Durante la última década, China ha experimentado un aumento notable en su capacidad de energía nuclear, agregando más de 34 gigavatios (GW) y elevando el número de reactores nucleares operativos a 55, con una capacidad neta total de 53,2 GW en abril de 2024. Este rápido crecimiento es parte del esfuerzo estratégico de China para satisfacer sus crecientes demandas de electricidad y abordar las graves preocupaciones ambientales derivadas de su gran dependencia del carbón.
Un cambio estratégico hacia la energía nuclear
En 2011, China lanzó una estrategia a largo plazo destinada a ampliar su capacidad de energía nuclear. Esta iniciativa fue impulsada por la necesidad de satisfacer la creciente demanda de electricidad del país y al mismo tiempo mitigar los problemas ambientales, en particular la contaminación del aire y las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas alimentadas con carbón. A pesar de la rápida expansión de su flota nuclear, la energía nuclear constituyó solo alrededor del 5% de la generación eléctrica total de China en 2022. En contraste, la energía nuclear contribuye aproximadamente el 18% a la combinación de generación eléctrica de Estados Unidos.
Crecimiento comparativo: China versus Estados Unidos
El logro de China al agregar más de 34 GW de capacidad nuclear en sólo diez años contrasta marcadamente con el ritmo más lento de Estados Unidos, que tardó casi 40 años en lograr el mismo crecimiento. Estados Unidos, con la flota nuclear más grande del mundo, opera 94 reactores, pero ha visto un aumento de capacidad mucho más gradual en comparación con la reciente y rápida expansión de China.
El papel del carbón y los desafíos ambientales
A pesar de sus avances nucleares, China sigue dependiendo en gran medida del carbón, la principal fuente de electricidad y de la contaminación del aire. Solo en 2022, China aumentó su capacidad de carbón en 19,5 GW, lo que eleva el total a 1.089 GW. Este aumento se produjo incluso cuando el país se comprometió a reducir el consumo de carbón para combatir los problemas ambientales. Desde 2006, China ha sido el mayor emisor de dióxido de carbono del mundo, lo que pone de relieve la necesidad urgente de fuentes de energía más limpias.
Avances tecnológicos y ubicaciones estratégicas
La flota nuclear de China se compone predominantemente de reactores de agua a presión (PWR), incluidos los AP1000 diseñados por Westinghouse en Estados Unidos, cada uno con una capacidad de 1.157 megavatios (MW), y los reactores de energía europeos Orano de Francia, cada uno con una capacidad de 1.660 MW. Estos reactores están ubicados estratégicamente cerca de regiones pobladas a lo largo de la costa oriental, desde la provincia de Liaoning en el norte hasta la provincia de Hainan en el sur. Esta ubicación no sólo facilita la distribución eficiente de electricidad sino que también respalda la alta demanda en estas áreas densamente pobladas.
Perspectivas y desafíos futuros
De cara al futuro, China tiene 23 reactores nucleares adicionales en construcción, lo que indica un compromiso continuo para ampliar su capacidad nuclear. Sin embargo, el país enfrenta desafíos importantes, incluida la necesidad de equilibrar el rápido crecimiento industrial con la sostenibilidad ambiental. Si bien la energía nuclear ofrece una alternativa al carbón sin emisiones de carbono, sus altos costos de capital inicial y sus tiempos de construcción más prolongados en comparación con las plantas alimentadas con carbón presentan obstáculos.
El impulso agresivo de China hacia la energía nuclear, combinado con sus esfuerzos continuos para diversificar su combinación energética, subraya su reconocimiento de la necesidad crítica de soluciones energéticas sostenibles. A medida que China continúa navegando por la compleja interacción de la demanda de energía, el crecimiento económico y la responsabilidad ambiental, su estrategia de energía nuclear probablemente desempeñará un papel fundamental en la configuración del futuro de su panorama energético.
Conclusión
La rápida expansión de la capacidad de energía nuclear de China durante la última década es un testimonio de su previsión estratégica y su compromiso para abordar sus desafíos energéticos y ambientales. Si bien el carbón sigue siendo una fuerza dominante en su sector energético, el crecimiento de la energía nuclear pone de relieve un cambio crucial hacia fuentes de energía más sostenibles y limpias. A medida que el país continúa desarrollando sus capacidades nucleares, sienta un ejemplo para otras naciones que enfrentan desafíos similares de equilibrar el crecimiento económico con la gestión ambiental.
Publicado originalmente en steelavailable.com el 24 de julio de 2024.
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