perteneciente al Grupo Otual). La iniciativa cuenta con la financiación del programa europeo Horizon 2020 y un presupuesto de 9,9 millones de euros. El 80% de esa cantidad corre a cargo de la Unión Europea.
El objetivo final es optimizar los procesos productivos del acero, aluminio y plomo a través de cuatro vías: el consumo energético, el tiempo de refinamiento, el comportamiento metalúrgico y el impacto medioambiental.
En el caso del aluminio, Azterlan se encarga de desarrollar el programa piloto junto con GHI y Refial. Se investiga la manera en que el material reciclado y empleado en su producción por esta última empresa pueda ser reutilizado como una especie de fuel, un combustible para precalentar la chatarra con la que se generarán los lingotes de aluminio. «Así, en vez de utilizar electricidad y gas, se usa el fuel reciclado para hacer un precalentamiento de los materiales que posteriormente van a ser fundidos en el horno. De esta manera se reduce el consumo de energía», explica Javier Nieves, investigador de Azterlan experto en inteligencia artificial. GHI, firma con sede en Galdakao especializada en hornos de fusión, se encarga de diseñar ese sistema de precalentamiento.
Reducir hasta en un 25% el consumo de gas natural El proyecto aspira a reducir «hasta en un 25% el consumo de gas natural, que es el combustible usado por los hornos rotativos de aluminio», dice Erika Garitaonandia, investigadora de Azterlan. «El punto de fusión del aluminio se alcanza a los 700 grados centígrados, por lo que tienes que llegar a esa temperatura usando gas natural. Si hablamos de acero o de hierro, sube hasta los 1.400 grados», añade. El sistema ideado en REVaMP minimizaría el uso de gas natural para hornos rotativos o de electricidad para las acerías y los hornos de inducción.
Además del aluminio reciclado, el combustible con el que se precalentarán los metales provendrá de «fracciones resto». Materiales de desecho como madera, plásticos o gomas que quedan al final del proceso de fragmentación de vehículos viejos, por ejemplo.
Está previsto que los sistemas comiencen a funcionar a finales de 2021. Sin embargo, «las empresas se pueden beneficiar desde ya de estas investigaciones. Porque, aunque no se haya desarrollado el programa al completo, el análisis de las variables que forman parte del procesado de los metales les dará información valiosa para mejorar su producción», dice Nieves.
La industria del acero pide que el mercado de CO2 no la penalice.
El presidente del Principado, Adrián Barbón, expresó ayer la “produnda preocupación y decepción” del Gobierno asturiano tras la decisión de la Unión Europea (UE) de no reforzar las medidas de protección del acero comunitario frente a los importadores. Barbón transmitió su alarma sobre el futuro de la siderurgia al jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, al que pidió que promueva una “respuesta contundente” para que Bruselas reconsidere esa política.
“No puede ser que estemos compitiendo en desigualdad de condiciones. Defendí y defiendo el arancel ambiental, pero hay otras medidas de ajuste que la UE no está adoptando”, afirmó Barbón, refiriéndose tanto al establecimiento de una barrera comercial relacionada con las emisiones de CO2 (arancel ambiental europeo, pendiente aún de diseño) como a la reducción de las cuotas de entrada de acero extracomunitario que la industria pedía restringir drásticamente, medida avalada por varios gobiernos, entre ellos el español, pero rechazada por una mayoría de veinte estados.
La negativa de la UE a elevar la protección comercial del acero pese al hundimiento de la demanda por la crisis del covid-19 ha amplificado las alarmas en el sector continental. La confederación sindical IndustriALL-Europa, de la que es vicesecretario el asturiano Luis Ángel Colunga, está demandando medidas comerciales, fiscales, ambientales, financieras y de estímulo de la demanda para rescatar a la siderurgia. La organización que representa a los siderúrgicos europeos teme que, tras la crisis actual, desaparezca la mitad de la capacidad productiva del sector, cuya producción se ha reducido el 40%.
United States Steel Corporation está invirtiendo aproximadamente $1,500 millones de dólares en el lugar donde su reputación como líder confiable de la industria se forjó por primera vez hace más de un siglo: Mon Valley cerca de Pittsburgh.
La inversión implica la construcción de una instalación de fundición y laminado sin fin de vanguardia y sostenible en la planta Edgar Thomson de Mon Valley en Braddock, Pensilvania, la primera de su tipo en los Estados Unidos, y una nueva instalación de cogeneración con estado de vanguardia. tecnología de control de emisiones de última generación en la cercana planta de Clairton en Clairton, Pa.
La tecnología innovadora, combinada con las habilidades de nuestra talentosa fuerza laboral, reforzará el oeste de Pensilvania como un centro global de excelencia de fabricación avanzada y el estatus icónico de US Steel como socio comunitario y líder de la industria tan fuerte como el acero que nosotros hacer todos los días.
Las acerías de la UE se enfrentan a una caída de los pedidos del 75%.
La producción de acero de la Unión Europea ya se ha reducido en un 50% como resultado de la actual crisis de coronavirus, y se esperan más pérdidas a medida que las nuevas reservas de pedidos de las acerías disminuyan hasta un 75%, dijo el miércoles la asociación europea de fabricantes de acero Eurofer a a la agencia Platts.
Las acerías ya habían establecido restricciones de producción en marzo. Sin embargo, el debilitamiento de los libros de pedidos probablemente provocará más interrupciones, lo que posiblemente resulte en que el 50% de la capacidad de fabricación de acero de la UE en fábricas clave quede fuera de producción por la crisis actual, dijo la asociación.
“En algunas regiones ya no hay clientes. Estimamos que alrededor del 40% de la fuerza laboral se ve afectada o considerada por los despidos temporales y la reducción del trabajo”, dijo Eurofer.
Las 28 naciones de la UE produjeron 159,4 millones de toneladas de acero bruto en 2019, según la Asociación Mundial del Acero.
“Las acerías se están preparando o consideran nuevos recortes significativos en la producción a medida que la demanda continúa cayendo, en particular dado el cierre casi completo de la industria automotriz (algunas fuentes dicen que 70-80%), la disminución significativa en la actividad de la construcción (algunas fuentes dicen que por alrededor del 40%) y otros sectores manufactureros “, dijo Eurofer.
En Italia, el segundo mayor productor de la UE después de Alemania con una producción de acero bruto de 23 millones de toneladas anuales en 2019, todas las acerías, excepto la planta de ArcelorMittal, Taranto y Arvedi, tuvieron que cerrar sus operaciones en virtud del decreto del gobierno para luchar contra COVID-19, que había sido levantado después de Pascua.
Sin embargo, el aumento de la producción en Italia sigue siendo lento ya que la demanda continúa lenta.
Toda la cadena de suministro de acero se ha visto afectada por la caída de la demanda de los clientes finales. La asociación alemana de procesadores de acero WSM dijo a principios de este mes que alrededor del 90% de los procesadores en Alemania han reducido sus operaciones.
John Meyer, analista del agente SP Angel, dijo a Platts que las acerías europeas fueron más rápidas en la reducción de la producción que las acerías en otras regiones, ya que no esperan que la Unión Europea estimule la demanda tanto como, por ejemplo, el gobierno chino.
“La mayoría de las construcciones de viviendas privadas se ha desacelerado significativamente o se ha detenido por completo, mientras que los proyectos públicos importantes como HS2 continúan en el Reino Unido. Las constructoras de viviendas no pueden sacar el acero de las acerías y almacenes debido a restricciones de cierre que inevitablemente retroalimentarán a una producción más lenta”, dijo Meyer.
El mercado del acero mejorará ligeramente en la segunda mitad de 2020, aunque no será hasta 2021 cuando el alivio sea significativo. Al menos, así lo prevé Eurofer, la patronal que aglutina a las empresas siderúrgicas europeas –Arcelor y Thyssen, entre ellas-, en el informe que acaba de publicar sobre las perspectivas del sector. En 2019, el consumo cayó un 1,1% en términos interanuales, lo que supone «el primer crecimiento negativo en el acero de la Unión Europea (UE)» desde 2013. Este año le seguirá otra caída, aunque más moderada, del entorno del 0,4%. La patronal del acero solo espera que el consumo se recupere en 2021, cuando calcula que podría incrementarse un 1,4%.
Las compañías siderúrgicas basan esta previsión, en parte, en las expectativas positivas del mercado para los sectores consumidores de acero, que fijan cierta recuperación a lo largo del presente ejercicio. «La construcción demostrará ser resistente y continuará registrando un crecimiento de la producción, mientras que otros sectores que utilizan acero, el de la automoción en particular, continuará experimentando un descenso en la producción a principios de 2020, pero a tasas más bajas, seguido de una modesta recuperación desde el segundo trimestre en adelante», señala el informe de Eurofer. De cumplirse este pronóstico, la organización espera que 2019 haya cerrado con un consumo real de acero de 161,5 millones de toneladas y registre alrededor de 160,9 millones en 2020 y 163,2 millones en 2021.
No obstante, las compañías siderúrgicas advierten de «el sector manufacturero en la UE todavía está experimentando una grave recesión, dada su gran exposición al comercio global». De modo que los riesgos externos continuarán siendo una amenaza durante los próximos meses. Un ‘Brexit’ sin acuerdo para fines de 2020, que «en teoría todavía es posible y una nueva escalada en las medidas comerciales proteccionistas -la incertidumbre en la UE seguirá estando alimentada por la falta de claridad sobre la evolución de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China-, junto con posibles tensiones geopolíticas en Oriente Próximo (Irán, Irak, Libia), contribuirían aún más a frenar la confianza empresarial y la actividad en las industrias que usan acero».
A esto se suman las políticas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero incluidas en el Pacto Verde. Sobre el gran acuerdo impulsado por la Comisión Europea para completar la descarbonización de la economía, Eurofer alerta de que puede afectar «a las decisiones financieras y de inversión de los sectores industriales intensivos en energía». La volatilidad de las importaciones es un problema añadido para el sector siderúrgico europeo. En 2019 -a falta de computar los datos de diciembre- los productos procedentes de países extracomunitarios cayeron un 11%.
Mecanismo de salvaguarda
Pero esta tendencia no es homogénea, ya que, desde enero del año pasado, los datos mensuales revelaron un incremento de la inestababilidad. Tanto es así que, en julio, las importaciones se dispararon un 37% en la comparación interanual, aunque luego disminuyeron durante los siguientes meses a niveles más habituales. Para intentar controlar la masiva llegada de acero ‘sucio’, procedente de países con legislaciones ambientales más laxas que la europea y, por tanto, más barato, la patronal ve la necesidad de mejorar el mecanismo de salvaguarda.
En concreto, reclama que se alinee «el nivel de cuota con la nueva realidad de estancamiento de la demanda de acero de la UE» derivado de «la concentración y especulación de importaciones que perturban el mercado». Así, Eurofer insiste en la urgencia de «revisar inmediatamente la lista de países en desarrollo» a los que afecta esta medida, al tiempo que critica que dicho mecanismo haya permitido maximizar las cuotas trimestrales de exportadores claves como Turquía y China, que están entre los que más perjudican al sector.
Las empresas buscan mitigar el impacto de la sobrecapacidad de producción china mientras fijan las metas para desarrollar cadenas de valor que hagan repuntar el negocio; la importancia de la sustentabilidad y la reducción de emisiones de CO2.
La sobrecapacidad de producción China impacta en el resto del mundo, pero lo hace más fuertemente en América Latina.
La sobrecapacidad China es quizás el centro de las dificultades de la industria del acero. Pero actualmente, en medio de la guerra comercial entre las principales potencias mundiales que afecta al resto de los países, sus economías, producción y cadenas de valor, las empresas productoras de acero de América Latina discuten cómo transformarse para mantenerse relevantes.
El comienzo de la guerra comercial liderada por el presidente estadounidense, Donald Trump , se dio con el acero como protagonista: Estados Unidos aplicó aranceles al acero, al aluminio y a paneles solares desde principios del año pasado. Desde aquel momento, se han sumado a la lista muchos productos más, tanto en China como en Estados Unidos, y a pesar de que han habido treguas, la tensión comercial continúa.
En el marco de la celebración por los 60 años de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), referentes de la industria se dieron cita la semana pasada en el hotel Hilton de la ciudad de Buenos Aires para discutir los desafíos regionales. En la apertura del congreso, Martín Berardi, presidente de la Cámara Argentina del Acero y presidente ejecutivo de Ternium Argentina, no sólo se refirió a la complejidad de la coyuntura mundial, sino también a las tensiones políticas que han venido creciendo en América Latina en las últimas semanas: “Estos son los factores exógenos que afectan a nuestros mercados, sin dudas, pero también hay un factor endógeno, y es la transformación que la industria está teniendo con el avance de la tecnología y la agenda de sustentabilidad”.
Para los empresarios no es un secreto que la actividad económica en la región está lenta y continuará ralentizándose. Los pronósticos de entidades como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización Mundial del Comercio (OMC) lo evidencian: se espera que el PBI crezca un 0,6% este año, la tasa más baja desde 2016, antes de aumentar 2,3% en 2020, según el FMI.
Y en cuanto al acero, el consumo aparente en la región en 2018 fue de 67 millones de toneladas (Mt), pero se estima una caída de 1,5%.
Los socios de Alacero producen cerca de 62 millones de toneladas anuales de acero en la región. En un informe de Alacero, Francisco Leal, director general de la asociación, destaca que “la producción de acero crudo puede sufrir una caída estimada del 5,4% en relación a 2018, si se confirman los 61,6 Mt que se esperan al cierre de 2019”.
En tanto, la producción de laminados, que cerró 2018 con 54,3 Mt, “tiene una reducción estimada del 5,6% en 2019, totalizando 51,3 Mt”, añade.
Para Paolo Rocca, presidente y CEO del grupo Techint, los últimos diez años han sido difíciles: “Después de la crisis de 2008 la demanda de acero mundial creció 44%, pero el valor de nuestras empresas cayó entre 60% y 80%. En el entretiempo, la participación de China en el mercado mundial del acero aumentó del 35% al 50%, mientras América Latina, en este contexto, creció alrededor del 10% y las empresas han tenido dificultades importantes”.
Para Rocca, “no es fácil conseguir los capitales necesarios para transformarse”, y señala que la acotada rentabilidad de la industria se da como resultado del exceso de capacidad a nivel mundial, el bajo crecimiento de América Latina y la desindustrialización de los países de la región, que dependen cada vez más de las exportaciones de commodities.
Ranking
En el ranking mundial de producción de acero crudo China está a la cabeza con 924,3 Mt en 2018, seguido de India, con 109,3 Mt, Japón (104,3 Mt), Estados Unidos (86,6 Mt) y Corea del Sur (72,5 Mt), según datos de la World Steel Association.
Por su parte, América Latina en su conjunto produjo este año 61,6 millones de toneladas, un 5,4% más en comparación con 2018. Brasil es el primer productor con 33,4 Mt, seguido de México con 18,6 Mt, Argentina (4,7 Mt), Perú (1,2 Mt) y Colombia (1,1 Mt).
“China representa el 50% de la producción mundial de acero en el mundo”, destaca Edwin Basson, director general de la World Steel Association. “Pero dejemos de lado a China por un momento y pensemos, ¿qué pasará en el mundo en términos de uso y demanda del acero? ¿qué tanto acero requiere una sociedad para generar un millón de dólares de PBI? Si observamos a los países luego de la Segunda Guerra Mundial, vemos que, por ejemplo, países como Japón, Alemania, Francia y Estados Unidos usaron en las décadas de 1950 y 1960 alrededor de 30 Mt de acero para generar un millón de dólares de PBI. Hoy, esos mismos países usan solo alrededor de 10Mt de acero para generar un millón de dólares de PBI. Eso significa que la intensidad en el uso del acero cae a medida que las economías se desarrollan, y eso ya lo comenzamos a ver en China”, añade Basson.
924 millones de toneladas fue la producción de acero crudo de China en 2018. Esa relación pone a los países en vías de desarrollo como potenciales mercados para el acero, dado su enfoque en infraestructura y desarrollo. Así, India parece tener todas las condiciones para liderar el consumo del acero, al igual que Vietnam.
“Y en la región, en cambio, cae el uso en México, a medida que sus condiciones económicas se asemejan más a las de Brasil”, señala Basson.
Acero y competitividad
Para Alacero, 2018 fue un punto de inflexión para la industria. Y 2019 inició con bajas expectativas que se mantuvieron debido a las adversidades internas y externas de los países latinoamericanos.
“Aunque la industria es uno de los pilares del desarrollo económico y social de la región, con relación entre el consumo aparente de acero y el PBI, las cifras muestran que hay un largo camino por recorrer”, indica un informe de la asociación, que nuclea a más de 60 empresas y cuya producción total es cercana a los 62Mt anuales.
“A diferencia del consumo mundial -continúa-, que se espera que crezca un 1,6%, el escenario latinoamericano muestra pérdida de competitividad y espacio en la producción de mayor valor agregado”, con un pronóstico de caída en el consumo del 2,3% en 2019.
Datos de la asociación, Cepal y la World Steel Association muestran que en la Argentina el consumo aparente de acero laminado per cápita cayó de 122 kilogramos (kg) en 2015 a 92 kg en 2019, en Brasil de 105 kg en 2015 a 103 kg en 2019, en Chile de 156kg a 140 kg y en Colombia pasó de 84 kg a 74 kg en el mismo período, lo que evidencia una tendencia homogénea a la baja en el consumo (números que preocupan y evidencian la ralentización de las economías latinoamericanas, al ser un indicador importante del desarrollo económico de la región).
En promedio, el consumo per cápita de acero laminado en América Latina pasó de 115 kg en 2015 a 105 kg en 2019.
Por otra parte, la previsión de consumo de China es de crecimiento, del 6,2%, “por encima no sólo del promedio mundial proyectado, sino también del aumento previsto del 2,1% para el consumo de América del Norte”. Asimismo, se espera que la Unión Europea experimente un aumento del 1,3% en la demanda aparente en 2019.
42 de 66 resoluciones antidumping y/o salvaguardas relacionadas con el acero vigentes en América Latina son contra China
Para Sergio Leite de Andrade, CEO de la brasileña Usiminas, este escenario tiene que ver con no haber protegido a la región. “El proceso de ‘desglobalización’ es algo que debemos vigilar, porque el comercio global está siendo reemplazado por un comercio regional y eso no es bueno para la industria”, dice.
Y añade: “También tenemos que prestarle atención al aumento del proteccionismo en todo el mundo, porque la única región que no tomó ninguna medida para proteger sus mercados, es América Latina”.
Para Rocca, el desarrollo de toda la cadena de valor industrial es esencial para que la industria regional prospere: “Hoy, en un cambio de ciclo de la globalización, creo que tenemos como industriales, como productores de acero y como promotores de nuestra cadena de valor, una oportunidad muy importante de volver a plantear dentro de nuestros países políticas económicas con foco en la promoción industrial, la creación de empleo y de un nivel de desarrollo de la cadena en nuestro continente, en un momento en que la cadena de valor con China se está interrumpiendo”.
Y Basson concluye: “En general, no tengo una imagen negativa de la industria. Hay un cierto crecimiento progresivo de la misma, así como de la demanda. El acero sigue siendo uno de los materiales más necesarios para el mundo, para la sociedad, y tiene una amplia gama de aplicaciones, además de ser reciclable y reutilizable”.
La apuesta de Bill Gates para reinventar la energía solar térmica consigue pulverizar el récord histórico de los 575 grados.
La producción de acero, las cementeras o la industria petroquímica son huesos duros de roer. Los requisitos energéticos de la industria pesada y las temperaturas extremadamente altas que suelen usar ciertos de sus procesos requieren millones y millones de toneladas de carbón cada año. Sencillamente, son demasiado para las energías renovables. O lo eran.
Ahora Heliogen, una startup californiana que cuenta con el apoyo, la financiación y la asesoría de Bill Gates, ha llevado la energía solar térmica al siguiente nivel: han conseguido alcanzar más de 1.000 grados solo con la luz del sol.
Una lupa enorme controlada con un ordenador. Se dice pronto, pero según los datos que han hecho públicos el enfoque de Heliogen está muy cerca de duplicar la máxima cantidad de calor que, hasta ahora, habíamos sido capaces de producir de esta manera. Y lo han hecho de una forma relativamente sencilla: como dice su fundador, Bill Gross, con “una lupa enorme controlada por computadora”.
La cuestión es que en los sistemas tradicionales de energía solar térmica los espejos que se usaban para concentrar la luz del sol en un punto tenían una precisión alta, pero muy mejorable. Heliogen utilizan cámaras de alta resolución para ajustar la orientación de los espejos al milímetro y asegurarse de que la luz reflejada se ajusta al milímetro.
Eso es lo que ha permitido pulverizar el anterior récord de esta tecnología que estaba en 575 grados hasta el momento. Batir la línea de los 950 grados es muy interesante porque permite empezar a pensar en introducir esta tecnología en el mundo de los procesos industriales pesados.
¿Industria pesada? No es que no se pueda calentar mucho algo tirando de energía eléctrica proveniente de la red eléctrica. Es que como señala Gross, “es extremadamente ineficiente convertir la luz solar en electricidad y luego volverla a usar para calentar”. Eso es verdad a cantidades pequeñas, pero a cantidades grandes es claro cristalino.
Es decir, la industria pesada es tan voraz que necesita una ayuda extra para funcionar bien. Por eso estas gigantes factorías suelen quemar carbón y otros combustibles fósiles con los que conseguir esas temperaturas. Lo que supone un problema ambiental enorme.
A escala global, la producción de cemento es responsable de un 8% de las emisiones totales de CO2 y eso es solo uno de las cosas que hace la industria pesada. La compañía cree que, con este sistema, puede ayudar a reducir hasta un 33% de esas emisiones. Parece optimista, pero sea como sea es un paso en la buena dirección.