La CMIC (Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción) brindará apoyo a constructores en 2023, al establecer una alianza con el Gobierno del Estado. Se espera un gran desarrollo en la inversión en obra pública.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), prevé un auge en inversión en obra pública el próximo año, lo cual se traducirá en un repunte del 10 por ciento en afiliados a ese organismo empresarial.
Los socios de este organismo empresarial ya están participando en las licitaciones, tanto por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como del Gobierno Estatal.
“Tenemos una gran expectativa para el próximo año, sabemos que vamos a tener muy buena alianza con el Gobierno del Estado, la CMIC va a estar apoyando a todos los constructores del Estado y a todos los constructores de Ciudad Victoria”, dijo el secretario del Comité Directivo de CMIC Victoria, Alejandro Salinas Cortina.
Creemos que va a ser un muy buen año para nosotros y nos estamos preparando para tener suficiente maquinaria y gente disponible para todas las construcciones que se vayan dando, agregó.
Salinas Cortina, aseguró que las empresas locales cuentan con la capacidad técnica y operativa para participar en los ambiciosos proyectos anunciados por el Ejecutivo estatal como es el caso de la segunda línea del acueducto de Ciudad Victoria.
Del mismo modo, el Gobierno del Estado anunció en los últimos meses proyectos como la construcción de un puerto seco y un paso deprimido en la capital del Estado.
GIA, constructora mexicana, pronostica perduración de la inflación en el sector de la construcción. Se espera que tomen 4 años para que la situación se estabilice.
Casi 800 proyectos en América Latina ha levantado la constructora mexicana GIA, firma que se dedica a desarrollos integrales para los sectores de la construcción, desarrollo y operación de infraestructura pública, inmobiliario y energía.
La firma, que nació en México como respuesta a las necesidades del boom de los dealers automotrices hace 25 años y que en 2021 tuvo ventas por unos US$ 380 millones, cuenta que actualmente está desarrollando una cartera de cuatro iniciativas en México, dos en Chile y una en Honduras. Además, está a la espera de los resultados de licitaciones en Panamá y Colombia, cuenta a DFSUD.com el director general de la compañía, Jorge Iturbe.
En Panamá desarrollan contratos de obra pública, pero dice que están abiertos a las concesiones. “Siempre estamos atentos a la búsqueda de nuevas oportunidades. Estamos viendo algunas cosas en Costa Rica, Colombia y Perú”, recalca.
El efecto contra la inflación
El alza de los precios ha sido transversal en los países y ha desafiado a todas las industrias, para intentar contener sus costos. A ojos de Iturbe, el 2022 ha sido un año “sumamente complejo” en todos los lugares donde operan, porque dice que en su sector la inflación ha estado por sobre lo que dicen los promedios de los países. “Este año fue alrededor del 20%, cuando la inflación del país fue de alrededor del 8%”, explica.
Dice que esto se debe a que la industria de la construcción es mucho más dependiente de factores internacionales, como el alza de los commodities, en sus costos, lo que supera los factores internos de cada país. Factores adicionales como la apreciación del dólar, el alza del costo de la mano de obra y los problemas de las cadenas de suministro en el mundo, solo empeoran el panorama.
“Hemos tenido afectaciones de tiempos y de costos importantes en prácticamente todos los proyectos, es por esto que estamos calculando que este año la inflación particular de la construcción va a rebasar el 12%”, explica.
Su perspectiva es que para 2023 esto continuará. “Va a ser un año con impactos menos fuertes, ya que el sector -y lo que está pasando en el mundo- está encontrando la estabilidad, la estabilidad pre pandemia. Sin embargo, va a tardar todavía 3 o 4 años en que la construcción se equipare o tenga paridad con la inflación actual de los países”, recalca.
Ante este contexto de crisis, el ejecutivo planteó que “los proyectos de los gobiernos tienen que seguir porque son necesarios. Las asociaciones público-privadas o concesiones son un brazo muy importante para todos los gobiernos de poder financiar y apalancarse en estos proyectos”.
Respecto de Chile, donde el sector construcción ha estado golpeado, en particular por prolemas que han tenido algunas compañías con el Estado, valora la disposición del gobierno de apoyar al sector.
“Es importante porque de lo contrario se paraliza la economía del país. Yo creo que de la industria de la construcción dependen muchísimas industrias: el acero, el cobre, el vidrio, la madera… entonces, si quiebra la industria de la construcción, quiebran muchas industrias. En Chile hay mucha conciencia del efecto que eso tendría”, recalcó.
Asimismo, destacó que en todos los otros países donde opera están haciendo un esfuerzo para sostener la industria. En el caso de México la iniciativa privada ha reconocido que era un riesgo “no asumible” y los han compartido.
La cartera de proyectos
En Chile, GIA obtuvo la licitación de la construcción del Hospital El Salvador en Santiago en 2014 y es su obra más emblemática, porque implica recursos por US$ 250 millones para un recinto de 614 camas. Su desarrollo no estuvo exento de problemas los primeros años, pero la firma avanza a ritmo constante y está llegando a un 85% de avance, con miras a estar entregándola durante 2023.
A fines de 2021, la compañía se adjudicó un segundo contrato en ese país, para la construcción y posterior operación durante 15 años de una red hospitalaria en dos regiones del sur, que implica US$ 297 millones para cuatro recintos con 495 camas en total.
Iturbe cuenta que están iniciando las obras preliminares, con labores de movimiento de tierras e instalación de faenas. “Ya se está gestionando el término y aprobación de los proyectos por parte de la Inspección Fiscal. Para el primer semestre del próximo año tienen que estar ejecutándose todos los trabajos de construcción de los cuatro hospitales”, para lo cual tendrán cuatro años para ponerlos en marcha, explica.
En Honduras, la firma está desarrollando el centro cívico gubernamental de 170.000 metros cuadrados, el que tiene el propósito de albergar todas las oficinas del Gobierno Federal del país.
En Panamá, la firma mexicana está iniciando la construcción del nuevo campus del tradicional Instituto Gorgas, una institución nacida en 1921 y que tiene gran significancia local en ese país. El contrato es por US$ 68 millones y permitirá levantar un nuevo edificio con laboratorios de investigación científica.
Competencia y barreras
Entre los países que mira con atención, Iturbe señala que están atentos a la industria de obras públicas en Uruguay, mercados que resulta atractivo “por las condiciones sociopolíticas y económicas, adecuadas para el perfil de riesgo que nosotros estamos dispuestos a asumir cuando vamos a un país”.
Pero acceder a algunos mercados no ha sido fácil para la firma mexicana, por los niveles de competencia que hay en el segmento.
“Chile, por ejemplo, es un país muy abierto a nuestra industria de concesiones y construcción, al exterior”, resume y compara con lo que pasa en países como Perú y Colombia, donde dice que “las barreras de entrada son mucho más fuertes… inclusive exploramos en algún momento Brasil y es prácticamente imposible entrar como extranjeros a competir en ese sector”.
BUAP imparte capacitación en edificación con el objetivo de asegurar una construcción de calidad por parte del personal técnico. Ya que en México, la autogestión es la principal forma de edificar. Conoce en qué consisten estas capacitaciones.
Con el fin de dotar de conocimientos y competencias al personal técnico -maestros de obra, albañiles y ayudantes-, así como a estudiantes y docentes, para garantizar una construcción de calidad, la Facultad de Ingeniería de la BUAP imparte una serie de capacitaciones sobre edificación, las cuales forman parte de la Escuela Mexicana de la Construcción (EMC) impulsada por la empresa Holcim-México.
Al hablar sobre la importancia de estas capacitaciones, Carlos Bustos Mota, coordinador de la Maestría en Ingeniería, con opción terminal en Construcción, de esta unidad académica, señaló que a raíz de la evaluación de inmuebles por el sismo del 19 de septiembre de 2017, se determinó que 80 por ciento de la construcción en México es de autogestión, lo cual representa una alta vulnerabilidad ante desastres naturales.
“La mayoría de las personas contrata a personal técnico para establecer una vivienda o ampliarla, sin el diseño y construcción por parte de especialistas, con el fin de abaratar costos”.
La EMC se constituyó en 2016 como una entidad reconocida por el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer), de la SEP. Con su habilitación se establecieron alianzas con UNAM, UAEM y la BUAP, a través de la Facultad de Ingeniería, para que profesores apoyen en actividades de capacitación y de certificación. Las diferentes actividades han sido gratuitas, ya que los gastos son absorbidos por esta escuela -material y equipos para las prácticas constructivas y clases, entre otros insumos.
Bustos Mota notificó que la Facultad de Ingeniería se suma a los esfuerzos de la EMC con el desarrollo e impartición de diferentes cursos en la materia: colocación de concreto hecho en obra y su elaboración, trabajos preliminares (nivelación) y aplanados en elementos verticales -en muros.
Esta oferta educativa se amplió a temas de aspectos de costos y cotización, cimbras de madera, acero de refuerzo, mampostería y sobre BIM o Modelo de Información de la Construcción, uno de los más innovadores a nivel nacional y el cual se implementa para tener modelos digitales en tercera dimensión para anticipar errores antes del proceso de ejecución de la edificación. Uno próximo abordará la accesibilidad universal para generar condiciones físicas de ingreso a personas con discapacidad.
Además, tres profesores de esta unidad académica están certificados en tres estándares de competencia, apoyados por la EMC, para fortalecer las actividades de certificación.
De esta manera, Bustos Mota detalló que se capacita gratuitamente a ese eslabón laboral que aprendió de forma empírica el oficio y conocimientos de este sector. Asimismo, se trata de reconocerles, a partir de un estándar de competencias, la validación del oficio; es decir, “la capacitación es para prepararlos y que posteriormente presenten un examen para validar su nivel de conocimientos y aptitudes ante Conocer”, entidad del gobierno encargada de reconocer oficialmente las competencias de las personas.
Con la expansión y crecimiento de la EMC y su impacto en la región, en 2020 la Facultad de Ingeniería propuso un programa formativo para maestros de obra a nivel nacional, y Holcim-México lo avaló como un programa regional en América Latina. Por consiguiente, en 2021 se realizaron cursos nacionales por parte de dos profesores de esta facultad, con la participación de 3 mil asistentes por curso.
Para retomar las actividades presenciales de la EMC en la BUAP, el 22 de octubre tuvo lugar el curso “Diferencias de los sistemas impermeables y sus usos”, dirigido a maestros de obra, estudiantes y profesionistas, el cual se impartió de 12:00 a 14:00 horas, en el auditorio del posgrado “Ingeniero Javier Avilés”, de la Facultad de Ingeniería. Así también, el 11 de noviembre se impartió otro sobre colocación de concreto hecho en obra, de 10:00 a 13:00 horas, dirigido principalmente a estudiantes.
La industria de la construcción se encuentra en busca de políticas para reciclaje de materiales. Esto fue lo expuesto en el Foro Forbes Economía Verde y Desarrollo Sostenible. Conoce los temas que se tocaron en este evento.
El reciclaje de materiales de construcción debería ser exigido por los reguladores en México, dijeron expertos este jueves en el Foro Forbes Economía Verde y Desarrollo Sostenible.
Cristina Rodríguez, Directora de Sostenibilidad de Minera Cuzcatlán, Ivette Sossa, representante de Holcim, y Jorge Dillón, Gerente de Asuntos Estatales de Arcelor Mittal, expusieron en un panel que sus equipos de trabajo ya realizan acciones en favor de la sostenibilidad, aunque faltan ajustes en la regulación.
“Se podría exigir a las construcciones la incorporación de materiales reciclados”, expuso Ivette Sossa.
Jorge Dillón coincidió con Sossa, al sostener que se necesitan políticas que promuevan el reúso y el reciclaje de materiales.
Al hablar de “El reto de producir sin agotar los recursos”, como se nombró al panel en el que participaron, los representantes de las compañías destacaron que realizan acciones en favor de las comunidades en donde operan.
La minera Cuzcatlán recupera más del 90% de sus residuos, y tanto Holcim Apasco como Arcelor Mittal, encaminarán sus esfuerzos hacia ser neutrales en el 2050.